¡Ay, Dios mío! Parece que Melisa decidió regalarle un sustito a Costa Rica. Aunque no pegó directo como temíamos, sus efectos indirectos nos tienen sudando frío, especialmente en el Pacífico Sur y Guanacaste. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE), apurada como siempre, tuvo que habilitar cinco albergues temporales para gente que tuvo que dejar sus casas corriendo, porque el agua no paraba de subir. Qué cosas, ¿verdad?
Según el reporte oficial de ayer, unas 91 personas –adultos, niños, hasta mascotas– encontraron refugio en Puerto Jiménez, Santa Cruz y Cóbano. Imagínate la bronca de tener que salir así, dejando todo atrás. El presidente de la CNE, Alejandro Picado, le dio vueltas al asunto explicando que están coordinados con el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, pero vamos, todos sabemos que cuando el río está bravo, la burocracia también se pone lenta como tortuga.
Y ni hablar de Guanacaste, donde Santa Cruz, Nandayure, Nicoya y Carrillo recibieron el peor chaparrón. El río San Pablo, que normalmente es tranquilo, se levantó como loco y arrasó con unas 30 viviendas. ¡Qué barbaridad! Además, la escuela de Esterones en Sámara sufrió algunos daños, y eso sí que duele. Pobreza educativa encima de todo esto, ¡qué pena!
En la zona sur, Osa, Puerto Jiménez, Corredores y Coto Brus también están batallando con la situación. Ahí, la ayuda se centra en llevar comida y medicinas a la gente, limpiar los caminos que quedaron bloqueados y vigilar las quebradas para que no se desborden más. Dicen que los comités municipales de emergencia están dando todo el empuje, pero la verdad es que necesitan más apoyo, y rápido.
Lo bueno es que las autoridades están insistiendo en mantenernos informados y pedirnos que sigamos las indicaciones de los equipos de rescate. Pero bueno, ya saben cómo es la cosa: cada quien poniendo su granito de arena y cuidando a sus vecinos. Un poco de mano amiga nunca viene mal en estos momentos difíciles. Es importante recordar que aunque las lluvias disminuyan, el peligro aún persiste, los suelos saturados pueden causar deslizamientos inesperados.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) advierte que la cosa no va a mejorar pronto, pues esperan lluvias intermitentes durante toda la noche de hoy y los próximos días. Así que toca estar alerta, revisar los techos, asegurar los objetos sueltos y rezarle a Dios para que esto pase pronto. Esperemos que esto sirva de llamada de atención para ponerle más empeño a la gestión de riesgos, ¿eh? Porque estas tragedias, lamentablemente, son cada vez más frecuentes.
Ahora bien, pensando en el panorama general, esto nos hace reflexionar sobre el cambio climático y cómo estamos afectando nuestro planeta. Melisa es solo un ejemplo más de los fenómenos extremos que estamos provocando con nuestra irresponsabilidad ambiental. Ya era hora de tomar cartas en el asunto y empezar a vivir de forma más sostenible, antes de que sea demasiado tarde. Parece que cada año tenemos que agachar la cabeza frente a la naturaleza, y eso no debería ser así.
¿Ustedes qué opinan, compañeros? Con tanta crisis climática y emergencias recurrentes, ¿creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para proteger a la población y prepararnos para enfrentar estos desafíos futuros? Dejen sus comentarios, quiero saber qué piensan al respecto.
Según el reporte oficial de ayer, unas 91 personas –adultos, niños, hasta mascotas– encontraron refugio en Puerto Jiménez, Santa Cruz y Cóbano. Imagínate la bronca de tener que salir así, dejando todo atrás. El presidente de la CNE, Alejandro Picado, le dio vueltas al asunto explicando que están coordinados con el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, pero vamos, todos sabemos que cuando el río está bravo, la burocracia también se pone lenta como tortuga.
Y ni hablar de Guanacaste, donde Santa Cruz, Nandayure, Nicoya y Carrillo recibieron el peor chaparrón. El río San Pablo, que normalmente es tranquilo, se levantó como loco y arrasó con unas 30 viviendas. ¡Qué barbaridad! Además, la escuela de Esterones en Sámara sufrió algunos daños, y eso sí que duele. Pobreza educativa encima de todo esto, ¡qué pena!
En la zona sur, Osa, Puerto Jiménez, Corredores y Coto Brus también están batallando con la situación. Ahí, la ayuda se centra en llevar comida y medicinas a la gente, limpiar los caminos que quedaron bloqueados y vigilar las quebradas para que no se desborden más. Dicen que los comités municipales de emergencia están dando todo el empuje, pero la verdad es que necesitan más apoyo, y rápido.
Lo bueno es que las autoridades están insistiendo en mantenernos informados y pedirnos que sigamos las indicaciones de los equipos de rescate. Pero bueno, ya saben cómo es la cosa: cada quien poniendo su granito de arena y cuidando a sus vecinos. Un poco de mano amiga nunca viene mal en estos momentos difíciles. Es importante recordar que aunque las lluvias disminuyan, el peligro aún persiste, los suelos saturados pueden causar deslizamientos inesperados.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) advierte que la cosa no va a mejorar pronto, pues esperan lluvias intermitentes durante toda la noche de hoy y los próximos días. Así que toca estar alerta, revisar los techos, asegurar los objetos sueltos y rezarle a Dios para que esto pase pronto. Esperemos que esto sirva de llamada de atención para ponerle más empeño a la gestión de riesgos, ¿eh? Porque estas tragedias, lamentablemente, son cada vez más frecuentes.
Ahora bien, pensando en el panorama general, esto nos hace reflexionar sobre el cambio climático y cómo estamos afectando nuestro planeta. Melisa es solo un ejemplo más de los fenómenos extremos que estamos provocando con nuestra irresponsabilidad ambiental. Ya era hora de tomar cartas en el asunto y empezar a vivir de forma más sostenible, antes de que sea demasiado tarde. Parece que cada año tenemos que agachar la cabeza frente a la naturaleza, y eso no debería ser así.
¿Ustedes qué opinan, compañeros? Con tanta crisis climática y emergencias recurrentes, ¿creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para proteger a la población y prepararnos para enfrentar estos desafíos futuros? Dejen sus comentarios, quiero saber qué piensan al respecto.