¡Dengue les digo!, la situación en el Hospital San Juan de Dios con la unidad de quimioterapia está más que dura, pero gracias a iniciativas como Hope Gala, ahí le vamos echándole ganas. Este evento, que ya va por su segunda edición, está buscando juntar varas para mejorar las condiciones de vida de los pacientes que están pasando por el peor brete de sus vidas.
Valeria Aguiluz, la cerebrito detrás de Hope Gala, me contó que todo empezó el año pasado, pensando en aportar una vaina positiva al ‘mes rosa’ de lucha contra el cáncer. Después de perder a su papá por cáncer de páncreas y ver a su esposo batallar contra el cáncer de próstata, decidió que tenía que hacer algo concreto para ayudar a los demás, ¿no es admirable?
Y vaya que lo está haciendo, mami. Hope Gala une el mundo del arte, la moda y la filantropía, conectando personas para apoyar a la Unidad de Quimioterapia del Hospital San Juan de Dios. No es solamente una noche de farándula, sino un esfuerzo real para conseguir medicinas que el seguro social no da, equipos médicos esenciales y hasta cosas básicas como cobijas y microondas para calentar la comidita, porque joder, eso también importa mucho para sentirse un poquito más cómodo mientras estás recibiendo el tratamiento.
“Antes, si un paciente traía comida casera, ¡teníamos que pedirle a las voluntarias que la calentaran!”, me soltó Raquel Mora, médica administrativa del departamento de hematooncología. “Ahora, con el microondas que nos regalaron gracias a Hope Gala, los pacientes pueden calentarla ellos mismos, y eso les facilita mucho la vida.” Un chunche así, aunque parezca pequeño, marca una diferencia enorme en el ánimo de la gente, ¿verdad?
Este año, esperan subir el nivel. Además de las charlas con oradores nacionales e internacionales, el mercadillo de la esperanza y la glamurosa gala del 1 de noviembre en el Club Unión, con la Costa Rica Big Band prendidísima y Rodrigo Lagunas poniendo el ambiente a todo dar, quieren comprar una máquina organizadora de filas. Así los pacientes pueden esperar tranquilos y sin aglomeraciones, como debería ser en cualquier hospital decente. ¡Qué carga estar dando vueltas esperando horas sin saber cuánto tiempo vas a estar ahí!
Pero la cosa no se acaba ahí, paisa. Si no puedes ir a la gala ni al mercadillo, aún puedes echar una mano por medio del SINPE Móvil al 7192-5142. Cada colón cuenta y, como dice Valeria, “se necesita mucha colaboración”. Lo importante es recordar que estas personas necesitan nuestro apoyo, y que juntos podemos marcar la diferencia.
Ileana González, oncóloga del Hospital San Juan de Dios, expresó su gratitud por el apoyo incondicional de Hope Gala. “Han puesto toda su energía y recursos en ayudarnos, y por eso estamos sumamente agradecidos”, afirmó. También resaltó la creciente demanda de servicios oncológicos debido al aumento de casos de cáncer a nivel global y nacional, lo que ha generado una sobrecarga en el hospital. ¡Un brete que hay que solucionar, sí señor!
En fin, Hope Gala es un ejemplo de cómo la iniciativa privada puede trabajar de la mano con el sector público para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Así que, ¿qué te parece si le damos una pensadita a estos pacientes y colaboramos con lo que podamos? ¿Crees que el gobierno debería invertir más en equipamiento médico y personal sanitario para reducir la dependencia de donaciones privadas?
Valeria Aguiluz, la cerebrito detrás de Hope Gala, me contó que todo empezó el año pasado, pensando en aportar una vaina positiva al ‘mes rosa’ de lucha contra el cáncer. Después de perder a su papá por cáncer de páncreas y ver a su esposo batallar contra el cáncer de próstata, decidió que tenía que hacer algo concreto para ayudar a los demás, ¿no es admirable?
Y vaya que lo está haciendo, mami. Hope Gala une el mundo del arte, la moda y la filantropía, conectando personas para apoyar a la Unidad de Quimioterapia del Hospital San Juan de Dios. No es solamente una noche de farándula, sino un esfuerzo real para conseguir medicinas que el seguro social no da, equipos médicos esenciales y hasta cosas básicas como cobijas y microondas para calentar la comidita, porque joder, eso también importa mucho para sentirse un poquito más cómodo mientras estás recibiendo el tratamiento.
“Antes, si un paciente traía comida casera, ¡teníamos que pedirle a las voluntarias que la calentaran!”, me soltó Raquel Mora, médica administrativa del departamento de hematooncología. “Ahora, con el microondas que nos regalaron gracias a Hope Gala, los pacientes pueden calentarla ellos mismos, y eso les facilita mucho la vida.” Un chunche así, aunque parezca pequeño, marca una diferencia enorme en el ánimo de la gente, ¿verdad?
Este año, esperan subir el nivel. Además de las charlas con oradores nacionales e internacionales, el mercadillo de la esperanza y la glamurosa gala del 1 de noviembre en el Club Unión, con la Costa Rica Big Band prendidísima y Rodrigo Lagunas poniendo el ambiente a todo dar, quieren comprar una máquina organizadora de filas. Así los pacientes pueden esperar tranquilos y sin aglomeraciones, como debería ser en cualquier hospital decente. ¡Qué carga estar dando vueltas esperando horas sin saber cuánto tiempo vas a estar ahí!
Pero la cosa no se acaba ahí, paisa. Si no puedes ir a la gala ni al mercadillo, aún puedes echar una mano por medio del SINPE Móvil al 7192-5142. Cada colón cuenta y, como dice Valeria, “se necesita mucha colaboración”. Lo importante es recordar que estas personas necesitan nuestro apoyo, y que juntos podemos marcar la diferencia.
Ileana González, oncóloga del Hospital San Juan de Dios, expresó su gratitud por el apoyo incondicional de Hope Gala. “Han puesto toda su energía y recursos en ayudarnos, y por eso estamos sumamente agradecidos”, afirmó. También resaltó la creciente demanda de servicios oncológicos debido al aumento de casos de cáncer a nivel global y nacional, lo que ha generado una sobrecarga en el hospital. ¡Un brete que hay que solucionar, sí señor!
En fin, Hope Gala es un ejemplo de cómo la iniciativa privada puede trabajar de la mano con el sector público para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Así que, ¿qué te parece si le damos una pensadita a estos pacientes y colaboramos con lo que podamos? ¿Crees que el gobierno debería invertir más en equipamiento médico y personal sanitario para reducir la dependencia de donaciones privadas?
