¡Qué chivazo, pura vida! La gente de Marriott, esos sí que saben cómo invertirle al país, acaba de abrirle las puertas a su hotel número 23 en Costa Rica: Santa Lucía Jungle Hacienda. Se trata de un lugar que parece sacado de postal, ubicado cerquita del Parque Nacional Carara, allá por el Pacífico Central, casi tocando el río Tárcoles. Parece que quieren atraer al turista que busca algo diferente, alejándose del bullicio.
Y es que este no es cualquier hotel, diay. Está metido dentro de una reserva natural privada de 500 hectáreas. Imagínate, 500 hectáreas de selva virgen donde puedes perderte… literalmente. Ofrecen 88 habitaciones, todas con vistas a la montaña, así que prepárate para despertar con el sonido de los monos y los pájaros. Hay opciones pa’ todos los gustos: Deluxe King, Deluxe Double, Junior Suite, One-Bedroom Suite e incluso una Presidential Suite para los que les gusta vivir la vida a lo grande, como si fueran reyes.
Ahora bien, hablemos de lana, porque ahí es donde algunas personas se empiezan a frotar la frente. Según los encargados, la tarifa para nacionales arranca desde los $209 por noche, más impuestos. ¡Eso sí que es precio! A ver, claro, es un hotel de lujo, con toda la onda, pero igual te hace pensar si vale la pena pagar tanto por pasar unos días en medio de la naturaleza. Quizás sea mejor ahorrar pa' comprarme un chunche nuevo, ¿no creen?
Pero bueno, dejando de lado el tema del bolsillo, hay que reconocer que el hotel tiene pinta de estar a full. Prometen una experiencia turística centrada en la aventura. Dicen que puedes hacer paseos por los manglares en lancha, ir a caballo hasta una cascada impresionante llamada Bijagual (¿quién se anima?), o simplemente caminar por jardines llenos de flores y plantas exóticas. Además, tienen una plaza colonial remodelada con capilla, cantina y toda la onda tradicional.
Lo mejor de todo, aseguran, es que podrás ver aves raras, disfrutar de comida hecha con ingredientes frescos de la zona, y sentirte conectado con la naturaleza. Suena a cuento de hadas, pero dicen que lo cumplen. Desde la descripción, parece que le apuestan mucho a mostrar lo mejor de nuestro país, aprovechan los sabores típicos y cada detalle está pensado para resaltar la belleza natural de Santa Lucía Jungle Hacienda.
En cuanto a las instalaciones, tienen restaurante Santa Lucía y Casa del Río, donde ofrecen platillos deliciosos hechos con productos locales; un spa pa’ relajarte después de tanta aventura; una piscina refrescante; un centro de aventura para los más intrépidos; y un club para niños y adolescentes, pa’ que los más pequeños también se diviertan. De verdad, parece un lugar completo, con todo incluido. Aunque, si le preguntas a mi abue', seguramente dirá que 'pa' qué tanto lujo si luego no se aprecia la simpleza'.
Por supuesto, aún quedan muchas dudas. Nadie ha querido decir cuánto dinero invirtieron en este proyecto, ni cuántos empleos generó para la comunidad. Eso siempre da que hablar, ¿verdad? Algunos dicen que son inversiones importantes para la economía local, otros que prefieren que ese dinero se use en educación o salud. Pero bueno, esas son discusiones que nunca terminan, diay.
Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Creen que Costa Rica necesita más hoteles de lujo como Santa Lucía Jungle Hacienda, o deberíamos enfocarnos en promover un turismo más sostenible y accesible para todos? ¿Se animarían a gastarse $209 por noche para vivir esa experiencia en medio de la selva? Déjenme saber sus ideas en los comentarios, ¡quiero leerlas!
Y es que este no es cualquier hotel, diay. Está metido dentro de una reserva natural privada de 500 hectáreas. Imagínate, 500 hectáreas de selva virgen donde puedes perderte… literalmente. Ofrecen 88 habitaciones, todas con vistas a la montaña, así que prepárate para despertar con el sonido de los monos y los pájaros. Hay opciones pa’ todos los gustos: Deluxe King, Deluxe Double, Junior Suite, One-Bedroom Suite e incluso una Presidential Suite para los que les gusta vivir la vida a lo grande, como si fueran reyes.
Ahora bien, hablemos de lana, porque ahí es donde algunas personas se empiezan a frotar la frente. Según los encargados, la tarifa para nacionales arranca desde los $209 por noche, más impuestos. ¡Eso sí que es precio! A ver, claro, es un hotel de lujo, con toda la onda, pero igual te hace pensar si vale la pena pagar tanto por pasar unos días en medio de la naturaleza. Quizás sea mejor ahorrar pa' comprarme un chunche nuevo, ¿no creen?
Pero bueno, dejando de lado el tema del bolsillo, hay que reconocer que el hotel tiene pinta de estar a full. Prometen una experiencia turística centrada en la aventura. Dicen que puedes hacer paseos por los manglares en lancha, ir a caballo hasta una cascada impresionante llamada Bijagual (¿quién se anima?), o simplemente caminar por jardines llenos de flores y plantas exóticas. Además, tienen una plaza colonial remodelada con capilla, cantina y toda la onda tradicional.
Lo mejor de todo, aseguran, es que podrás ver aves raras, disfrutar de comida hecha con ingredientes frescos de la zona, y sentirte conectado con la naturaleza. Suena a cuento de hadas, pero dicen que lo cumplen. Desde la descripción, parece que le apuestan mucho a mostrar lo mejor de nuestro país, aprovechan los sabores típicos y cada detalle está pensado para resaltar la belleza natural de Santa Lucía Jungle Hacienda.
En cuanto a las instalaciones, tienen restaurante Santa Lucía y Casa del Río, donde ofrecen platillos deliciosos hechos con productos locales; un spa pa’ relajarte después de tanta aventura; una piscina refrescante; un centro de aventura para los más intrépidos; y un club para niños y adolescentes, pa’ que los más pequeños también se diviertan. De verdad, parece un lugar completo, con todo incluido. Aunque, si le preguntas a mi abue', seguramente dirá que 'pa' qué tanto lujo si luego no se aprecia la simpleza'.
Por supuesto, aún quedan muchas dudas. Nadie ha querido decir cuánto dinero invirtieron en este proyecto, ni cuántos empleos generó para la comunidad. Eso siempre da que hablar, ¿verdad? Algunos dicen que son inversiones importantes para la economía local, otros que prefieren que ese dinero se use en educación o salud. Pero bueno, esas son discusiones que nunca terminan, diay.
Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Creen que Costa Rica necesita más hoteles de lujo como Santa Lucía Jungle Hacienda, o deberíamos enfocarnos en promover un turismo más sostenible y accesible para todos? ¿Se animarían a gastarse $209 por noche para vivir esa experiencia en medio de la selva? Déjenme saber sus ideas en los comentarios, ¡quiero leerlas!
