¡Ay, Dios mío, pura vida! Apple soltó la actualización 26.2 de iOS, y vaya que ha habido reacción. No es que reinventaron la rueda, eh, ni mucho menos. Pero hay cositas que le dan un empuje, unos toques finitos que hacen que el iPhone se sienta un poquito más… como debería sentirse. Algunos dicen que es puro marketing, pero vamos a ver qué tal, porque hasta los celulares necesitan cariño.
Verás, la onda es que Apple siempre anda puliendo cosas, arreglando bichos que salen como sorpresa y, claro, metiendo algunas nuevecitas. Esta vez, la promesa es más eficiencia, privacidad mejorada y unas cuantas mejoras que, sinceramente, eran necesarias. Porque, diay, hasta a nosotros nos estaba molestando andar haciendo cosas complicadas. Siempre buscando atajos y soluciones, pues.
La primera vara que me llamó la atención fue lo del AirDrop. Antes era un rollo tener que aceptar a medio mundo o ponerlo en modo ‘todos’, ¡qué despiche! Ahora puedes compartir archivos con un código, sin tener que estar aceptando amigos imaginarios. Se mantiene conectado por 30 días, ideal si andas intercambiando muchas fotos o videos con alguien. Un alivio, ¡de verdad!
Luego, la app de Recordatorios. Ya sabes cómo es, te pones a trabajar y olvidas que tenías una cita importante. Ahora puedes ponerle una alarma a las tareas urgentes, como si fuera un despertador. Te avisa bien fuerte, para que no te vayas dando vueltas. Así evitas llegar tarde a esos bretes que tanto te importan. ¡Un gran avance para los distraídos como yo!
En Freeform, la pizarra digital, también hubo chamba. Ahora puedes meter tablas para organizar la información. Imagínate hacer planillas, listas de compras o diagramas de flujo directamente ahí. Se acabó tener que buscar Excel o Google Sheets. Todo en un mismo lugar, manejándolo a gusto. Qué chiva eso, eh.
Y ni hablar del Liquid Glass, ese diseño transparente que tienen algunos iPhones. Ahora puedes ajustar la transparencia del reloj en la pantalla de bloqueo. Así queda a tu gusto, pa’ darle un toque personal. Además, aplicaron este efecto a otras partes del sistema, como la herramienta de Nivel en Medidas, dejando todo más armónico y moderno. Va tomando forma, ¿verdad?
Las aplicaciones de Podcast también recibieron un cambiazito. Si un episodio no tiene capítulos definidos, el sistema los crea automáticamente. Así puedes saltar entre secciones sin tener que escuchar todo desde el principio. Y los enlaces a otros podcasts aparecen más claros, para que no te pierdas ninguna referencia. Una buena mejora para los amantes del audio.
Pero quizás lo que más me dejó pensando fue lo de la Puntuación de Sueño. Parece que Apple decidió calibrar las métricas para que sean más realistas. Ahora es más difícil obtener una puntuación perfecta, y las bajas se clasifican de manera más estricta. Será que querían recordarnos que dormir ocho horas seguidas no es tan fácil como parece, ¿no creen? Bueno, en general, la actualización no es una revolución, pero sí tiene sus cositas. Un chamaco actualizado, listo para seguir rodando. ¿Ustedes qué opinan? ¿Les parece que vale la pena actualizar o prefieren esperar a ver qué pasa con la siguiente versión? ¡Díganme, quiero saber su opinión!
Verás, la onda es que Apple siempre anda puliendo cosas, arreglando bichos que salen como sorpresa y, claro, metiendo algunas nuevecitas. Esta vez, la promesa es más eficiencia, privacidad mejorada y unas cuantas mejoras que, sinceramente, eran necesarias. Porque, diay, hasta a nosotros nos estaba molestando andar haciendo cosas complicadas. Siempre buscando atajos y soluciones, pues.
La primera vara que me llamó la atención fue lo del AirDrop. Antes era un rollo tener que aceptar a medio mundo o ponerlo en modo ‘todos’, ¡qué despiche! Ahora puedes compartir archivos con un código, sin tener que estar aceptando amigos imaginarios. Se mantiene conectado por 30 días, ideal si andas intercambiando muchas fotos o videos con alguien. Un alivio, ¡de verdad!
Luego, la app de Recordatorios. Ya sabes cómo es, te pones a trabajar y olvidas que tenías una cita importante. Ahora puedes ponerle una alarma a las tareas urgentes, como si fuera un despertador. Te avisa bien fuerte, para que no te vayas dando vueltas. Así evitas llegar tarde a esos bretes que tanto te importan. ¡Un gran avance para los distraídos como yo!
En Freeform, la pizarra digital, también hubo chamba. Ahora puedes meter tablas para organizar la información. Imagínate hacer planillas, listas de compras o diagramas de flujo directamente ahí. Se acabó tener que buscar Excel o Google Sheets. Todo en un mismo lugar, manejándolo a gusto. Qué chiva eso, eh.
Y ni hablar del Liquid Glass, ese diseño transparente que tienen algunos iPhones. Ahora puedes ajustar la transparencia del reloj en la pantalla de bloqueo. Así queda a tu gusto, pa’ darle un toque personal. Además, aplicaron este efecto a otras partes del sistema, como la herramienta de Nivel en Medidas, dejando todo más armónico y moderno. Va tomando forma, ¿verdad?
Las aplicaciones de Podcast también recibieron un cambiazito. Si un episodio no tiene capítulos definidos, el sistema los crea automáticamente. Así puedes saltar entre secciones sin tener que escuchar todo desde el principio. Y los enlaces a otros podcasts aparecen más claros, para que no te pierdas ninguna referencia. Una buena mejora para los amantes del audio.
Pero quizás lo que más me dejó pensando fue lo de la Puntuación de Sueño. Parece que Apple decidió calibrar las métricas para que sean más realistas. Ahora es más difícil obtener una puntuación perfecta, y las bajas se clasifican de manera más estricta. Será que querían recordarnos que dormir ocho horas seguidas no es tan fácil como parece, ¿no creen? Bueno, en general, la actualización no es una revolución, pero sí tiene sus cositas. Un chamaco actualizado, listo para seguir rodando. ¿Ustedes qué opinan? ¿Les parece que vale la pena actualizar o prefieren esperar a ver qué pasa con la siguiente versión? ¡Díganme, quiero saber su opinión!