Lo que en realidad pasa
Miren, muchos de ustedes desconocen la realidad de los gobiernos municipales y hasta se han idealizado los ayuntamientos. Yo me asombro que todos los partidos hablan de dar más recursos y potestades a las Municipalidades pero nadie menciona el control. Paso a explicar.
Con el cambio en el Código Municipal al Alcalde se le dio todo el poder. En la práctica existen dos gobiernos: la Alcaldía y el Concejo Municipal (así con "c" se escribe, para los que quieran corregirme).
Resulta que el Concejo no tiene ningún poder, solo le toca aprobar presupuestos y permisos que ya vio la Comisión de Obras, pero no todos los permisos, porque muchos permisos se dan en Ingeniería Municipal con la aprobación del Alcalde (la mayoría de chorizos circulan por allí). El alcalde o alcaldesa tiene todo el poder que le dio la ley, pero el asunto no para allí, porque la Contraloría (sí, nuestra cacareada CGR) se ha dedicado a dar todavía más potestades a los alcaldes y a quitar los controles que ellos ejercían antes, claro con la finalidad de trabajar menos (supongo que para tener más tiempo para ir a fotografiar menores desnudas a Limón con equipo de la CGR como hicieron una vez).
Entonces, el Concejo aprueba un presupuesto y la Alcaldía con las llamadas modificaciones presupuestarias las va cambiando, al final lo que aprobó el Concejo y lo que realmente se invirtió es otra cosa. Antes la CGR tenía que autorizar las modificaciones presupuestarias, pero justamente en esta administración (aunque no tiene nada que ver con el Ejecutivo) tomaron la decisión que hasta un monto lo aprueba la Alcaldía y otro monto (más elevado) el Concejo y la CGR deja de revisar y menos aprobar esas modificaciones. Resultado, el alcalde o alcaldesa busca hacer modificaciones que estén dentro de su rango, así nunca tiene que llevar al Concejo nada.
Y que dice la CGR del control, que para eso están los auditores internos, pero resulta que en la mayoría de los casos estos auditores internos no eran profesionales en la rama, porque el Código Municipal es el único que permite que en ausencia de oferentes (inopia le dicen) se pueda nombrar a cualquier hijo de vecino como auditor interno. Sencillo, el alcalde (o el ejecutivo municipal en aquel tiempo) ponía un sueldo bien bajo, de manera que ningún profesional le interesara concursar. Nombraban a su amigote o amigota y luego, empezaban a emparejar el salario (lo que pasó con la Ley de Control Interno) Estos auditores, salvo muy honrosas excepciones, son fichas del alcalde o alcaldesa, o si no lo son, no están prepararados ni tienen los recursos académicos para efectuar un adecuado control.
Finalmente, si usted encuentra algo incorrecto, se tiene que hacer un Órgano Director del Procedimiento de acuerdo con la Ley de Administración Pública. Estos órganos directores son nombrados con recomendación de la proveeduría de la Muni (el alcalde detras, claro) y al final duran y duran hasta que prescribe todo. Si el empleado la ve fea, al final renuncia y listo, porque no se puede sancionar un exempleado.
¿Efectos penales? Sí, se puede acusar al Ministerio Público, pero a los regidores les da miedo tomar un acuerdo, porque a como son las leyes en este país, los declaran en libertad y entonces después les meten un juicio contra los regidores por daños y perjuicios y terminan pagando un dineral que con la dietas que reciben, no vale la pena correr el riesgo. También entra lo del "pobrecito":
"---Acusémoslo ante el Ministerio.
--- No dejemos las cosas así, en fin, ya se fue y paramos el cáncer. Hoy por tí, mañana por mí"
Así de linda es la historia en los Municipios. ¿Entienden por qué una empleada sale defendiendo a su querido alcalde?
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