Soy nuevo en esto de los relatos, espero que les guste y se pongan cachond@s a lo largo de la historia.
Mi cuñada y su culito virgen P/PARTE:
Hace aproximadamente 9 años conocí a Dulce mi cuñada, una mujer alta de 1,70 más o menos; con una cara no tan bonita pero pasable, piel blanca, cabello negro lacio, ojos café oscuro, una boquita sabrosa con labios jugosos de esos que cuando la vez piensas... ( Que rico ponerla a mamar un buen rato), unas tetas entre medianas y grandes, trasero normal pero rico, piernas esbeltas y una vagina gordita (lo note cuando usaba licra).
La cuestión es que desde que la vi inmediatamente empecé a fantasear con ella, varias veces por mensajes traté de calentarla, en unas ocasiones parecía lograr mi objetivo pero luego notaba que ella sólo estaba jugando conmigo (pero esto pronto iba a acabar).
Pasaron los años y opté por dejar mi obsesión a un lado, me casé y al año Dulce también caso y cuando menos lo esperaba comencé a recibir información valiosa de la aburrida vida sexual de Dulce parte mi esposa (entre hermanas todo se lo cuentan).
A sabiendas de la información que tenía y de que tiempo atrás yo pude sacarle algunas fantasías que a Dulce le gustaría cumplir comencé nuevamente a mensajear con ella cuando no estaba su marido y en estas nuevas conversaciones noté que era más abierta y caliente (seguro porque su marido no la satisfacía y ella quería alguien que la hiciera gritar de placer).
Una vez conversamos de sexo anal y ella me dijo que nunca lo había hecho, es más me juro que ni la punta del dedo se había metido en el ano. Yo le dije que se estaba perdiendo de mucho que yo siendo su marido no la soltaria y con lo fogoza y sexy que es ella ese mae está desaprovechando bastante de lo que la vida le dado sexualmente hablando. Ella respondió con una risa, con un gracias y con un tienes razón.
De inmediato comencé a acercarme más a ella, a decirle cosas bonitas, a preocuparme por su salud, alimentación y trabajo ósea a preguntarle ¿Cómo seguiste del dolor de cabeza ? ¿Ya desayuno? ¿Cómo vas en el trabajo?
Eso a ella le encantó y un sábado de abril por la mañana me llama al teléfono, ella vive cerca de mi, entonces me dice... cuñado puedes traerme por favor la plancha de pelo que rebecca (mi mujer) me va a prestar, es que yo tengo pereza de ir allá y rebecca anda en San José con mi papá, traté de negarme para que ella viniera a mi casa ya que yo estaba solo pero ella insistió y yo procedí a ir a dejarle lo que me solicitó.
Cuando llegue a su casa ¡Qué sorpresa! Estaba sola, de una pregunté...¿Y tú marido? A lo que ella respondió... se fue al trabajo, el muy idiota prefirió irse hacer extras que quedarse conmigo. ! Por Dios acá está la oportunidad que esperé! Pensé yo. Respondí a su comentario diciendo: ¡Vaya! Que tonto ese mae, con este clima (nublado y fresco) y teniendola a usted con esa minifalda y esa blusita casi transparente yo no aceptaría ni un llamado para un ascenso... ambos reímos.
Me acerqué un poco a ella, ella estaba de espalda cortando unas cebollas en la cocina, y la abracé así de sorpresa por detrás, mi pene estaba erecto al ver lo sexy que andaba ella, ella sintió mi pene en su sabroso trasero y le dije al oído ¡Basta de risas! Con lo rica que estas es una bofetada a la vida por no tenerte en la cama gimiendo de placer. Puse una mano en su cuello y otra en su cintura, pude sentir como ella comenzó a acelerar su respiración y me dijo no se si quiera que sigas y yo respondí... Si no sigo nos vamos a arrepentir toda la vida.
Continuará...
Mi cuñada y su culito virgen P/PARTE:
Hace aproximadamente 9 años conocí a Dulce mi cuñada, una mujer alta de 1,70 más o menos; con una cara no tan bonita pero pasable, piel blanca, cabello negro lacio, ojos café oscuro, una boquita sabrosa con labios jugosos de esos que cuando la vez piensas... ( Que rico ponerla a mamar un buen rato), unas tetas entre medianas y grandes, trasero normal pero rico, piernas esbeltas y una vagina gordita (lo note cuando usaba licra).
La cuestión es que desde que la vi inmediatamente empecé a fantasear con ella, varias veces por mensajes traté de calentarla, en unas ocasiones parecía lograr mi objetivo pero luego notaba que ella sólo estaba jugando conmigo (pero esto pronto iba a acabar).
Pasaron los años y opté por dejar mi obsesión a un lado, me casé y al año Dulce también caso y cuando menos lo esperaba comencé a recibir información valiosa de la aburrida vida sexual de Dulce parte mi esposa (entre hermanas todo se lo cuentan).
A sabiendas de la información que tenía y de que tiempo atrás yo pude sacarle algunas fantasías que a Dulce le gustaría cumplir comencé nuevamente a mensajear con ella cuando no estaba su marido y en estas nuevas conversaciones noté que era más abierta y caliente (seguro porque su marido no la satisfacía y ella quería alguien que la hiciera gritar de placer).
Una vez conversamos de sexo anal y ella me dijo que nunca lo había hecho, es más me juro que ni la punta del dedo se había metido en el ano. Yo le dije que se estaba perdiendo de mucho que yo siendo su marido no la soltaria y con lo fogoza y sexy que es ella ese mae está desaprovechando bastante de lo que la vida le dado sexualmente hablando. Ella respondió con una risa, con un gracias y con un tienes razón.
De inmediato comencé a acercarme más a ella, a decirle cosas bonitas, a preocuparme por su salud, alimentación y trabajo ósea a preguntarle ¿Cómo seguiste del dolor de cabeza ? ¿Ya desayuno? ¿Cómo vas en el trabajo?
Eso a ella le encantó y un sábado de abril por la mañana me llama al teléfono, ella vive cerca de mi, entonces me dice... cuñado puedes traerme por favor la plancha de pelo que rebecca (mi mujer) me va a prestar, es que yo tengo pereza de ir allá y rebecca anda en San José con mi papá, traté de negarme para que ella viniera a mi casa ya que yo estaba solo pero ella insistió y yo procedí a ir a dejarle lo que me solicitó.
Cuando llegue a su casa ¡Qué sorpresa! Estaba sola, de una pregunté...¿Y tú marido? A lo que ella respondió... se fue al trabajo, el muy idiota prefirió irse hacer extras que quedarse conmigo. ! Por Dios acá está la oportunidad que esperé! Pensé yo. Respondí a su comentario diciendo: ¡Vaya! Que tonto ese mae, con este clima (nublado y fresco) y teniendola a usted con esa minifalda y esa blusita casi transparente yo no aceptaría ni un llamado para un ascenso... ambos reímos.
Me acerqué un poco a ella, ella estaba de espalda cortando unas cebollas en la cocina, y la abracé así de sorpresa por detrás, mi pene estaba erecto al ver lo sexy que andaba ella, ella sintió mi pene en su sabroso trasero y le dije al oído ¡Basta de risas! Con lo rica que estas es una bofetada a la vida por no tenerte en la cama gimiendo de placer. Puse una mano en su cuello y otra en su cintura, pude sentir como ella comenzó a acelerar su respiración y me dijo no se si quiera que sigas y yo respondí... Si no sigo nos vamos a arrepentir toda la vida.
Continuará...