Menos, dicha vara. Resulta que un señor bien tico, de apellido Fuentes, tuvo que lidiar con una situación bien salada, pero al final, la justicia se hizo presente. Todo comenzó cuando lo mandaron a hacer un respaldo de toda la información de su laptop empresarial, ¡y eso incluía hasta las fotos de los güiles sus hijos tomando bañito!
La vara era que Fuentes trabajó en una empresa de tecnología como representante de ventas, y cuando lo despidieron le pidieron que hiciera un respaldo de todo lo que tenía en su laptop. Pero, ¡qué carga! El mae tenía fotos personales que no quería que nadie viera, entonces se fue a la Sala Constitucional a pedir un amparo.
Pero los jueces de la Sala IV le dijeron que no había violación de derechos porque la información fue analizada por una inteligencia artificial y se mantuvo toda confidencial. Además, en el reglamento de la empresa se especifica cómo usar los equipos y cómo eliminar la información después de una investigación.
El problema empezó cuando, en diciembre del 2022, a Fuentes le dijeron que no podía modificar ni eliminar archivos de su laptop. ¿Qué es lo que estaba pasando? Pues que la empresa quería hacer un respaldo de toda la información y Fuentes se sintió como que iban a invadir su privacidad. No le contaron bien que la empresa tenía derecho a hacer eso porque las laptops son propiedad de ellos.
Resulta que el 7 de diciembre del 2023, Fuentes tuvo que entregar su laptop para que se hiciera el respaldo. Y ahí fue donde se dio cuenta de que ¡ya tenían impresas sus comunicaciones privadas! ¿Qué chiva torta, no? ¡Cómo iban a violar su privacidad así sin más ni más! Al final, los jueces dijeron que no había problema porque la información estaba guardada y no la habían revisado los humanos de la empresa.
Durante el proceso de respaldo, Fuentes pudo estar presente y se dio cuenta de que todo iba a ser copiado, incluyendo sus carpetas personales. Y él se quejaba de que no había sido invitado a ninguna sesión de revisión de su dispositivo y que ya terceros habían visto sus archivos.
La empresa, por su parte, dijo que eso siempre ha pasado y que la información fue analizada por inteligencia artificial. La verdad, la vara se puso bien tenaz, pero al final, la Sala IV decidió que no había violación de derechos porque la información no había sido revisada y se mantenía confidencial.
Y ustedes, que piensan: ¿Fue correcta la decisión de la Sala IV? ¿Qué hubiera hecho en ese caso? ¡Dejen sus comentarios y conversamos!
La vara era que Fuentes trabajó en una empresa de tecnología como representante de ventas, y cuando lo despidieron le pidieron que hiciera un respaldo de todo lo que tenía en su laptop. Pero, ¡qué carga! El mae tenía fotos personales que no quería que nadie viera, entonces se fue a la Sala Constitucional a pedir un amparo.
Pero los jueces de la Sala IV le dijeron que no había violación de derechos porque la información fue analizada por una inteligencia artificial y se mantuvo toda confidencial. Además, en el reglamento de la empresa se especifica cómo usar los equipos y cómo eliminar la información después de una investigación.
El problema empezó cuando, en diciembre del 2022, a Fuentes le dijeron que no podía modificar ni eliminar archivos de su laptop. ¿Qué es lo que estaba pasando? Pues que la empresa quería hacer un respaldo de toda la información y Fuentes se sintió como que iban a invadir su privacidad. No le contaron bien que la empresa tenía derecho a hacer eso porque las laptops son propiedad de ellos.
Resulta que el 7 de diciembre del 2023, Fuentes tuvo que entregar su laptop para que se hiciera el respaldo. Y ahí fue donde se dio cuenta de que ¡ya tenían impresas sus comunicaciones privadas! ¿Qué chiva torta, no? ¡Cómo iban a violar su privacidad así sin más ni más! Al final, los jueces dijeron que no había problema porque la información estaba guardada y no la habían revisado los humanos de la empresa.
Durante el proceso de respaldo, Fuentes pudo estar presente y se dio cuenta de que todo iba a ser copiado, incluyendo sus carpetas personales. Y él se quejaba de que no había sido invitado a ninguna sesión de revisión de su dispositivo y que ya terceros habían visto sus archivos.
La empresa, por su parte, dijo que eso siempre ha pasado y que la información fue analizada por inteligencia artificial. La verdad, la vara se puso bien tenaz, pero al final, la Sala IV decidió que no había violación de derechos porque la información no había sido revisada y se mantenía confidencial.
Y ustedes, que piensan: ¿Fue correcta la decisión de la Sala IV? ¿Qué hubiera hecho en ese caso? ¡Dejen sus comentarios y conversamos!