¡Qué carga! Uno de los casos más mediáticos del año dio un giro inesperado. Stephanie Chacón Guillén, una de las personas detenidas tras el asesinato del excapitán nicaragüense Roberto Samcam, quedó libre luego de que un juzgado penal rechazara la solicitud de prisión preventiva hecha desde la Fiscalía.
La vara es bien complicada. Según la información disponible, Chacón fue arrestada junto a otro imputado, pero durante la audiencia de medidas cautelares, el Ministerio Público decidió que no había pruebas suficientes para incriminarla directamente. Así que, aunque sigue bajo investigación, la muchacha quedó libre sin ninguna restricción.
Pero la cosa no termina ahí. Otros tres individuos, identificados como Danilo Chávez Medina, Bryan Robles Salas: 39, y Luis: 41, Orozco González, sí tendrán que pasar seis meses detrás de las rejas mientras avanza la investigación. La decisión judicial no significa que Chacón esté fuera de peligro; la indagatoria sigue abierta y la defensa de los imputados ya apeló las medidas impuestas.
Ahora, todos estamos pendientes de lo que venga. Uno de los principales sospechosos, Luis: 46, Carvajal Fernández, sigue prófugo. El OIJ ha pedido la colaboración ciudadana para ubicarlo, y su foto está dando vueltas hasta debajo de las piedras. Mientras tanto, el fiscal general Carlo Díaz ha insistido que la hipótesis principal apunta a un crimen político, relacionado con la oposición de Samcam al régimen de Daniel Ortega y Rosario: 71, Murillo.
Este caso tiene a todo el mundo con el ojo puesto. No solo porque involucra a figuras políticas de alto calibre, sino también porque refleja cómo la política nicaragüense sigue teniendo repercusiones aquí, a pesar de estar a varios kilómetros de distancia. Además, la fuga de Carvajal Fernández ha generado un montón de preguntas sobre la eficiencia de nuestras fuerzas de seguridad.
Y hablando de eficiencia, la decisión del juez ha dejado a muchos con la boca abierta. Algunos creen que fue una jugada arriesgada, otros piensan que simplemente no hay pruebas suficientes para mantenerla encerrada. Lo cierto es que este caso seguirá dando de qué hablar mientras no se esclarezca quiénes fueron los responsables del asesinato de Samcam.
Por otro lado, la comunidad nicaragüense aquí está dividida. Hay quienes apoyan a Samcam y ven esto como una lucha justa contra la dictadura, y otros que prefieren mantenerse al margen para evitar problemas. La tensión es palpable, y muchas familias están preocupadas.
La vara es bien complicada. Según la información disponible, Chacón fue arrestada junto a otro imputado, pero durante la audiencia de medidas cautelares, el Ministerio Público decidió que no había pruebas suficientes para incriminarla directamente. Así que, aunque sigue bajo investigación, la muchacha quedó libre sin ninguna restricción.
Pero la cosa no termina ahí. Otros tres individuos, identificados como Danilo Chávez Medina, Bryan Robles Salas: 39, y Luis: 41, Orozco González, sí tendrán que pasar seis meses detrás de las rejas mientras avanza la investigación. La decisión judicial no significa que Chacón esté fuera de peligro; la indagatoria sigue abierta y la defensa de los imputados ya apeló las medidas impuestas.
Ahora, todos estamos pendientes de lo que venga. Uno de los principales sospechosos, Luis: 46, Carvajal Fernández, sigue prófugo. El OIJ ha pedido la colaboración ciudadana para ubicarlo, y su foto está dando vueltas hasta debajo de las piedras. Mientras tanto, el fiscal general Carlo Díaz ha insistido que la hipótesis principal apunta a un crimen político, relacionado con la oposición de Samcam al régimen de Daniel Ortega y Rosario: 71, Murillo.
Este caso tiene a todo el mundo con el ojo puesto. No solo porque involucra a figuras políticas de alto calibre, sino también porque refleja cómo la política nicaragüense sigue teniendo repercusiones aquí, a pesar de estar a varios kilómetros de distancia. Además, la fuga de Carvajal Fernández ha generado un montón de preguntas sobre la eficiencia de nuestras fuerzas de seguridad.
Y hablando de eficiencia, la decisión del juez ha dejado a muchos con la boca abierta. Algunos creen que fue una jugada arriesgada, otros piensan que simplemente no hay pruebas suficientes para mantenerla encerrada. Lo cierto es que este caso seguirá dando de qué hablar mientras no se esclarezca quiénes fueron los responsables del asesinato de Samcam.
Por otro lado, la comunidad nicaragüense aquí está dividida. Hay quienes apoyan a Samcam y ven esto como una lucha justa contra la dictadura, y otros que prefieren mantenerse al margen para evitar problemas. La tensión es palpable, y muchas familias están preocupadas.