¡Ay, Dios mío! Qué pesar la bronca que hubo en el Hotel Oriente, en medio del centro. Se vino abajo parte del techo y dejó muertos, heridos... un desastre, vamos. La verdad es que uno se queda pensando qué pasa con estos lugares que parecen sacados de otro siglo.
El incidente ocurrió pasaditas de las dos de la mañana de este jueves. Según los bomberos, el fuego empezó rápido y se propagó por todo el tercer piso, que era donde estaban las habitaciones más afectadas. Unas 21 personas dormían ahí, dicen, y solo unas 15 pudieron salir corriendo antes de que todo explotara. Cinco fallecieron en el lugar, y todavía buscan a otra persona que no han localizado. ¡Qué sal!
Wilbert Hernández, un fotógrafo de Diario Extra, capturó imágenes impactantes desde una plataforma de un camión de bombero. Se nota en las fotos el daño terrible que causó el incendio. El techo del tercer piso colapsó totalmente, convertidas las habitaciones en un montón de escombros humeantes. Las autoridades ya están revisando toda la documentación del hotel para ver si cumplía con todas las normas de seguridad. Por lo que se comenta, eran cosas raras desde hacía rato.
El jefe de los bomberos, Héctor Chávez, no anduvo con rodeos. Dijo que el tiempo de respuesta fue rapidísimo, como de cuatro minutos, pero que el fuego avanzó tan veloz que fue imposible evitar lo peor. Además, añadió que el hotel tenía muchos problemas: hacinamiento, poca salida en caso de emergencia y cableado eléctrico viejo y peligroso. Este tipo de situaciones, lamentablemente, son comunes en muchos hospedajes baratos del centro de San José, esos que ofrecen alojamiento a precios bajos pero poniendo en riesgo la vida de la gente.
Y eso no es todo, resulta que unos vecinos tuvieron un altercado la noche anterior, y ahora la policía investiga si podría haber alguna relación entre esa pelea y el incendio. ¡Qué torta! Siempre hay algo más detrás, parece. El OIJ está tomando declaraciones y buscando pruebas para determinar cuál fue la causa real del siniestro. No se descarta ninguna hipótesis, dice la gente del departamento judicial.
Además del sufrimiento de las familias de las víctimas, esto deja una reflexión importante sobre la seguridad en nuestras ciudades. ¿Cómo es posible que sigan funcionando hoteles en estas condiciones? Parece que nadie hace nada hasta que pasa una tragedia así. Hay que ponerle leña al árbol a las autoridades competentes para que hagan cumplir las leyes y protejan la vida de los ciudadanos. Que esto sirva de alerta, brete.
Con este último incendio, ya van 17 vidas perdidas en estructuras similares durante este año. ¡Qué carga! Una estadística escalofriante que nos demuestra lo grave del problema. Muchos de estos edificios antiguos fueron construidos hace décadas, sin pensar en las medidas de seguridad modernas. Ahora, tenemos que buscar soluciones urgentes para evitar que esto vuelva a ocurrir. Se necesita una revisión profunda de todos los establecimientos de este tipo, y sanciones contundentes para los propietarios que incumplan las normas.
Ahora me pregunto, ¿crees tú que el gobierno debería implementar regulaciones más estrictas y realizar inspecciones sorpresa más frecuentes en hospedajes y edificios antiguos para garantizar la seguridad de sus ocupantes, o crees que la responsabilidad recae únicamente en los dueños de los inmuebles?
El incidente ocurrió pasaditas de las dos de la mañana de este jueves. Según los bomberos, el fuego empezó rápido y se propagó por todo el tercer piso, que era donde estaban las habitaciones más afectadas. Unas 21 personas dormían ahí, dicen, y solo unas 15 pudieron salir corriendo antes de que todo explotara. Cinco fallecieron en el lugar, y todavía buscan a otra persona que no han localizado. ¡Qué sal!
Wilbert Hernández, un fotógrafo de Diario Extra, capturó imágenes impactantes desde una plataforma de un camión de bombero. Se nota en las fotos el daño terrible que causó el incendio. El techo del tercer piso colapsó totalmente, convertidas las habitaciones en un montón de escombros humeantes. Las autoridades ya están revisando toda la documentación del hotel para ver si cumplía con todas las normas de seguridad. Por lo que se comenta, eran cosas raras desde hacía rato.
El jefe de los bomberos, Héctor Chávez, no anduvo con rodeos. Dijo que el tiempo de respuesta fue rapidísimo, como de cuatro minutos, pero que el fuego avanzó tan veloz que fue imposible evitar lo peor. Además, añadió que el hotel tenía muchos problemas: hacinamiento, poca salida en caso de emergencia y cableado eléctrico viejo y peligroso. Este tipo de situaciones, lamentablemente, son comunes en muchos hospedajes baratos del centro de San José, esos que ofrecen alojamiento a precios bajos pero poniendo en riesgo la vida de la gente.
Y eso no es todo, resulta que unos vecinos tuvieron un altercado la noche anterior, y ahora la policía investiga si podría haber alguna relación entre esa pelea y el incendio. ¡Qué torta! Siempre hay algo más detrás, parece. El OIJ está tomando declaraciones y buscando pruebas para determinar cuál fue la causa real del siniestro. No se descarta ninguna hipótesis, dice la gente del departamento judicial.
Además del sufrimiento de las familias de las víctimas, esto deja una reflexión importante sobre la seguridad en nuestras ciudades. ¿Cómo es posible que sigan funcionando hoteles en estas condiciones? Parece que nadie hace nada hasta que pasa una tragedia así. Hay que ponerle leña al árbol a las autoridades competentes para que hagan cumplir las leyes y protejan la vida de los ciudadanos. Que esto sirva de alerta, brete.
Con este último incendio, ya van 17 vidas perdidas en estructuras similares durante este año. ¡Qué carga! Una estadística escalofriante que nos demuestra lo grave del problema. Muchos de estos edificios antiguos fueron construidos hace décadas, sin pensar en las medidas de seguridad modernas. Ahora, tenemos que buscar soluciones urgentes para evitar que esto vuelva a ocurrir. Se necesita una revisión profunda de todos los establecimientos de este tipo, y sanciones contundentes para los propietarios que incumplan las normas.
Ahora me pregunto, ¿crees tú que el gobierno debería implementar regulaciones más estrictas y realizar inspecciones sorpresa más frecuentes en hospedajes y edificios antiguos para garantizar la seguridad de sus ocupantes, o crees que la responsabilidad recae únicamente en los dueños de los inmuebles?
