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Dr. Jekyll dijo:Yo digo que este tema es pura chota (nada que ver con desmitificar). Nos cuesta a los ticos!! :???:
Autor del tema = No se que sacarle a Franklin Chang pero tengo muchas ganas de Hacer un tema Para hablar mal de el porque fijo si esta construyendo algo es para su beneficio alguien sabe algo malo del Spock Tico ? Para basurearlo bastante ..??
Bigotesllenosdeleche= Huy Si el Astronauta se fue a trabajar a USA que malo no se porque no se quedo aqui disfrutando de nuestro programa espacial ! Cambio El Punto Guanacasteco por American PIE fijo le vamos a ver el lado oscuro de la fuerza como darth vader cuando sepamos que en lugar de un motor esta construyendo una estrella de la muerte y nos obligue a que le paguemos para no matarnos .. Es un malvado empresario sin Alma !!!
Por cierto TODO ESTO ES CULPA DEL TLC ...
haroldmk dijo:¿Qué está haciendo el señor Chang Díaz en Liberia? ¿Por qué ahí?.
haroldmk dijo:A mi desde hace tiempo hay cosas de este señor que no me terminan de convencer. Yo es que no sé nada de nada de lo que hace. Tal vez podemos empezar por ahí, respondiendo dos preguntas sencillísimas.
¿Qué está haciendo el señor Chang Díaz en Liberia? ¿Por qué ahí?.
Jaguar-O dijo:Mae, que te hizo Franklin Chang? O es pura envidia???
Lycaon dijo:Porque no ?haroldmk dijo:¿Qué está haciendo el señor Chang Díaz en Liberia? ¿Por qué ahí?.
¡Que respuesta!D'urden dijo:La misma razon porque vivo en Costa Rica y no en ninguna otra parte del mundo, porque si.![]()
haroldmk dijo:A mi desde hace tiempo hay cosas de este señor que no me terminan de convencer. Yo es que no sé nada de nada de lo que hace. Tal vez podemos empezar por ahí, respondiendo dos preguntas sencillísimas.
¿Qué está haciendo el señor Chang Díaz en Liberia? ¿Por qué ahí?.
DanyVid dijo:haroldmk dijo:A mi desde hace tiempo hay cosas de este señor que no me terminan de convencer. Yo es que no sé nada de nada de lo que hace. Tal vez podemos empezar por ahí, respondiendo dos preguntas sencillísimas.
¿Qué está haciendo el señor Chang Díaz en Liberia? ¿Por qué ahí?.
estimado amigo : deberia ud empezar por informarse un pokito mas sobre la situacion de Costa Rica nada del otro mundo es decir talvez leer el periodico ver noticias etc Y DESPUES PREGUNTE LA ESTUPIDEZ Q KIERA !!!!.
Como puede decir q hay cosas q no le terminan de convecncer ?? si ud no tiene una minima idea de lo q esta haciendo.
Hay un vecino de Guanacaste, astronauta y físico nuclear, que vive con dos grandes sueños: construir un motor de plasma para llevar a los humanos hasta Marte y hacer algo para reparar los huecos en las calles de Liberia.
En cuanto el viaje a Marte, muchos creemos que tendrá éxito; acerca de las carreteras nacionales, nadie sabe.
Franklin Chang Díaz, su esposa, Peggy Doncaster y la menor de sus cuatro hijas, Miranda, viven en Liberia desde el año pasado.
Franklin viaja a menudo entre Houston, Texas, y la capital guanacasteca, pero llega más rápido por avión a Houston que por tierra a San José.
En Liberia, Franklin redescubre una Costa Rica que se le parece al San José que dejó en 1968: una comunidad pequeña que todavía es amable, cortés y sencilla. Allí instaló la subsidiaria de su empresa Ad Astra Rocket, que tiene su laboratorio principal en Houston.
Junto a su hermano, el ingeniero Rónald Chang, y un grupo de científicos y colaboradores costarricenses construye un motor para viajar a Marte, y a los asteroides.
El científico y su familia intentan adaptarse a la vida cotidiana costarricense. Desde que salió de Costa Rica hace casi 40 años Franklin solo venía al país de visita. Ahora es diferente: él, Peggy y Miranda conviven con lo bueno y lo malo de esta sociedad.
Tardó siete meses para encontrar una casa de alquiler que se adaptara a sus necesidades de profesional de clase media.
