¡Qué chimba, pura vida! El ICE le está dando duro al tema del 5G en Costa Rica, y parece que ya estamos bastante avanzados en este brete. Después de mucho papeleo y procesos, finalmente se acerca la promesa de tener conexiones a internet más rápidas que un melao en verano. Esto, señores, podría cambiarle la onda a muchos sectores del país, desde agricultores hasta turistas, pasando por estudiantes que ya no tendrán que sufrir descargando tesis a paso de tortuga.
La movida es así: el ICE abrió la licitación hace unos meses, y vaya que recibieron propuestas, tanto de empresas gringas como nuestras. Samsung, Ericsson, Huawei, Nokia… ¡parecía la pelea de gallos! Se dividió todo en varias partidas, digamos, los pedazos de la red: equipos, licencias, servicios... la neta, un rollo entender todos esos tecnicismos, pero la idea general es simple: modernizar la infraestructura de telecomunicaciones del país, llevándola a la última moda con arquitecturas abiertas y tecnologías tipo Open RAN y 5G Standalone (SA). Esto, según dicen, nos asegura que la tecnología sea compatible, segura y flexible.
Lo interesante es ver cómo diferentes compañías pusieron sus cartas sobre la mesa. Ribon Communications, SISAP Infosec, GBM de Costa Rica… casi todos los pesos pesados estuvieron presentes. Según Leda Acevedo, la encargada de Telecomunicaciones del ICE, han sido súper estrictos con el proceso, revisando cada detalle para asegurar que la decisión final sea justa y beneficie a toda la nación. Han recalcado la importancia de la transparencia, eso sí, porque nadie quiere escándalos ni despaches en esta vara.
Ahora bien, hablemos claro: esto del 5G no es solo tener Youtube corriendo sin cortes. Potencialmente, puede transformar nuestra economía. Piénselo: los campesinos podrían controlar sensores en tiempo real para optimizar riego y fertilizantes; los hoteles podrían ofrecer experiencias personalizadas a través de internet de alta velocidad; los médicos podrían realizar consultas remotas con mayor facilidad… las posibilidades son infinitas, vamos. Incluso, nuestros queridos taxis podrían dejar de andar como perdidos con ese GPS viejo y empezar a usar aplicaciones de navegación ultra precisas. ¡Ya imaginen!
Pero ojo, que no todo es color de rosa. Como siempre, hay quienes cuestionan el papel de ciertas empresas extranjeras en este proceso, especialmente China. Se ha levantado un polvorín sobre la seguridad de los equipos de Huawei, pero el ICE insiste en que cumplen con todos los estándares internacionales y que están tomando todas las precauciones necesarias. Claro, uno nunca sabe con estas cosas... Hay que estar ojo avizor, diay.
Además, queda la gran pregunta: ¿esto realmente llegará a todos los rincones del país? Porque si solo tenemos 5G en Escazú y Santa Ana, pues ¿de qué sirve? Necesitamos que esta tecnología se extienda a zonas rurales, comunidades indígenas, lugares donde la conexión a internet sigue siendo un lujo. Ahí es donde realmente se nota la diferencia y se empodera a la gente.
Otro aspecto clave es el costo para el usuario final. Si el precio del servicio 5G sigue siendo prohibitivo, pocos van a poder acceder a él. Esperemos que las empresas sean conscientes de la realidad económica del país y ofrezcan planes accesibles para todos los bolsillos. No queremos que esto se convierta en otra vara de exclusión social, ¿me entienden?
En fin, el futuro del 5G en Costa Rica pinta prometedor, pero aún quedan varios desafíos por delante. Si bien la inversión y la apuesta por nuevas tecnologías son esenciales para el progreso, necesitamos hacerlo de manera responsable, transparente y equitativa. Entonces, mi pregunta para ustedes, mis panas del foro: ¿creen que la implementación del 5G realmente transformará la vida de los costarricenses, o será solo otro cachivache tecnológico para unos pocos privilegiados?
La movida es así: el ICE abrió la licitación hace unos meses, y vaya que recibieron propuestas, tanto de empresas gringas como nuestras. Samsung, Ericsson, Huawei, Nokia… ¡parecía la pelea de gallos! Se dividió todo en varias partidas, digamos, los pedazos de la red: equipos, licencias, servicios... la neta, un rollo entender todos esos tecnicismos, pero la idea general es simple: modernizar la infraestructura de telecomunicaciones del país, llevándola a la última moda con arquitecturas abiertas y tecnologías tipo Open RAN y 5G Standalone (SA). Esto, según dicen, nos asegura que la tecnología sea compatible, segura y flexible.
Lo interesante es ver cómo diferentes compañías pusieron sus cartas sobre la mesa. Ribon Communications, SISAP Infosec, GBM de Costa Rica… casi todos los pesos pesados estuvieron presentes. Según Leda Acevedo, la encargada de Telecomunicaciones del ICE, han sido súper estrictos con el proceso, revisando cada detalle para asegurar que la decisión final sea justa y beneficie a toda la nación. Han recalcado la importancia de la transparencia, eso sí, porque nadie quiere escándalos ni despaches en esta vara.
Ahora bien, hablemos claro: esto del 5G no es solo tener Youtube corriendo sin cortes. Potencialmente, puede transformar nuestra economía. Piénselo: los campesinos podrían controlar sensores en tiempo real para optimizar riego y fertilizantes; los hoteles podrían ofrecer experiencias personalizadas a través de internet de alta velocidad; los médicos podrían realizar consultas remotas con mayor facilidad… las posibilidades son infinitas, vamos. Incluso, nuestros queridos taxis podrían dejar de andar como perdidos con ese GPS viejo y empezar a usar aplicaciones de navegación ultra precisas. ¡Ya imaginen!
Pero ojo, que no todo es color de rosa. Como siempre, hay quienes cuestionan el papel de ciertas empresas extranjeras en este proceso, especialmente China. Se ha levantado un polvorín sobre la seguridad de los equipos de Huawei, pero el ICE insiste en que cumplen con todos los estándares internacionales y que están tomando todas las precauciones necesarias. Claro, uno nunca sabe con estas cosas... Hay que estar ojo avizor, diay.
Además, queda la gran pregunta: ¿esto realmente llegará a todos los rincones del país? Porque si solo tenemos 5G en Escazú y Santa Ana, pues ¿de qué sirve? Necesitamos que esta tecnología se extienda a zonas rurales, comunidades indígenas, lugares donde la conexión a internet sigue siendo un lujo. Ahí es donde realmente se nota la diferencia y se empodera a la gente.
Otro aspecto clave es el costo para el usuario final. Si el precio del servicio 5G sigue siendo prohibitivo, pocos van a poder acceder a él. Esperemos que las empresas sean conscientes de la realidad económica del país y ofrezcan planes accesibles para todos los bolsillos. No queremos que esto se convierta en otra vara de exclusión social, ¿me entienden?
En fin, el futuro del 5G en Costa Rica pinta prometedor, pero aún quedan varios desafíos por delante. Si bien la inversión y la apuesta por nuevas tecnologías son esenciales para el progreso, necesitamos hacerlo de manera responsable, transparente y equitativa. Entonces, mi pregunta para ustedes, mis panas del foro: ¿creen que la implementación del 5G realmente transformará la vida de los costarricenses, o será solo otro cachivache tecnológico para unos pocos privilegiados?
