Bueno, soy una mujer con una pareja establece hace años, pero sin dejar la solteria.
Resulta que antes que mi pareja, había tenido varias parejas sexuales, pero nunca había hecho dos cosas:
1. Sexo Oral.gif)
2. Sexo Anal
El sexo oral, y sus placeres lo conoci con mi pareja. Creo que es un don innato, porque desde la primera vez que se lo hice, dijo que le encantó y q no parecía que era la primera vez que mamaba.
Me encanta hacerlo, porque me mojo al instante, y me gusta ver la cara de satisfaccion de él. Me encanta sentir como se va endureciendo esa picha, que por años me he comido, y sentir como crece, y que marcan las venas.
Pero al tema propio del relato, siempre había tenido temor de hacer un anal, por miedo a que me desgarrara o a algo poco agradable por el lugar donde la metería.
Por años, él me había insisto en "...dejeme metersela por el culito"...., pero el temor me echaba para atrás.
Resulta que el año anterior, en su cuarto, con sus papás en su casa. Estábamos demasiado templados los dos, y empezamos a jugar sexualmente, a tocarnos, a besarnos. Algo pasó ese día porque fue un día diferente.
Sin necesidad de que él me estimulara mucho, ni me mamara como sólo el lo sabe hacer, estaba super mojada y super templada... resulta que me dijo, voy a pasarsela por el culo. Le dije que si, pero que cuidado me la dejaba ir de un solo; porque ya lo habíamos intentado y me dolía.
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Entonces, nos pusimos como haciendo "cucharita", y empezó a pasarme la punta de su bate, por mi culo, a hacer círculos, me puso saliva, y siguio jugando. Mi excitación ese día era tan grande que muy rapido, mi vagina estaba estilando jugos, y mi culo se iba abriendo para recibir ese pene que por años, me ha dado tanto placer.

Entonces empezó a meterla lentamente, la sacaba. A la próxima, la metía un poco más, mientras yo me tocaba mi clítoris y mi vagina.
Y así, al poco tiempo tenía la mitad de su espada adentro
, y empezó a bombear, era tal el nivel de excitación, que me bombea de un modo fuerte pero delicado a la vez.
Y de pronto sentí sus huevos, pegando con mis nalgas, ya la tenía toda adentro. Ahhhhh qué delicia, nunca había sentido eso tan doloroso al principio, pero glorioso cuando está uno abiertito.
Siguió bombeando, y yo estaba apunto de tener un orgasmo único, le pedi que me diera duro, él estaba a punto de regarse, le dije que me diera tiempo, que yo quería regarme al tiempo.
Siguió penetrando y de pronto sentí que ya me regaba, entonces le avisé, y me siguió dando unos instantes, mientras no sé como me metió el dedo en mi vagina, y ahí exploté, al sentirme empapada, el se vino también...y ambos quedamos empapados en nuestros jugos...y en sudor.
Fue una experiencia inolvidable, tanto así que siempre me insiste para que la repitamos.
Espero poder repetirla pronto, pero se ocupa tiempo y paciencia, o mucho nivel de excitación.
Resulta que antes que mi pareja, había tenido varias parejas sexuales, pero nunca había hecho dos cosas:
1. Sexo Oral
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2. Sexo Anal
El sexo oral, y sus placeres lo conoci con mi pareja. Creo que es un don innato, porque desde la primera vez que se lo hice, dijo que le encantó y q no parecía que era la primera vez que mamaba.
Me encanta hacerlo, porque me mojo al instante, y me gusta ver la cara de satisfaccion de él. Me encanta sentir como se va endureciendo esa picha, que por años me he comido, y sentir como crece, y que marcan las venas.

Pero al tema propio del relato, siempre había tenido temor de hacer un anal, por miedo a que me desgarrara o a algo poco agradable por el lugar donde la metería.
Por años, él me había insisto en "...dejeme metersela por el culito"...., pero el temor me echaba para atrás.

Resulta que el año anterior, en su cuarto, con sus papás en su casa. Estábamos demasiado templados los dos, y empezamos a jugar sexualmente, a tocarnos, a besarnos. Algo pasó ese día porque fue un día diferente.
Sin necesidad de que él me estimulara mucho, ni me mamara como sólo el lo sabe hacer, estaba super mojada y super templada... resulta que me dijo, voy a pasarsela por el culo. Le dije que si, pero que cuidado me la dejaba ir de un solo; porque ya lo habíamos intentado y me dolía.
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Entonces, nos pusimos como haciendo "cucharita", y empezó a pasarme la punta de su bate, por mi culo, a hacer círculos, me puso saliva, y siguio jugando. Mi excitación ese día era tan grande que muy rapido, mi vagina estaba estilando jugos, y mi culo se iba abriendo para recibir ese pene que por años, me ha dado tanto placer.

Entonces empezó a meterla lentamente, la sacaba. A la próxima, la metía un poco más, mientras yo me tocaba mi clítoris y mi vagina.
Y así, al poco tiempo tenía la mitad de su espada adentro

Y de pronto sentí sus huevos, pegando con mis nalgas, ya la tenía toda adentro. Ahhhhh qué delicia, nunca había sentido eso tan doloroso al principio, pero glorioso cuando está uno abiertito.
Siguió bombeando, y yo estaba apunto de tener un orgasmo único, le pedi que me diera duro, él estaba a punto de regarse, le dije que me diera tiempo, que yo quería regarme al tiempo.
Siguió penetrando y de pronto sentí que ya me regaba, entonces le avisé, y me siguió dando unos instantes, mientras no sé como me metió el dedo en mi vagina, y ahí exploté, al sentirme empapada, el se vino también...y ambos quedamos empapados en nuestros jugos...y en sudor.
Fue una experiencia inolvidable, tanto así que siempre me insiste para que la repitamos.
Espero poder repetirla pronto, pero se ocupa tiempo y paciencia, o mucho nivel de excitación.