Miren, pues, vamos directo al grano: estos días de Navidad y Año Nuevo, aunque estamos todos por celebrar y compartir con la familia, también se disparan los casos de violencia doméstica. No es excusa pa’ echarle culpa a la piña con salsa, sino una realidad que debemos enfrentar, y eso sí, con toda la responsabilidad.
El INAMU, que siempre está ahí echándole ganas, nos recordó que sus servicios no paran ni un chunche, ni siquiera el 25 de diciembre. Son los 365 días del año, disponibles pa’ quien necesite ayuda. Pa’ nadie va, la violencia nunca es la solución, y menos cuando hay niños y señoras involucradas. ¡Qué torta!
Y ojo, porque la convivencia prolongada y el aguardiente – o lo que sea que ande tomando el mene –, también juegan su rol. Los ánimos se calientan rápido, y antes te das cuenta, estás en medio de un brete que no querías tener. Por eso, el INAMU está pidiendo a todos mantener la calma, respirar profundo y recordar que siempre hay otras maneras de resolver las cosas, además de gritos y empujones.
Si se siente que la cosa se pone fea, no se quede callao’. El 9-1-1 está listo pa’ responder a cualquier emergencia, y el INAMU tiene varias opciones pa’ buscar ayuda. La Línea 1125 es pa’ hablar con alguien que te entienda, la app Ela ofrece información confidencial y el WhatsApp 8321-8678 está ahí si necesita contactarlos rápido. ¡No se vaya al traste por orgullo!
Muchos dicen “ah, pero es tradición discutir en Navidad”, ¡qué sal! Eso no es ninguna tradición, es costumbre tóxica que hay que romper. Las fiestas son pa' reírnos, comer bien y disfrutar en compañía de quienes queremos, no pa' estar peleando y generando estrés. Hay que cambiar esa vara, ¿me entienden?
Se ha dicho hasta la saciedad, pero vale la pena repetirlo: la violencia, en cualquiera de sus formas - física, emocional, económica, sexual – no está justificada bajo ningún pretexto. Ni porque andamos apurados, ni porque estamos estresados por las compras navideñas, ni porque el político de turno hizo otra nota rara. ¡Ningún motivo justifica maltratar a otro ser humano!
Este año, propongámonos hacer las cosas diferentes. Busquemos espacios de diálogo, demostremos empatía, apoyemos a nuestros vecinos y amigos que puedan estar pasando por momentos difíciles. Que este fin de año sea recordado por la alegría, la paz y el amor, no por las cicatrices emocionales que deja la violencia.
Ahora, díganme, ¿creen que realmente podemos romper con la cultura de la violencia en nuestras familias durante estas fiestas? ¿Qué medidas creen que serían más efectivas para prevenir incidentes y proteger a quienes sufren? Compartan sus opiniones y experiencias en el foro. ¡Hablemos claro y busquemos soluciones, mae!
El INAMU, que siempre está ahí echándole ganas, nos recordó que sus servicios no paran ni un chunche, ni siquiera el 25 de diciembre. Son los 365 días del año, disponibles pa’ quien necesite ayuda. Pa’ nadie va, la violencia nunca es la solución, y menos cuando hay niños y señoras involucradas. ¡Qué torta!
Y ojo, porque la convivencia prolongada y el aguardiente – o lo que sea que ande tomando el mene –, también juegan su rol. Los ánimos se calientan rápido, y antes te das cuenta, estás en medio de un brete que no querías tener. Por eso, el INAMU está pidiendo a todos mantener la calma, respirar profundo y recordar que siempre hay otras maneras de resolver las cosas, además de gritos y empujones.
Si se siente que la cosa se pone fea, no se quede callao’. El 9-1-1 está listo pa’ responder a cualquier emergencia, y el INAMU tiene varias opciones pa’ buscar ayuda. La Línea 1125 es pa’ hablar con alguien que te entienda, la app Ela ofrece información confidencial y el WhatsApp 8321-8678 está ahí si necesita contactarlos rápido. ¡No se vaya al traste por orgullo!
Muchos dicen “ah, pero es tradición discutir en Navidad”, ¡qué sal! Eso no es ninguna tradición, es costumbre tóxica que hay que romper. Las fiestas son pa' reírnos, comer bien y disfrutar en compañía de quienes queremos, no pa' estar peleando y generando estrés. Hay que cambiar esa vara, ¿me entienden?
Se ha dicho hasta la saciedad, pero vale la pena repetirlo: la violencia, en cualquiera de sus formas - física, emocional, económica, sexual – no está justificada bajo ningún pretexto. Ni porque andamos apurados, ni porque estamos estresados por las compras navideñas, ni porque el político de turno hizo otra nota rara. ¡Ningún motivo justifica maltratar a otro ser humano!
Este año, propongámonos hacer las cosas diferentes. Busquemos espacios de diálogo, demostremos empatía, apoyemos a nuestros vecinos y amigos que puedan estar pasando por momentos difíciles. Que este fin de año sea recordado por la alegría, la paz y el amor, no por las cicatrices emocionales que deja la violencia.
Ahora, díganme, ¿creen que realmente podemos romper con la cultura de la violencia en nuestras familias durante estas fiestas? ¿Qué medidas creen que serían más efectivas para prevenir incidentes y proteger a quienes sufren? Compartan sus opiniones y experiencias en el foro. ¡Hablemos claro y busquemos soluciones, mae!
