¡Ey, maes! Ya saben cómo es esto, acá en Costa Rica somos tranquilos hasta que la naturaleza decide ponernos a prueba. Terremotos, inundaciones, huracanes... los tenemos todos en la mira y, aunque nos guste vivir relajados, prepararnos para lo peor nunca está de más. Hoy les voy a hablar de algo vital: el botiquín alimentario. No es pa’ andar creando pánico, sino pa' tener la seguridad de que si se va el choripapa, ustedes tienen qué comer, diay.
Vamos directo al grano: ¿por qué es importante este botiquín? Pues imaginen la situación. Un apagón brutal, las calles inundadas, la carretera cortada. Ir al supermercado, ni loco. Ahí es donde entra en juego tu botiquín. Piensen en él como una polera extra pa’l frío, pero pa’ el estómago. Es pa’ esos momentos en que necesitas echarle comida al cuerpo rápido y sin complicaciones, mientras esperan que llegue la ayuda o que se normalice la vaina.
Ahora sí, hablemos de qué ponerle adentro. No vamos a estar hablando de caviar ni de filete mignon, obvio. Buscamos cosas prácticas, duraderas y que den sustento. Enlatados son clave: atún, sardinas, frijoles, garbanzos… ¡pa’ matar el hambre a lo grande! Granos secos como arroz, frijoles, lentejas, también sirven. La leche UHT (la que no necesita refrigeración) es buena opción, especialmente si tienes mocosos en casa. Pasta seca, galletas, algún fruto seco como pasitas o maní… todo vale pa’ darle energía.
Y no se olviden de los ingredientes básicos. Aceite, sal, azúcar, café instantáneo… esas cositas que siempre andan dando vueltas y que te rescatan cuando estás desesperado por un desayuno decente. ¡Un chocolatecito en polvo nunca viene mal pa’ levantar el ánimo cuando la situación esté fea! Además, recuerden la importancia del agua potable. ¡Ni se les ocurra escatimar en agua! Calculen al menos cinco litros por persona, pa’ varios días.
Pero ojo, maes, que no todos comemos igual. Hay que adaptar el botiquín a las necesidades de cada familia. Si alguien tiene diabetes, incluya galletas integrales o algún endulzante apto. Si alguien tiene hipertensión, busque productos bajos en sodio. Si hay celíacos, galletas libres de gluten. Pa’ los abuelitos o los nenes chiquitos, unas compotas de frutas o leches especiales líquidas pueden ser de gran ayuda. ¡No sean despistados y piénsenlo bien!
Lo más importante, revisen las fechas de caducidad cada dos o tres meses. ¡No queremos estar comiendo cosas podridas en medio de una emergencia! Intercambien los alimentos que estén por vencer por otros que tengan más tiempo de vida útil. Y guarden todo esto en un lugar fresco, seco y accesible. No vaya a ser que lo escondan en el cuarto oscuro y luego no puedan encontrarlo cuando más lo necesiten. ¡Qué torta sería!
Muchos piensan que el botiquín de alimentos es un lujo, pero yo les digo que es una necesidad. Al igual que el botiquín de primeros auxilios, debe estar listo y esperando cualquier eventualidad. ¡Tranquilidad no tiene precio, maes! Así que, pónganse las pilas, organicen sus casas y asegúrense de tener todo lo necesario para enfrentar cualquier desastre que decida mandarnos la naturaleza. Imagínense la calma que van a sentir sabiendo que están preparados.
Ahora dime, ¿cuál es la cosa que *tú* consideras indispensable en tu botiquín alimentario, y qué medidas extras has tomado en tu hogar para proteger a tu familia durante emergencias?
Vamos directo al grano: ¿por qué es importante este botiquín? Pues imaginen la situación. Un apagón brutal, las calles inundadas, la carretera cortada. Ir al supermercado, ni loco. Ahí es donde entra en juego tu botiquín. Piensen en él como una polera extra pa’l frío, pero pa’ el estómago. Es pa’ esos momentos en que necesitas echarle comida al cuerpo rápido y sin complicaciones, mientras esperan que llegue la ayuda o que se normalice la vaina.
Ahora sí, hablemos de qué ponerle adentro. No vamos a estar hablando de caviar ni de filete mignon, obvio. Buscamos cosas prácticas, duraderas y que den sustento. Enlatados son clave: atún, sardinas, frijoles, garbanzos… ¡pa’ matar el hambre a lo grande! Granos secos como arroz, frijoles, lentejas, también sirven. La leche UHT (la que no necesita refrigeración) es buena opción, especialmente si tienes mocosos en casa. Pasta seca, galletas, algún fruto seco como pasitas o maní… todo vale pa’ darle energía.
Y no se olviden de los ingredientes básicos. Aceite, sal, azúcar, café instantáneo… esas cositas que siempre andan dando vueltas y que te rescatan cuando estás desesperado por un desayuno decente. ¡Un chocolatecito en polvo nunca viene mal pa’ levantar el ánimo cuando la situación esté fea! Además, recuerden la importancia del agua potable. ¡Ni se les ocurra escatimar en agua! Calculen al menos cinco litros por persona, pa’ varios días.
Pero ojo, maes, que no todos comemos igual. Hay que adaptar el botiquín a las necesidades de cada familia. Si alguien tiene diabetes, incluya galletas integrales o algún endulzante apto. Si alguien tiene hipertensión, busque productos bajos en sodio. Si hay celíacos, galletas libres de gluten. Pa’ los abuelitos o los nenes chiquitos, unas compotas de frutas o leches especiales líquidas pueden ser de gran ayuda. ¡No sean despistados y piénsenlo bien!
Lo más importante, revisen las fechas de caducidad cada dos o tres meses. ¡No queremos estar comiendo cosas podridas en medio de una emergencia! Intercambien los alimentos que estén por vencer por otros que tengan más tiempo de vida útil. Y guarden todo esto en un lugar fresco, seco y accesible. No vaya a ser que lo escondan en el cuarto oscuro y luego no puedan encontrarlo cuando más lo necesiten. ¡Qué torta sería!
Muchos piensan que el botiquín de alimentos es un lujo, pero yo les digo que es una necesidad. Al igual que el botiquín de primeros auxilios, debe estar listo y esperando cualquier eventualidad. ¡Tranquilidad no tiene precio, maes! Así que, pónganse las pilas, organicen sus casas y asegúrense de tener todo lo necesario para enfrentar cualquier desastre que decida mandarnos la naturaleza. Imagínense la calma que van a sentir sabiendo que están preparados.
Ahora dime, ¿cuál es la cosa que *tú* consideras indispensable en tu botiquín alimentario, y qué medidas extras has tomado en tu hogar para proteger a tu familia durante emergencias?