Bueno, pues parece que Melissa se nos fue de encima, diay qué alivio. El IMN ya dijo que se está alejando con más ganas que un mae buscando escapatoria del servicio militar, y eso es bueno, claro que sí. Pero no todo es miel sobre hojuelas, porque la pana viene ahora con estas lluvias que no dan tregua. Parece que la Zona de Convergencia Intertropical se quiere quedar por acá echando relajo y empapándonos a todos.
Según dicen, Melissa ya está bien debilucha, allá por el Caribe, siendo ya categoría 2, pero la influencia indirecta todavía se siente, y aunque se aleje, la humedad que trajo consigo está causando estos aguaceros que ni San Martín reconoce. Las zonas de Guanacaste amanecieron con neblina densa y unas gotitas, nada graves, pero lo suficiente para que te mojes los zapatos si andas distraído. Y en el Valle Central, esos friajes típicos sumándole drama.
Lo que preocupa, sinceramente, es la posibilidad de deslizamientos y derrumbes, especialmente en esas zonas altas que ya están bien empapeladas. Con tanta agua cayendo, cualquier lodo camino se va abajo y ahí se complica la cosa. Los ríos están crecidos, algunos casi reventando sus cauces, y eso pone en alerta a los que viven cerca, porque nadie quiere vivir la bronca de tener la casa inundada, ¿verdad?
El IMN pronostica lluvias intensas en el Pacífico, especialmente en la zona central montañosa, donde pueden caer hasta 100 milímetros en unas 12 horas. ¡Imagínate la descarga de agua! Dicen que en el Caribe y la Zona Norte se espera que llueva más relajado, pero aún así hay que estar atentos a posibles tormentas eléctricas, porque el cielo puede cambiar rápido por acá.
Y hablando de estar atento, vamos a darle duro a la chinampa. Sí, la chinampa. Ese fenómeno raro que hace que el clima esté loco, cambiando de un sol radiante a una lluvia torrencial en cuestión de minutos. Algunos científicos dicen que es culpa del cambio climático, otros que es normalidad, pero lo cierto es que nos tiene a todos con la mosca detrás de la oreja, esperando lo peor. Hay que prepararnos para lo que venga, porque Melissa pudo haber sido lo peor, pero quién sabe qué nos depara el futuro.
Las autoridades ya están trabajando, revisando los sistemas de drenaje y reforzando algunas áreas vulnerables a deslizamientos, pero la verdad es que siempre llega un momento en que uno piensa: “¿Y si esto se sale de control?”. No es por ser alarmista, pero es que la naturaleza a veces nos demuestra que somos bien pequeños y que tenemos que cuidarla un poquito más, ¿me entienden? Porque sino, nos va a llevar to’ la olla.
En fin, la cosa pinta medio complicada, pero tampoco hay que entrarle al pánico. Tomemos precauciones, sigamos las recomendaciones del IMN, asegurémonos de que nuestras casas estén seguras y estemos preparados para cualquier eventualidad. Y recuerden, un buen paraguas nunca sobra, mángu!
Ahora dime, ¿crees que estamos tomando las medidas necesarias para protegernos de estos fenómenos climáticos cada vez más extremos o simplemente esperamos a que pase lo peor y luego empezamos a lamentarnos? Déjanos tus opiniones en el foro, quiero saber qué piensas tú, maé.
Según dicen, Melissa ya está bien debilucha, allá por el Caribe, siendo ya categoría 2, pero la influencia indirecta todavía se siente, y aunque se aleje, la humedad que trajo consigo está causando estos aguaceros que ni San Martín reconoce. Las zonas de Guanacaste amanecieron con neblina densa y unas gotitas, nada graves, pero lo suficiente para que te mojes los zapatos si andas distraído. Y en el Valle Central, esos friajes típicos sumándole drama.
Lo que preocupa, sinceramente, es la posibilidad de deslizamientos y derrumbes, especialmente en esas zonas altas que ya están bien empapeladas. Con tanta agua cayendo, cualquier lodo camino se va abajo y ahí se complica la cosa. Los ríos están crecidos, algunos casi reventando sus cauces, y eso pone en alerta a los que viven cerca, porque nadie quiere vivir la bronca de tener la casa inundada, ¿verdad?
El IMN pronostica lluvias intensas en el Pacífico, especialmente en la zona central montañosa, donde pueden caer hasta 100 milímetros en unas 12 horas. ¡Imagínate la descarga de agua! Dicen que en el Caribe y la Zona Norte se espera que llueva más relajado, pero aún así hay que estar atentos a posibles tormentas eléctricas, porque el cielo puede cambiar rápido por acá.
Y hablando de estar atento, vamos a darle duro a la chinampa. Sí, la chinampa. Ese fenómeno raro que hace que el clima esté loco, cambiando de un sol radiante a una lluvia torrencial en cuestión de minutos. Algunos científicos dicen que es culpa del cambio climático, otros que es normalidad, pero lo cierto es que nos tiene a todos con la mosca detrás de la oreja, esperando lo peor. Hay que prepararnos para lo que venga, porque Melissa pudo haber sido lo peor, pero quién sabe qué nos depara el futuro.
Las autoridades ya están trabajando, revisando los sistemas de drenaje y reforzando algunas áreas vulnerables a deslizamientos, pero la verdad es que siempre llega un momento en que uno piensa: “¿Y si esto se sale de control?”. No es por ser alarmista, pero es que la naturaleza a veces nos demuestra que somos bien pequeños y que tenemos que cuidarla un poquito más, ¿me entienden? Porque sino, nos va a llevar to’ la olla.
En fin, la cosa pinta medio complicada, pero tampoco hay que entrarle al pánico. Tomemos precauciones, sigamos las recomendaciones del IMN, asegurémonos de que nuestras casas estén seguras y estemos preparados para cualquier eventualidad. Y recuerden, un buen paraguas nunca sobra, mángu!
Ahora dime, ¿crees que estamos tomando las medidas necesarias para protegernos de estos fenómenos climáticos cada vez más extremos o simplemente esperamos a que pase lo peor y luego empezamos a lamentarnos? Déjanos tus opiniones en el foro, quiero saber qué piensas tú, maé.