¡Ay, Dios mío! La cosa se puso fea rápido. En menos de 24 horas, el número de gente desplazada por estas lluvias que nos han caído encima se duplicó, como si fuera ná. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) lo confirmó este miércoles: pasamos de unos 91 albergados el martes a 186 personas que tuvieron que dejar sus casas corriendo. Pura bronca para estos compas.
Parece que el huracán Melissa, aunque pegó en otro lado, sí nos dio su cosquilleo indirecto. Según el presidente de la CNE, don Alejandro Picado, la situación siguió complicándose toda la noche, y más gente tuvo que buscar refugio. No es broma, la lluvia no le da respiro a nadie, ni siquiera cuando parece que amaina un poco. Imagínate tener que dejarlo todo atrás... qué vara!
Ahora mismo tenemos siete albergues abiertos en Santa Cruz, Puerto Jiménez, Corredores y Cóbano, dando techo y comida a quienes lo necesitan. Don Alejandro dice que los albergues van a seguir funcionando porque los niveles de agua siguen altos en varios lugares. “Aunque el clima esté mejorando un poquito, no podemos bajar la guardia,” advierte. Bien ahí, pues, cuidando de los nuestros, eso es lo importante.
Las zonas más golpeadas fueron Guanacaste, con problemas en Santa Cruz, Nicoya y Nandayure, y la Zona Sur, donde Puerto Jiménez, Corredores, Osa y Golfito están sufriendo bastante. Se acumularon hasta 321 incidentes el martes, la mayoría en el Pacífico. Eso es muchísimo, mae! Cada incidente representa una familia entera pasando un momento difícil, preocupada por su futuro.
Los comités municipales de emergencia están haciendo lo que pueden – entregando ayuda, limpiando caminos, tratando de evaluar los daños en las casas. Una tarea titánica, porque el agua dejó un reguero de destrucción. Dicen que también están trabajando para atender las necesidades básicas de las familias que quedaron incomunicadas o sin nada. Que no les falte, pues, esa es la onda.
Parece que el huracán Melissa, aunque pegó en otro lado, sí nos dio su cosquilleo indirecto. Según el presidente de la CNE, don Alejandro Picado, la situación siguió complicándose toda la noche, y más gente tuvo que buscar refugio. No es broma, la lluvia no le da respiro a nadie, ni siquiera cuando parece que amaina un poco. Imagínate tener que dejarlo todo atrás... qué vara!
Ahora mismo tenemos siete albergues abiertos en Santa Cruz, Puerto Jiménez, Corredores y Cóbano, dando techo y comida a quienes lo necesitan. Don Alejandro dice que los albergues van a seguir funcionando porque los niveles de agua siguen altos en varios lugares. “Aunque el clima esté mejorando un poquito, no podemos bajar la guardia,” advierte. Bien ahí, pues, cuidando de los nuestros, eso es lo importante.
Las zonas más golpeadas fueron Guanacaste, con problemas en Santa Cruz, Nicoya y Nandayure, y la Zona Sur, donde Puerto Jiménez, Corredores, Osa y Golfito están sufriendo bastante. Se acumularon hasta 321 incidentes el martes, la mayoría en el Pacífico. Eso es muchísimo, mae! Cada incidente representa una familia entera pasando un momento difícil, preocupada por su futuro.
Los comités municipales de emergencia están haciendo lo que pueden – entregando ayuda, limpiando caminos, tratando de evaluar los daños en las casas. Una tarea titánica, porque el agua dejó un reguero de destrucción. Dicen que también están trabajando para atender las necesidades básicas de las familias que quedaron incomunicadas o sin nada. Que no les falte, pues, esa es la onda.