¡Ay, Dios mío! Esto sí que nos golpeó duro esta semana. Entre un caso horrible de agresión sexual en Los Ángeles de La Fortuna y una tragedia desgarradora en Zapote con niños fallecidos... uno se queda sin palabras, chunche. Parece que el país se nos vino encima, diay.
La noticia que puso a temblar a San Carlos fue el ataque a una jovencita nicaragüense, apenas una chama de 18 años que venía buscando el brete acá, trabajando duro para salir adelante. Según contaron, la subieron a empujones a un carro y ahí le hicieron de todo, qué torta. Se dice que ella luchó con valentía, tratando de defenderse con un cuchillo, pero el tipo la desarmo y siguió con sus barbaridades. Uno se da cuenta de la vulnerabilidad que tienen estas personas que vienen buscando mejorar su vida.
El OIJ ya tiene al sospechoso agarrado, un mae que según parece tiene historial, qué salado. Están revisando a ver si hay otras víctimas, porque eso pone los pelos de punta. Lo que más duele es pensar en el daño psicológico que le causaron a esta chica, que ahora está recibiendo atención médica. Esperemos que la justicia le dé con toda, porque este tipo merece pasar muchos años tras las rejas.
Pero como si esto fuera poco, llegó la noticia de Zapote, una tragedia que te cala hondo hasta los huesos. Un incendio en una vivienda dejó sin vida a tres niñas pequeñas y a un adulto más. Tres angelitos se fueron al cielo, juntitas en un cuarto, qué carga. Imaginen el dolor de sus papás, la angustia de toda la comunidad. Es tan injusto que estos sucesos tengan que pasar, diay.
Las causas del incendio aún se están investigando, pero las imágenes de la escena eran escalofriantes. Bomberos y equipos de rescate trabajando sin descanso, intentando salvar vidas, pero ya era demasiado tarde para esas pobres criaturas. Se reporta que el fuego se propagó muy rápido, dificultando las labores de evacuación. Este tipo de tragedias nos recuerdan la importancia de tener precauciones básicas de seguridad en nuestros hogares.
Estas dos situaciones, aunque diferentes en su naturaleza, comparten un denominador común: la fragilidad humana frente a la adversidad. Nos hacen reflexionar sobre la necesidad de fortalecer los sistemas de protección social, garantizar la seguridad ciudadana y promover una cultura de respeto y empatía. Tenemos que hacer algo, chunche, no podemos seguir viendo cómo pasan estas cosas por alto.
Y hablando de seguridad, ¿qué onda con la decisión de Estados Unidos de empezar a tomar huellas dactilares y otros datos biométricos de extranjeros? Muchos compatriotas están preocupados por cómo esto va a afectar sus planes de viaje y migración. Algunos dicen que es una medida necesaria para combatir el crimen, pero otros ven esto como una violación a la privacidad y los derechos humanos. Una verdadera vareta, si me apuran. Además, el problema de los medicamentos contaminados en el agua… ¡ufff!, todo viene encima.
En fin, esta semana ha sido dura para Costa Rica. Pero como decimos nosotros, “después de la tormenta siempre sale el sol”. Esperemos que podamos aprender de estas experiencias y construir un país más seguro, justo y solidario para todos. Ahora bien, teniendo en cuenta estos terribles acontecimientos, ¿cree usted que el gobierno está haciendo lo suficiente para proteger a los grupos más vulnerables de nuestra sociedad, y qué medidas adicionales deberían implementarse urgentemente?
La noticia que puso a temblar a San Carlos fue el ataque a una jovencita nicaragüense, apenas una chama de 18 años que venía buscando el brete acá, trabajando duro para salir adelante. Según contaron, la subieron a empujones a un carro y ahí le hicieron de todo, qué torta. Se dice que ella luchó con valentía, tratando de defenderse con un cuchillo, pero el tipo la desarmo y siguió con sus barbaridades. Uno se da cuenta de la vulnerabilidad que tienen estas personas que vienen buscando mejorar su vida.
El OIJ ya tiene al sospechoso agarrado, un mae que según parece tiene historial, qué salado. Están revisando a ver si hay otras víctimas, porque eso pone los pelos de punta. Lo que más duele es pensar en el daño psicológico que le causaron a esta chica, que ahora está recibiendo atención médica. Esperemos que la justicia le dé con toda, porque este tipo merece pasar muchos años tras las rejas.
Pero como si esto fuera poco, llegó la noticia de Zapote, una tragedia que te cala hondo hasta los huesos. Un incendio en una vivienda dejó sin vida a tres niñas pequeñas y a un adulto más. Tres angelitos se fueron al cielo, juntitas en un cuarto, qué carga. Imaginen el dolor de sus papás, la angustia de toda la comunidad. Es tan injusto que estos sucesos tengan que pasar, diay.
Las causas del incendio aún se están investigando, pero las imágenes de la escena eran escalofriantes. Bomberos y equipos de rescate trabajando sin descanso, intentando salvar vidas, pero ya era demasiado tarde para esas pobres criaturas. Se reporta que el fuego se propagó muy rápido, dificultando las labores de evacuación. Este tipo de tragedias nos recuerdan la importancia de tener precauciones básicas de seguridad en nuestros hogares.
Estas dos situaciones, aunque diferentes en su naturaleza, comparten un denominador común: la fragilidad humana frente a la adversidad. Nos hacen reflexionar sobre la necesidad de fortalecer los sistemas de protección social, garantizar la seguridad ciudadana y promover una cultura de respeto y empatía. Tenemos que hacer algo, chunche, no podemos seguir viendo cómo pasan estas cosas por alto.
Y hablando de seguridad, ¿qué onda con la decisión de Estados Unidos de empezar a tomar huellas dactilares y otros datos biométricos de extranjeros? Muchos compatriotas están preocupados por cómo esto va a afectar sus planes de viaje y migración. Algunos dicen que es una medida necesaria para combatir el crimen, pero otros ven esto como una violación a la privacidad y los derechos humanos. Una verdadera vareta, si me apuran. Además, el problema de los medicamentos contaminados en el agua… ¡ufff!, todo viene encima.
En fin, esta semana ha sido dura para Costa Rica. Pero como decimos nosotros, “después de la tormenta siempre sale el sol”. Esperemos que podamos aprender de estas experiencias y construir un país más seguro, justo y solidario para todos. Ahora bien, teniendo en cuenta estos terribles acontecimientos, ¿cree usted que el gobierno está haciendo lo suficiente para proteger a los grupos más vulnerables de nuestra sociedad, y qué medidas adicionales deberían implementarse urgentemente?