¡Ay, mi gente! Pues resulta que las mujeres de Costa Rica se pusieron las pilas y le dieron un buen empujón al INAMU. Más de 300 mujeres, de punta a punta del país, se reunieron para darle su opinión sobre cómo mejorar los servicios de atención contra la violencia. ¡Y vaya que tenían cosas que decir!
El Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), ya saben, el encargado de defender nuestros derechos como mujeres, estaba buscando ideas frescas, y vaya que las encontraron. Esto viene de una auditoría social que le pidieron hacer desde la Contraloría, pa’ que el INAMU se ponga a escuchar a la gente, y no ande haciendo las cosas a su manera, ¿me entienden?
La idea es simple: fortalecer los servicios de atención contra la violencia, especialmente en esos rincones del país donde la cobertura es floja, como en las zonas indígenas y rurales. También quieren que haya más participación de las comunidades locales, que trabajen juntitos con otras instituciones para atender bien a las mujeres y sus familias, porque a veces uno llega a un lugar y parece que nadie sabe qué hacer, ¡qué desastre!
Pero esto no es cuento, mae. Estas mujeres no solamente hablaron, sino que también hicieron propuestas concretas. Querían que el INAMU estuviera presente en todos lados, que diera visibilidad a los problemas que enfrentan las mujeres en cada región, desde la costa hasta la montaña. Y sobre todo, querían que el INAMU escuchara las diferencias, porque no todas somos iguales, ¿verdad?
Yerlin Zúñiga, la presidenta del INAMU, prometió que van a tomar en cuenta todas esas sugerencias. Dijo textualmente: “Nos comprometemos a escuchar sus llamados… e implementar los cambios que sean necesarios”. Esperemos que sí, porque estamos cansadas de promesas vacías, ¡diay!
Lo bueno de todo esto es que las mujeres vinieron de todos lados: Chorotega, Brunca, el Pacífico Central, Huetar Caribe, Huetar Norte y Central. Así que hay representación de todas las culturas y estilos de vida. Desde mujeres campesinas hasta mujeres indígenas, pasando por las costejas y las afrodescendientes... ¡Un verdadero mosaico nacional!
Ahora, el INAMU va a analizar todas estas propuestas y va a negociar con las organizaciones de mujeres para llegar a acuerdos. Se espera que en unos meses tengamos nuevos compromisos institucionales, cosas concretas que mejoren la vida de las mujeres en Costa Rica. ¡Qué esperanzas!
Total, este brete del INAMU y la auditoría social ha sido un proceso largo y arduo, pero parece que finalmente vamos camino a tener un instituto que realmente escuche a las mujeres y trabaje por sus derechos. Pero dígame, ¿ustedes creen que el INAMU cumplirá sus promesas o volveremos a ver los mismos problemas de siempre? ¿Cómo podríamos exigirles cuentas y asegurarnos de que realmente hacen caso a nuestras voces?
El Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), ya saben, el encargado de defender nuestros derechos como mujeres, estaba buscando ideas frescas, y vaya que las encontraron. Esto viene de una auditoría social que le pidieron hacer desde la Contraloría, pa’ que el INAMU se ponga a escuchar a la gente, y no ande haciendo las cosas a su manera, ¿me entienden?
La idea es simple: fortalecer los servicios de atención contra la violencia, especialmente en esos rincones del país donde la cobertura es floja, como en las zonas indígenas y rurales. También quieren que haya más participación de las comunidades locales, que trabajen juntitos con otras instituciones para atender bien a las mujeres y sus familias, porque a veces uno llega a un lugar y parece que nadie sabe qué hacer, ¡qué desastre!
Pero esto no es cuento, mae. Estas mujeres no solamente hablaron, sino que también hicieron propuestas concretas. Querían que el INAMU estuviera presente en todos lados, que diera visibilidad a los problemas que enfrentan las mujeres en cada región, desde la costa hasta la montaña. Y sobre todo, querían que el INAMU escuchara las diferencias, porque no todas somos iguales, ¿verdad?
Yerlin Zúñiga, la presidenta del INAMU, prometió que van a tomar en cuenta todas esas sugerencias. Dijo textualmente: “Nos comprometemos a escuchar sus llamados… e implementar los cambios que sean necesarios”. Esperemos que sí, porque estamos cansadas de promesas vacías, ¡diay!
Lo bueno de todo esto es que las mujeres vinieron de todos lados: Chorotega, Brunca, el Pacífico Central, Huetar Caribe, Huetar Norte y Central. Así que hay representación de todas las culturas y estilos de vida. Desde mujeres campesinas hasta mujeres indígenas, pasando por las costejas y las afrodescendientes... ¡Un verdadero mosaico nacional!
Ahora, el INAMU va a analizar todas estas propuestas y va a negociar con las organizaciones de mujeres para llegar a acuerdos. Se espera que en unos meses tengamos nuevos compromisos institucionales, cosas concretas que mejoren la vida de las mujeres en Costa Rica. ¡Qué esperanzas!
Total, este brete del INAMU y la auditoría social ha sido un proceso largo y arduo, pero parece que finalmente vamos camino a tener un instituto que realmente escuche a las mujeres y trabaje por sus derechos. Pero dígame, ¿ustedes creen que el INAMU cumplirá sus promesas o volveremos a ver los mismos problemas de siempre? ¿Cómo podríamos exigirles cuentas y asegurarnos de que realmente hacen caso a nuestras voces?