¡Ay, Dios mío! Aquí vamos de nuevo con el tema de la economía... Uno diría que nunca aprendemos, ¿verdad, compas? Resulta que la feria de empleo que organizó el gobierno para ayudar a los exempleados de Intel no fue exactamente el éxito que esperaban. Sandro Zolezzi, nuestro experto en IED, le soltó la bomba hace unos días y puso a pensar a medio país.
Verán, Zolezzi explica que lo realmente preocupante no era la feria en sí, sino el tipo de empresas que se presentaron. Empresas de manufactura tradicional, digamos, esas que hacen cosas que ya nadie quiere, y algunas de dispositivos médicos. Pero, ¿dónde estaban las empresas de tecnología punta? Las que trabajan con software, inteligencia artificial, análisis de datos... ¡Ninguna, diay! Esto, según él, refleja un problema bien profundo en cómo atraemos inversiones al país.
El mae nos dice que seguimos aferrados a una mentalidad del siglo pasado. Medimos el éxito en dólares y empleos, cuando ahora el verdadero valor está en las ideas, en el diseño, en el software, en toda esa vaina intangible que mueve el mundo. Piénsenlo: Nvidia, esa compañía que vale más que muchas naciones juntas, no fabrica ni una sola pieza, ¿me entienden? Diseñan, crean, piensan... y generan muchísimo más valor que cualquier fábrica gigante.
Mientras tanto, Intel, que siempre fue nuestro símbolo de desarrollo tecnológico, está reduciendo operaciones a nivel mundial, cerrando plantas y mandando todo a Asia. Un clásico ejemplo de que el negocio se mueve, mi gente. Y Costa Rica, aparentemente, se quedó estancada viendo pasar el tren. ¿Se imaginan eso?
Recordemos que cuando Intel anunció que iba a cerrar la planta de ensamble y pruebas aquí, muchos pensaron que era solo un ajuste normal. ¡Error!, dijo Zolezzi. Es parte de un patrón claro: la manufactura busca donde es más barato, el diseño va donde hay talento, y el valor se queda donde están las ideas. Y, por supuesto, ahora que hablamos de talento, ese personal capacitado por Intel es una oportunidad enorme que tenemos por delante, ¿y saben qué? Parece que todavía no sabemos qué hacer con él.
Lo peor de todo es que la feria de empleo demostró que seguimos atascados en la vieja forma de pensar. Invitamos a empresas que replican el modelo que Intel está dejando atrás, y olvidamos por completo invitar a empresas de servicios tecnológicos avanzados. Software, ciberseguridad, inteligencia artificial, todo eso que podría darle un empujón a nuestra economía. ¡Es una pena, diay!
Zolezzi me hizo reflexionar sobre la necesidad de cambiar radicalmente nuestra estrategia de promoción de inversión. Ya no sirve tener mano de obra barata; necesitamos ingenieros, programadores, diseñadores, gente que pueda innovar y crear soluciones nuevas. Y para eso, necesitamos una agencia de promoción de inversión preparada para el siglo XXI, una que sepa cómo atraer empresas que produzcan diseño, propiedad intelectual y algoritmos. Porque, miren, ¡el mundo ya dejó de premiar fábricas!
Así que, acá les dejo la pregunta, mis queridos lectores del Foro: ¿Estamos dispuestos a dejar atrás viejas costumbres y apostarle a un futuro basado en la innovación y el conocimiento, o preferimos seguir intentando atraer empresas que simplemente replican modelos obsoletos? ¿Cuál es, según ustedes, el camino correcto para que Costa Rica tenga un papel importante en la economía global? ¡Díganme sus opiniones!
Verán, Zolezzi explica que lo realmente preocupante no era la feria en sí, sino el tipo de empresas que se presentaron. Empresas de manufactura tradicional, digamos, esas que hacen cosas que ya nadie quiere, y algunas de dispositivos médicos. Pero, ¿dónde estaban las empresas de tecnología punta? Las que trabajan con software, inteligencia artificial, análisis de datos... ¡Ninguna, diay! Esto, según él, refleja un problema bien profundo en cómo atraemos inversiones al país.
El mae nos dice que seguimos aferrados a una mentalidad del siglo pasado. Medimos el éxito en dólares y empleos, cuando ahora el verdadero valor está en las ideas, en el diseño, en el software, en toda esa vaina intangible que mueve el mundo. Piénsenlo: Nvidia, esa compañía que vale más que muchas naciones juntas, no fabrica ni una sola pieza, ¿me entienden? Diseñan, crean, piensan... y generan muchísimo más valor que cualquier fábrica gigante.
Mientras tanto, Intel, que siempre fue nuestro símbolo de desarrollo tecnológico, está reduciendo operaciones a nivel mundial, cerrando plantas y mandando todo a Asia. Un clásico ejemplo de que el negocio se mueve, mi gente. Y Costa Rica, aparentemente, se quedó estancada viendo pasar el tren. ¿Se imaginan eso?
Recordemos que cuando Intel anunció que iba a cerrar la planta de ensamble y pruebas aquí, muchos pensaron que era solo un ajuste normal. ¡Error!, dijo Zolezzi. Es parte de un patrón claro: la manufactura busca donde es más barato, el diseño va donde hay talento, y el valor se queda donde están las ideas. Y, por supuesto, ahora que hablamos de talento, ese personal capacitado por Intel es una oportunidad enorme que tenemos por delante, ¿y saben qué? Parece que todavía no sabemos qué hacer con él.
Lo peor de todo es que la feria de empleo demostró que seguimos atascados en la vieja forma de pensar. Invitamos a empresas que replican el modelo que Intel está dejando atrás, y olvidamos por completo invitar a empresas de servicios tecnológicos avanzados. Software, ciberseguridad, inteligencia artificial, todo eso que podría darle un empujón a nuestra economía. ¡Es una pena, diay!
Zolezzi me hizo reflexionar sobre la necesidad de cambiar radicalmente nuestra estrategia de promoción de inversión. Ya no sirve tener mano de obra barata; necesitamos ingenieros, programadores, diseñadores, gente que pueda innovar y crear soluciones nuevas. Y para eso, necesitamos una agencia de promoción de inversión preparada para el siglo XXI, una que sepa cómo atraer empresas que produzcan diseño, propiedad intelectual y algoritmos. Porque, miren, ¡el mundo ya dejó de premiar fábricas!
Así que, acá les dejo la pregunta, mis queridos lectores del Foro: ¿Estamos dispuestos a dejar atrás viejas costumbres y apostarle a un futuro basado en la innovación y el conocimiento, o preferimos seguir intentando atraer empresas que simplemente replican modelos obsoletos? ¿Cuál es, según ustedes, el camino correcto para que Costa Rica tenga un papel importante en la economía global? ¡Díganme sus opiniones!