¡Ay, Dios mío! ¿Se imaginan la bronca que cayó en Multicentro el otro día? Ya saben, el de Desamparados, donde uno va a comerse unos chicharrones con frijoles y resulta que te topas con un pandemónium. Resulta que hubo una chincha tremenda, toda empezando porque unos muchachos, aparentemente sin nada que hacer, decidieron armar un espectáculo digno de Circo Volaré.
Según nos cuentan los que andaban por ahí, alrededor de las cuatro y media de la tarde, apareció un grupo de jóvenes que no eran precisamente del lugar – digámoslo así para no ablandarnos – y comenzaron a discutir en el food court. Al principio, pura palabrería, esas cosas que pasan, pero luego, parece ser, la cosa escaló rapidito y terminó con un cuchillo de por medio. ¡Un corte limpio, como dirían los barberos!
Por fortuna, los heridos no fueron graves, un chico y una dama recibieron atención médica rápida gracias a los paramédicos que siempre tienen a mano para estas eventualidades. Pero lo peor es que agarraron a dos jovencitos, de 15 y 16 años, metiéndolos directo a la fiscalía. ¡Pobreza! Eso sí, la seguridad de Securitas, que dicen tener todo bajo control, actuó rápido, dicen que en cinco minutos tenían la situación dominada. Aunque, para qué tanto protocolo si al final terminamos con esto, ¿no?
En el comunicado oficial, Multicentro, tratando de ponerle paños fríos al asunto, asegura que están comprometidos con nuestra seguridad y que tienen protocolos estrictos. Claro, claro… Todos los centros comerciales dicen eso hasta que pasa algo así. Uno espera que realmente estén haciendo algo más que colgar carteles de ‘prohibido correr’ y ‘mantenga este lugar limpio’. Pero bueno, no nos pongamos tan negativos, a veces funcionan las cosas.
Las autoridades están investigando el caso a fondo, buscando las razones detrás de tanta furia adolescente. Algunos dicen que es problema de crianza, otros que es culpa de las redes sociales, que le enseñan a los niños a resolver todo a golpes. Otros juran que es el calor, que causa unas rabias... ¡Qué digo yo! Todo tiene que ver con el brete que estamos viviendo como sociedad, diay. Esto no es nuevo, últimamente hemos visto cosas raras pasando en lugares públicos, y eso pone a cualquiera de los nervios.
Y ni hablar de los comerciantes, que ahora andan con más miedo que gato calzado. Entiendo totalmente su preocupación, nadie quiere trabajar en un lugar donde pueda pasar cualquier cosa. Imaginen estar ahí pagando el alquiler y de pronto llega alguien con un cuchillo… ¡Eso no es mambarío! Pero Multicentro insiste en que están vigilantes y listos para actuar, ofreciendo garantías a sus clientes. Esperemos que hablen verdad, porque uno ya no sabe qué esperar.
Personalmente, me preocupa esta tendencia a la violencia entre los jóvenes. Parece que se les ha perdido el respeto, la educación, y creen que la solución a todo es recurrir a la fuerza. ¿Será que necesitamos urgentemente volver a las clases de valores en las escuelas? ¿O será que los padres deberíamos prestarles más atención a nuestros hijos y enseñarles a resolver los problemas con diálogo y cordura? Me pregunto si realmente somos conscientes del daño que estamos causando a las futuras generaciones…
Ahora bien, contándole todo esto, me surge la pregunta: ¿Ustedes creen que los centros comerciales deberían implementar medidas de seguridad más estrictas, como detectores de metal o incluso guardias armados, o que eso solo generaría más paranoia y no solucionaría el problema de raíz? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leerlos!
Según nos cuentan los que andaban por ahí, alrededor de las cuatro y media de la tarde, apareció un grupo de jóvenes que no eran precisamente del lugar – digámoslo así para no ablandarnos – y comenzaron a discutir en el food court. Al principio, pura palabrería, esas cosas que pasan, pero luego, parece ser, la cosa escaló rapidito y terminó con un cuchillo de por medio. ¡Un corte limpio, como dirían los barberos!
Por fortuna, los heridos no fueron graves, un chico y una dama recibieron atención médica rápida gracias a los paramédicos que siempre tienen a mano para estas eventualidades. Pero lo peor es que agarraron a dos jovencitos, de 15 y 16 años, metiéndolos directo a la fiscalía. ¡Pobreza! Eso sí, la seguridad de Securitas, que dicen tener todo bajo control, actuó rápido, dicen que en cinco minutos tenían la situación dominada. Aunque, para qué tanto protocolo si al final terminamos con esto, ¿no?
En el comunicado oficial, Multicentro, tratando de ponerle paños fríos al asunto, asegura que están comprometidos con nuestra seguridad y que tienen protocolos estrictos. Claro, claro… Todos los centros comerciales dicen eso hasta que pasa algo así. Uno espera que realmente estén haciendo algo más que colgar carteles de ‘prohibido correr’ y ‘mantenga este lugar limpio’. Pero bueno, no nos pongamos tan negativos, a veces funcionan las cosas.
Las autoridades están investigando el caso a fondo, buscando las razones detrás de tanta furia adolescente. Algunos dicen que es problema de crianza, otros que es culpa de las redes sociales, que le enseñan a los niños a resolver todo a golpes. Otros juran que es el calor, que causa unas rabias... ¡Qué digo yo! Todo tiene que ver con el brete que estamos viviendo como sociedad, diay. Esto no es nuevo, últimamente hemos visto cosas raras pasando en lugares públicos, y eso pone a cualquiera de los nervios.
Y ni hablar de los comerciantes, que ahora andan con más miedo que gato calzado. Entiendo totalmente su preocupación, nadie quiere trabajar en un lugar donde pueda pasar cualquier cosa. Imaginen estar ahí pagando el alquiler y de pronto llega alguien con un cuchillo… ¡Eso no es mambarío! Pero Multicentro insiste en que están vigilantes y listos para actuar, ofreciendo garantías a sus clientes. Esperemos que hablen verdad, porque uno ya no sabe qué esperar.
Personalmente, me preocupa esta tendencia a la violencia entre los jóvenes. Parece que se les ha perdido el respeto, la educación, y creen que la solución a todo es recurrir a la fuerza. ¿Será que necesitamos urgentemente volver a las clases de valores en las escuelas? ¿O será que los padres deberíamos prestarles más atención a nuestros hijos y enseñarles a resolver los problemas con diálogo y cordura? Me pregunto si realmente somos conscientes del daño que estamos causando a las futuras generaciones…
Ahora bien, contándole todo esto, me surge la pregunta: ¿Ustedes creen que los centros comerciales deberían implementar medidas de seguridad más estrictas, como detectores de metal o incluso guardias armados, o que eso solo generaría más paranoia y no solucionaría el problema de raíz? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leerlos!
