SIGMA
ANÓNIMO
Hola, hola...
En varias oportunidades, he contado sobre mi deseo de ser profesor, por ser algo que, sentía que era mi vocación ya que lo deseaba con toda mi alma.
Estuve como ya lo he contado también, varias veces, estudiando para ese propósito e invertí algunos años en mi formación.
Sin embargo, el haberme quedado sin trabajo en un momento dado, el ir a un banco a pedir trabajo y que a pesar de contar con la experiencia, simplemente me dijeran que por no tener una formación acorde, me hacía no apto, conllevó a tener que, volver a la mesa de dibujo y trazar una nueva ruta y tuve que archivar para siempre, el anhelo ser profesor, en la rama de las ciencias que, debo admitir, es algo que me sigue pareciendo, fascinante y apasionante, pero que por otro lado admito, que no es algo que esté considerando volver a retomar, dado los años que ya tengo encima (aunque me considero joven aún), por lo que he avanzado por el lado de la administración, regresar sobre mis pasos, sería a mí manera de ver las cosas, tirar todo por lo que he luchado a la basura (tiempo, muchísimo tiempo y dinero, muchísimo dinero).
Reinicié mi carrera, con administración. Al principio muy escéptico, dado que había de por medio más un asunto de necesidad, ya que este reinicio, iba de la mano, de un puesto de guarda de seguridad, que tuve que tomar, también por la necesidad del momento, necesitaba con urgencia un trabajo, para poder estudiar y suplir las necesidades propias y de mi casa (alquiler, la más urgente).
He ido avanzando, lo que con el tiempo, a Dios gracias, me ha permitido ir subiendo posiciones y como lo dije en otro tema, a medida que vaya mejorando mis atestados, así como mi experiencia, quiero y voy por más.
Al inicio no fue fácil, existía ese vacío y disputa interna entre lo que amaba y deseaba hacer, contra puesto, entre lo que debía y tenía que hacer, quería mejorar mis ingresos de forma razonablemente rápida.
La combinación de, cursos que llegué a tomarles el gusto, como por ejemplo, las contabilidades, mate financiera, entre otras y el experimentar mi primer ascenso, me dieron por así decirlo esa, palmadita en el hombro y ese estímulo para continuar.
No todo me ha gustado de lo que me ha tocado estudiar de la carrera, sufrí mucho con las mates para administración, por ejemplo y al principio odiaba, el tener que usar normas apa, en los bretes, pero, le he ido tomando el gusto con el tiempo y por otro lado, he tenido la oportunidad de gracias al esfuerzo, de ser honrado con otros ascensos, con el último, me siento agradecido con Dios, porque me permitió poder descongelar mis estudios, después de prácticamente, cuatro años, después de que mi papá murió.
Para resumir después de toda esta historia, me apasionaba (aún lo hace), la idea de ser profesor, pero las circunstancias me obligaron a cambiar y bien que mal, aunque no era lo que quería e inicialmente descarté la idea de plano, de estudiar administración, bien que mal, no me puedo quejar, ya que en términos generales, me ha ido bien.
¿Alguno de ustedes ha pasado por esto o se dedica a lo que sintió como su vocación, que tan satisfecho está?
O por el contrario, ¿alguno desempeñó lo que era o pensó que era su vocación y terminó dedicándose a otra cosa, porque eso que pensaba que era su ideal, terminó no siendo lo que creía, es decir, se decepcionó?
En varias oportunidades, he contado sobre mi deseo de ser profesor, por ser algo que, sentía que era mi vocación ya que lo deseaba con toda mi alma.
Estuve como ya lo he contado también, varias veces, estudiando para ese propósito e invertí algunos años en mi formación.
Sin embargo, el haberme quedado sin trabajo en un momento dado, el ir a un banco a pedir trabajo y que a pesar de contar con la experiencia, simplemente me dijeran que por no tener una formación acorde, me hacía no apto, conllevó a tener que, volver a la mesa de dibujo y trazar una nueva ruta y tuve que archivar para siempre, el anhelo ser profesor, en la rama de las ciencias que, debo admitir, es algo que me sigue pareciendo, fascinante y apasionante, pero que por otro lado admito, que no es algo que esté considerando volver a retomar, dado los años que ya tengo encima (aunque me considero joven aún), por lo que he avanzado por el lado de la administración, regresar sobre mis pasos, sería a mí manera de ver las cosas, tirar todo por lo que he luchado a la basura (tiempo, muchísimo tiempo y dinero, muchísimo dinero).
Reinicié mi carrera, con administración. Al principio muy escéptico, dado que había de por medio más un asunto de necesidad, ya que este reinicio, iba de la mano, de un puesto de guarda de seguridad, que tuve que tomar, también por la necesidad del momento, necesitaba con urgencia un trabajo, para poder estudiar y suplir las necesidades propias y de mi casa (alquiler, la más urgente).
He ido avanzando, lo que con el tiempo, a Dios gracias, me ha permitido ir subiendo posiciones y como lo dije en otro tema, a medida que vaya mejorando mis atestados, así como mi experiencia, quiero y voy por más.
Al inicio no fue fácil, existía ese vacío y disputa interna entre lo que amaba y deseaba hacer, contra puesto, entre lo que debía y tenía que hacer, quería mejorar mis ingresos de forma razonablemente rápida.
La combinación de, cursos que llegué a tomarles el gusto, como por ejemplo, las contabilidades, mate financiera, entre otras y el experimentar mi primer ascenso, me dieron por así decirlo esa, palmadita en el hombro y ese estímulo para continuar.
No todo me ha gustado de lo que me ha tocado estudiar de la carrera, sufrí mucho con las mates para administración, por ejemplo y al principio odiaba, el tener que usar normas apa, en los bretes, pero, le he ido tomando el gusto con el tiempo y por otro lado, he tenido la oportunidad de gracias al esfuerzo, de ser honrado con otros ascensos, con el último, me siento agradecido con Dios, porque me permitió poder descongelar mis estudios, después de prácticamente, cuatro años, después de que mi papá murió.
Para resumir después de toda esta historia, me apasionaba (aún lo hace), la idea de ser profesor, pero las circunstancias me obligaron a cambiar y bien que mal, aunque no era lo que quería e inicialmente descarté la idea de plano, de estudiar administración, bien que mal, no me puedo quejar, ya que en términos generales, me ha ido bien.
¿Alguno de ustedes ha pasado por esto o se dedica a lo que sintió como su vocación, que tan satisfecho está?
O por el contrario, ¿alguno desempeñó lo que era o pensó que era su vocación y terminó dedicándose a otra cosa, porque eso que pensaba que era su ideal, terminó no siendo lo que creía, es decir, se decepcionó?