¡Ay, Dios mío! Quién lo diría... los ataques de Estados Unidos contra las narcolanchas en el Caribe han dado mucho de qué hablar, y no precisamente para bien. Resulta que Marco Rubio, el secretario de Estado gringo, soltó la frasecita: “Si la gente quiere dejar de ver a las narcolanchas explotar, que dejen de enviar droga a Estados Unidos.” Suena fácil, ¿verdad? Pero la realidad es mucho más complicada que eso, mi pana.
Desde que empezaron estos ataques, allá por septiembre, ya van 43 muertos, y las críticas no se han hecho esperar. Expertos en derechos humanos de la ONU están diciendo que esto parece más bien “ejecuciones extrajudiciales”, y con razón, porque, vamos, ¿ataques sin la aprobación del Congreso? Algo huele raro, ¿no?
La administración Trump, ahora liderada por Biden, sigue adelante con la idea de que esto es necesario para combatir a los carteles, a quienes han calificado como “organizaciones terroristas”. Dicen que están en una especie de “conflicto armado”, pero a mucha gente le suena a excusa para meterse en problemas que no les incumben. Además, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, anda soltando frases como si estuviera en campaña: “Estos no son simplemente narcotraficantes, son narcoterroristas…”, sin aportar ni una sola prueba sólida. ¡Qué chimba!
Uno se pregunta, ¿cuál es el verdadero objetivo? Porque resulta que la droga más letal en Estados Unidos, el fentanilo, viene de México y entra por la frontera terrestre, no por el mar. Y el número de cocaínas interceptadas en el Caribe, donde se concentran los ataques a las lanchas, representa un porcentaje bastante pequeño del tráfico total. Esto empieza a tener sabor a telenovela, mi amor.
Ahora, salió la nota de que el último ataque dejó seis muertos, pertenecientes al llamado “Tren de Aragua”. Claro, siempre hay que echarle la culpa a alguien. Lo que preocupa es que cada vez más voces apuntan a que todo esto es para presionar a Venezuela y cambiar al gobierno de Maduro. Se rumorea que Trump ya anda buscando formas de aumentar la presión, y este tema de los carteles podría ser la excusa perfecta. Trump, como siempre, buscando cómo sacar raja, diay.
Funcionarios estadounidenses alegan que Maduro mismo estaría involucrado en el narcotráfico, formando parte de una organización llamada el “Cartel de los Soles”. Por supuesto, Maduro niega todo rotundamente, afirmando que Washington solo quiere derrocarlo. Esto ya parece un guion de película, lleno de giros inesperados y personajes turbios. Y nosotros, aquí sentaditos, viendo cómo se desarrolla la trama. Parece que estamos viviendo un brete.
Pero, ¿desde dónde sale la droga a parar en Estados Unidos, aparte de México? Pues ahí entran países como Colombia, Perú y Bolivia, donde se cultiva la hoja de coca. De ahí, la droga viaja por diferentes rutas, a través de países vecinos como Ecuador y Venezuela, hasta llegar al Caribe o directamente a México. En 2019, la mayoría de la cocaína iba por el Pacífico, pero el Caribe está resurgiendo gracias a la presión de Estados Unidos sobre México, y a un aumento en la producción y el consumo. Es el famoso efecto vejiga, aprietas por un lado y el aire se escapa por otro.
Entonces, con tanta operación, tantos ataques y tantas acusaciones, nos queda una pregunta clave: ¿Realmente todos estos esfuerzos están enfocados en combatir el narcotráfico, o hay intereses políticos más profundos en juego? ¿Creen ustedes que la lucha contra el narcotráfico es la verdadera motivación detrás de estas acciones de Estados Unidos, o se trata de un pretexto para intervenir en la política interna de otros países de la región? Déjenme saber sus opiniones en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensan ustedes, mis panas!
Desde que empezaron estos ataques, allá por septiembre, ya van 43 muertos, y las críticas no se han hecho esperar. Expertos en derechos humanos de la ONU están diciendo que esto parece más bien “ejecuciones extrajudiciales”, y con razón, porque, vamos, ¿ataques sin la aprobación del Congreso? Algo huele raro, ¿no?
La administración Trump, ahora liderada por Biden, sigue adelante con la idea de que esto es necesario para combatir a los carteles, a quienes han calificado como “organizaciones terroristas”. Dicen que están en una especie de “conflicto armado”, pero a mucha gente le suena a excusa para meterse en problemas que no les incumben. Además, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, anda soltando frases como si estuviera en campaña: “Estos no son simplemente narcotraficantes, son narcoterroristas…”, sin aportar ni una sola prueba sólida. ¡Qué chimba!
Uno se pregunta, ¿cuál es el verdadero objetivo? Porque resulta que la droga más letal en Estados Unidos, el fentanilo, viene de México y entra por la frontera terrestre, no por el mar. Y el número de cocaínas interceptadas en el Caribe, donde se concentran los ataques a las lanchas, representa un porcentaje bastante pequeño del tráfico total. Esto empieza a tener sabor a telenovela, mi amor.
Ahora, salió la nota de que el último ataque dejó seis muertos, pertenecientes al llamado “Tren de Aragua”. Claro, siempre hay que echarle la culpa a alguien. Lo que preocupa es que cada vez más voces apuntan a que todo esto es para presionar a Venezuela y cambiar al gobierno de Maduro. Se rumorea que Trump ya anda buscando formas de aumentar la presión, y este tema de los carteles podría ser la excusa perfecta. Trump, como siempre, buscando cómo sacar raja, diay.
Funcionarios estadounidenses alegan que Maduro mismo estaría involucrado en el narcotráfico, formando parte de una organización llamada el “Cartel de los Soles”. Por supuesto, Maduro niega todo rotundamente, afirmando que Washington solo quiere derrocarlo. Esto ya parece un guion de película, lleno de giros inesperados y personajes turbios. Y nosotros, aquí sentaditos, viendo cómo se desarrolla la trama. Parece que estamos viviendo un brete.
Pero, ¿desde dónde sale la droga a parar en Estados Unidos, aparte de México? Pues ahí entran países como Colombia, Perú y Bolivia, donde se cultiva la hoja de coca. De ahí, la droga viaja por diferentes rutas, a través de países vecinos como Ecuador y Venezuela, hasta llegar al Caribe o directamente a México. En 2019, la mayoría de la cocaína iba por el Pacífico, pero el Caribe está resurgiendo gracias a la presión de Estados Unidos sobre México, y a un aumento en la producción y el consumo. Es el famoso efecto vejiga, aprietas por un lado y el aire se escapa por otro.
Entonces, con tanta operación, tantos ataques y tantas acusaciones, nos queda una pregunta clave: ¿Realmente todos estos esfuerzos están enfocados en combatir el narcotráfico, o hay intereses políticos más profundos en juego? ¿Creen ustedes que la lucha contra el narcotráfico es la verdadera motivación detrás de estas acciones de Estados Unidos, o se trata de un pretexto para intervenir en la política interna de otros países de la región? Déjenme saber sus opiniones en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensan ustedes, mis panas!