¡Ay, Dios mío, qué cargada está cayendo la ciencia últimamente!
Resulta que, además de echarnos una manito para dormir bien, la melatonina – esa hormona que nos ayuda a apagar el cerebro luego de un día largo – parece que también le pega duro a la grasa corporal. Sí, así como lo leen, señores. Un estudio gringo, hecho allá en España, está dando vuelta por internet y levantando más preguntas que respuestas. Imagínense, toda esa preocupación por hacer dietas extremas y sudar la camiseta en el gimnasio, y tal vez la respuesta estaba en dormir unas horitas decentes.
La investigación, publicada por unos académicos de la Universidad Complutense de Madrid, se enfocó en analizar cómo la melatonina influye en lo que llaman “el reloj biológico de la grasa”. Esto quiere decir que nuestras células grasas tienen sus propios ritmos, igual que nosotros, y esos ritmos pueden descompilarse si estamos siempre pasando madrugones, comiendo a todas horas o llevándonos una vida sedentaria. La melatonina, según estos científicos, actuaría como un afinador de ese reloj, ayudando a que nuestro cuerpo use la energía de manera más eficiente y dejando menos espacio para que la grasa se acumule, especialmente esa grasa visceral que da tanto dolor de cabeza, bronca y problemas de salud.
Y ojo, porque la grasa visceral no es cualquier grasa. Esa es la que se te mete alrededor de los órganos internos, como el corazón y el hígado, y es la responsable de un montón de cosas malas, desde la diabetes tipo 2 hasta los ataques cardíacos. Entonces, si algo puede ayudar a controlar esa grasa, cualquiera que sea, hay que prestarle atención. Aquí en Costa Rica, con la cultura del ‘trabajar hasta morir’ y los horarios rotativos, creo que muchos podríamos estar sufriendo alteraciones en este famoso reloj biológico. ¡Diay, yo mismo ando medio descompilao!
Los investigadores aseguran que la melatonina mejora la función metabólica de la grasa visceral, permitiendo que se queme más fácilmente. Ahora, no piensen que van a empezar a tomar pastillas de melatonina y mágicamente se les va a desaparecer la pancita. Nada de eso. Como dicen ellos mismos, todavía necesitan hacer más pruebas en gente real, no solo en probetas y matraces. Pero la idea es interesante, ¿verdad?
Esto me recuerda a cuando salió el cuento de la cúrcuma como panacea para todo. Al principio todos corriendo a comprarla, pensando que iban a curarse el cáncer comiéndola con arroz, y luego resulta que no era tan mágico como decían. Así que, calma, mae. Hay que esperar a ver qué dicen los estudios clínicos en humanos, que sean buenos y rigurosos. Pero sí, incentiva a pensar un poco más en la importancia del buen descanso, y de no andar durmiendo cuatro horas diarias porque uno cree que así produce más, que al final, al contrario, solo te desequilibra todo.
En fin, lo importante es recordar que la melatonina no es una varita mágica. Es, como mucho, un posible aliado en la lucha contra la obesidad y los problemas metabólicos. Tiene que ir acompañada de una dieta sana, ejercicio físico regular, y, obviamente, de horarios de sueño consistentes. Con eso, creo que tenemos más posibilidades de mantenernos sanos y con la figura a pedir, aunque haya que sufrir un poquito en el gimnasio de vez en cuando… ¡Esa es la pura verdad!
Ahora dime, tú, ¿crees que deberíamos empezar a tomar melatonina para mejorar nuestra salud y composición corporal, o sigues creyendo en la vieja escuela de la dieta y el ejercicio? ¡Déjame tu opinión abajo en los comentarios y empecemos a debatir!
Resulta que, además de echarnos una manito para dormir bien, la melatonina – esa hormona que nos ayuda a apagar el cerebro luego de un día largo – parece que también le pega duro a la grasa corporal. Sí, así como lo leen, señores. Un estudio gringo, hecho allá en España, está dando vuelta por internet y levantando más preguntas que respuestas. Imagínense, toda esa preocupación por hacer dietas extremas y sudar la camiseta en el gimnasio, y tal vez la respuesta estaba en dormir unas horitas decentes.
La investigación, publicada por unos académicos de la Universidad Complutense de Madrid, se enfocó en analizar cómo la melatonina influye en lo que llaman “el reloj biológico de la grasa”. Esto quiere decir que nuestras células grasas tienen sus propios ritmos, igual que nosotros, y esos ritmos pueden descompilarse si estamos siempre pasando madrugones, comiendo a todas horas o llevándonos una vida sedentaria. La melatonina, según estos científicos, actuaría como un afinador de ese reloj, ayudando a que nuestro cuerpo use la energía de manera más eficiente y dejando menos espacio para que la grasa se acumule, especialmente esa grasa visceral que da tanto dolor de cabeza, bronca y problemas de salud.
Y ojo, porque la grasa visceral no es cualquier grasa. Esa es la que se te mete alrededor de los órganos internos, como el corazón y el hígado, y es la responsable de un montón de cosas malas, desde la diabetes tipo 2 hasta los ataques cardíacos. Entonces, si algo puede ayudar a controlar esa grasa, cualquiera que sea, hay que prestarle atención. Aquí en Costa Rica, con la cultura del ‘trabajar hasta morir’ y los horarios rotativos, creo que muchos podríamos estar sufriendo alteraciones en este famoso reloj biológico. ¡Diay, yo mismo ando medio descompilao!
Los investigadores aseguran que la melatonina mejora la función metabólica de la grasa visceral, permitiendo que se queme más fácilmente. Ahora, no piensen que van a empezar a tomar pastillas de melatonina y mágicamente se les va a desaparecer la pancita. Nada de eso. Como dicen ellos mismos, todavía necesitan hacer más pruebas en gente real, no solo en probetas y matraces. Pero la idea es interesante, ¿verdad?
Esto me recuerda a cuando salió el cuento de la cúrcuma como panacea para todo. Al principio todos corriendo a comprarla, pensando que iban a curarse el cáncer comiéndola con arroz, y luego resulta que no era tan mágico como decían. Así que, calma, mae. Hay que esperar a ver qué dicen los estudios clínicos en humanos, que sean buenos y rigurosos. Pero sí, incentiva a pensar un poco más en la importancia del buen descanso, y de no andar durmiendo cuatro horas diarias porque uno cree que así produce más, que al final, al contrario, solo te desequilibra todo.
En fin, lo importante es recordar que la melatonina no es una varita mágica. Es, como mucho, un posible aliado en la lucha contra la obesidad y los problemas metabólicos. Tiene que ir acompañada de una dieta sana, ejercicio físico regular, y, obviamente, de horarios de sueño consistentes. Con eso, creo que tenemos más posibilidades de mantenernos sanos y con la figura a pedir, aunque haya que sufrir un poquito en el gimnasio de vez en cuando… ¡Esa es la pura verdad!
Ahora dime, tú, ¿crees que deberíamos empezar a tomar melatonina para mejorar nuestra salud y composición corporal, o sigues creyendo en la vieja escuela de la dieta y el ejercicio? ¡Déjame tu opinión abajo en los comentarios y empecemos a debatir!