Rónald, prefirió no buscar más y cuando está en Guanacaste duerme en el sofá de la oficina que comparte con Franklin.
En los alrededores de Liberia solo había disponibles viviendas pequeñas o mansiones multimillonarias, así que, mientras encontraban casa, la familia Chang Doncaster se alojó en el hotel La Pacífica, en Cañas.
Uno de sus retos diarios era cómo enfriar un motor tan caliente como el sol. El otro desafío era llevar y traer a su hija a la escuela Ciudad Blanca, en Liberia, a 45 minutos de distancia sobre una calle que recuerda a la Luna.
“En invierno fue horrible. Llevar a Miranda a la escuela era imposible, casi se necesitaba un vehículo anfibio. ¿Cómo es posible que esto ocurra en un lugar donde uno va a Papagayo y ve ese gran desarrollo? ¿Cómo es posible que aquí la gente no tenga esa infraestructura básica?”
Más lento que ir a Marte
La familia encontró una vivienda en urbanización El Real, en Liberia, Liberia, pero no se alejó del tormento callejero.
Al principio, Franklin y su esposa alquilaban un carro y tuvieron dificultades para aprender a manejar sin dañar las llantas. Les salía tan caro que prefirieron traer su vehículo familiar.
Franklin tardó cuatro días manejando desde Houston y seis meses calculando los impuestos que debía pagar su auto, casi lo mismo que tardaría en ir y volver a Marte con su motor de plasma.
El carro es un Toyota Prius que funciona con gasolina y electricidad. No quedó convencido con la forma en que la aduana fijó lo que él debería pagar para importar el auto, así que pidió explicaciones.
“Soy muy testarudo y quería saber cómo se calculaban esos impuestos y me costó un mundo derivar cuáles eran las fórmulas para calcular los impuestos. Entonces tuve que ir a reunirme con la gente de aduanas y sentarme en las computadoras de ellos para que me explicaran los detalles de cómo es que calculan esas cuestiones. Son procesos muy viscosos, muy complicados”.
¿Complicado? Lo dice un ingeniero eléctrico y doctor en física del plasma, con siete misiones espaciales, cuya tesis de doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) analizó conceptos de reactores de fusión termonuclear.
Sueños de realidad
Cuando él habla de calcular impuestos o la potencia de un motor espacial, se evidencia un rasgo de su carácter: el deseo de entender lo complejo y convertir lo imposible en sencillo y posible.
Al menos así nos pareció cuando lo entrevistamos de camino a Las Morrocochas” en las faldas del volcán Rincón de la Vieja, donde aceptó engañar a la gravedad durante casi una hora frente al lente de José Díaz.
Entre bache y bache, comentaba con naturalidad la necesidad que tendrá su empresa de instalar una sucursal en la Luna para enviar cohetes desde allí a Marte, a los asteroides y a las lunas de Júpiter.
“¿Ha visto Star Trek ? La nave espacial Enterprise usa motores de plasma”, explica él, fanático de la teleserie y admirador de su precisión científica.
E n 1968, a sus compañeros del Banco Nacional también les costó creer cuando, al final de cada mes, Changcito, cajero en la sección internacional, sin aspavientos hacía los cierres contables en cinco segundos mientras los demás tardaban hasta la madrugada.
Changcito supo que había una computadora en el sótano del banco, en San José, y aprendió a registrar sus transacciones en tarjetas perforadas.
Cuando debía cerrar sus cuentas, introducía las tarjetas en la máquina y, un instante después, ya iba camino a la estación de la Coca-Cola para tomar el autobús hacia su casa, en Escazú.
Su pasión por resolver problemas científícos también lo acercó a Peggy.
Ella es ingeniera de computadoras y médico familiar. Conoció a Franklin en 1981 cuando trabajaba como programadora de los simuladores espaciales en la NASA.
En una ocasión, Franklin no podía decodificar en Houston un programa necesario para hacer experimentos en física del plasma con una supercomputadora en California.
Después de una semana de pelear con el programa, le pidió ayuda a Peggy y ella resolvió el asunto en un día.
Lo que ella no termina de entender es por qué algunas veces los recibos de los servicios de agua, luz o teléfono no llegan a tiempo su casa y por qué debe ir físicamente a una oficina en el centro de Liberia, hacer filas y perder horas de tiempo para completar trámites de servicios públicos.
“Por muchos años tuve la fascinación de vivir algún día en Costa Rica. Siempre me sentía feliz al llegar y triste al irme. Todavía estoy feliz con la decisión, aunque eso no quiera decir que haya sido fácil”, dice Peggy.
Para ella, la frase “¿cómo puedo servirle?” ,personifica la amabilidad de los costarricenses.
E n Estados Unidos quedan las dos hijas del primer matrimonio de Franklin, así como la mayor de su relación con Peggy.
Jean Elizabeth es educadora e intructora de buceo; tiene 32 años. Sonia Rosa, de 29 años, es activista del Partido Demócrata y candidata al senado estatal de Massachusetts, y Lidia, de 19 años, es flautista y estudiante de música.
Peggy no solo está enamorada del país sino que también desea ejercer la medicina en Liberia..
Sin embargo, a ella le sorprende que no haya suficientes escuelas y le cuesta creer que la pobreza y la falta de vivienda puedan ser disminuidas “con hoteles de lujo y canchas de golf”.
Para Franklin Chang, la solución de muchos de los problemas que ve en Guanacaste “no es cuestión de dinero, es cuestión de organización, de mentalidad colectiva”.
A él también le preocupa que la riqueza que entra al país no se esté filtrando.
“Esto no puede seguir así; si así sigue, va a explotar. Creo que todo este debate acerca del TLC tiene ciertos elementos qué rescatar, del hecho de que el grueso de la población no se está beneficiando de esos grandes ingresos que entran al país”.
Organización terrestre
Para viajar a Marte, Franklin Chang prueba, en su laboratorio de la Hacienda La Flor, el prototipo del cohete magnetoplasmático de impulso específico variable (VASIMR), por sus siglas en inglés).
Para ayudar a reparar las calles de Liberia, organizó un grupo de vecinos interesados en cooperar con la municipalidad.
Él es seguidor de las ideas del político demócrata estadounidense Thomas Tip O’Neill, quien creía que toda política es local.
El grupo informal, de 15 ó 20 vecinos, planea convertirse en una asociación. Sus preocupaciones inmediatas son las calles, la basura y la ampliación de los alcantarillados.
Los integrantes ya han recibido charlas del alcalde de Liberia y del ingeniero municipal, para conocer la situación de la comunidad y pensar en soluciones.
A pesar de cualquier traba, Franklin tiene la fe de que las cosas pueden cambiar.
“Creo que la gente está como quemada, muy escéptica y cree que no va funcionar porque otros lo han intentado y no ha pasado nada. Pero este es un trabajo colectivo en el que no podemos rendirnos. Cuando uno abdica, se acabó”.
Su tiempo rinde para pensar en los canales marcianos, los cráteres terrestres y la preparación de tres libros con sus experiencias terrenales y espaciales.
El primero contará su infancia y juventud en Costa Rica. Se llamará Los primeros años. Mis primeras aventuras en el planeta Tierra.
En el segundo contará su vida en Estados Unidos, desde que emigró hasta que fue aceptado en la NASA, y en el último recordará sus 25 años de trayectoria como astronauta.
Quizás haya un cuarto, con la historia de su regreso a Costa Rica y el desenlace de su aventura marciana en Liberia.
Un año de plasma
Desde Liberia, el largo viaje a Marte avanzó preciosos kilómetros en los últimos 12 meses.
El pasado 11 de junio, Franklin Chang y su equipo lograron hacer un disparo de plasma de tres horas en su laboratorio de la Hacienda La Flor. Ellos repitieron el experimento un día después.
El plasma es el cuarto estado de la materia que existe de manera natural en las estrellas. Puede ser obtenido en el laboratorio al calentar el gas argón a cientos de miles de grados centígrados .
Al ser contenido y acelerado por un campo magnético, produce velocidades tales que un viaje ida y vuelta a Marte duraría seis meses en vez de años.
Pero además de los disparos, durante este año apareció la primera empresa interesada en comprar el motor: la compañía británica Excalibur.
El laboratorio de Chang en Houston también dejó físicamente las instalaciones de la NASA en octubre pasado y se trasladó a un edificio propio de la compañía Ad-Astra Rocket.
Pacman dijo:La cochina envidia de un resentido con cierta educación. Eso es todo.![]()
Recuerdo que Cotico (un drogadicto con título de bachiller universatario sacado durante 20 años en la UCR, ni la licenciatura sacó) fue el primero en criticar a Franklin Chang. :?
Por lo demás, el beneficio de ese proyecto para el país es una cuestión de imagen que puede contribuir a atraer inversiones. :twisted:
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