¡Dilemas, dilemas! Resulta que después de tantito tiempo, parece que la humanidad le agarra de nuevo al tema de irnos pa' la luna. La NASA soltó la bomba este martes: la misión Artemisa 2 ya tiene fecha tentativa, para principios de 2026. Imagínate, después de tanto drama con el programa Apolo, ahora volvemos a ponerle ojo a ese pedazo de queso flotante allá arriba.
Pero no pienses que esto es solo nostalgia, porque detrás de toda esta movida hay un buen montón de ambiciones y, claro, también harta competencia. Parece que China anda picoteando el mismo pastel, así que Estados Unidos no quiere quedarse atrás. Se respira una especie de 'carrera espacial 2.0', donde el premio es ver quién llega primero a echarse unos clavitos en la superficie lunar.
La Artemisa 2, en concreto, no será un paseo precisamente. Cuatro astronautas –tres gringos y un canadiense– van a estar a bordo de la nave espacial Orion. Lo interesante es que no se bajarán de la nave, ni mucho menos. El plan es orbitar alrededor de la luna, probando cómo funcionan todos los cacharritos en condiciones extremas. Lakiesha Hawkins, una chinita de la NASA, explicó que esto es como un “ensayo general” importantísimo para la Artemisa 3, la que sí promete traer a alguien de vuelta a pisar polvorienta.
Y es que la verdad, el asunto se puso serio hace unos años, con el presidente Trump poniendo presión pa’ que la NASA agilice el proceso. Él veía esto como una forma de demostrar que todavía somos los número uno en el tema espacial. Ahora, Biden sigue agarrándole al tema, porque además, quieren construir unas bases permanentes en la luna. Sí, imagínatelo: hoteles lunares, restaurantes, columpios… bueno, quizás exageré un poco, pero la idea es tener un punto de partida para llegar a Marte.
Obviamente, todo esto requiere de un esfuerzo mundial, porque ni siquiera los yanquis tienen todas las cartas en la manga. Necesitan la ayuda de otros países, compartir conocimientos y recursos. Porque, díganlo en voz alta, la exploración espacial es una cosa cara y complicada, y si queremos llegar lejos, tenemos que trabajar juntos. Además, la colaboración internacional abre puertas a nuevas tecnologías y descubrimientos que nos pueden beneficiar a todos.
Mientras tanto, allá en China no se quedan cruzados de brazos. Ellos también tienen un programa espacial bastante avanzado, y planean mandar sus propios astronautas a la luna antes del 2030. Eso pone a la NASA contra la pared, porque no solo quieren llegar primero, sino también demostrar que pueden hacerlo de manera eficiente y sostenible. Como dicen por ahí, ‘el que no se mueve, no ocupa el lugar’.
Por acá en Costa Rica, mientras tanto, seguimos mirando pa' arriba con admiración. Claro, nuestro aporte a la exploración espacial puede que no sea tan grande como el de otras potencias, pero siempre hemos apoyado iniciativas científicas que promueven el conocimiento y la innovación. Y aunque nos falten los billetes pa' irnos de vacaciones a la luna, sí podemos disfrutar de la belleza del cielo nocturno y soñar con futuras aventuras espaciales. Igual, vale la pena recordar que el programa Apolo fue una demostración de lo que la humanidad puede lograr cuando se propone un objetivo ambicioso. Un hito histórico, ¡qué carga!
Así que dime, ¿crees que deberíamos invertir más en programas espaciales, aunque eso signifique recortar gastos en otras áreas? O, ¿deberíamos enfocarnos en solucionar los problemas que tenemos aquí en la Tierra antes de pensar en colonizar la luna o Marte? ¡Déjanos tus comentarios y a ver qué piensa la gente del Foro!
Pero no pienses que esto es solo nostalgia, porque detrás de toda esta movida hay un buen montón de ambiciones y, claro, también harta competencia. Parece que China anda picoteando el mismo pastel, así que Estados Unidos no quiere quedarse atrás. Se respira una especie de 'carrera espacial 2.0', donde el premio es ver quién llega primero a echarse unos clavitos en la superficie lunar.
La Artemisa 2, en concreto, no será un paseo precisamente. Cuatro astronautas –tres gringos y un canadiense– van a estar a bordo de la nave espacial Orion. Lo interesante es que no se bajarán de la nave, ni mucho menos. El plan es orbitar alrededor de la luna, probando cómo funcionan todos los cacharritos en condiciones extremas. Lakiesha Hawkins, una chinita de la NASA, explicó que esto es como un “ensayo general” importantísimo para la Artemisa 3, la que sí promete traer a alguien de vuelta a pisar polvorienta.
Y es que la verdad, el asunto se puso serio hace unos años, con el presidente Trump poniendo presión pa’ que la NASA agilice el proceso. Él veía esto como una forma de demostrar que todavía somos los número uno en el tema espacial. Ahora, Biden sigue agarrándole al tema, porque además, quieren construir unas bases permanentes en la luna. Sí, imagínatelo: hoteles lunares, restaurantes, columpios… bueno, quizás exageré un poco, pero la idea es tener un punto de partida para llegar a Marte.
Obviamente, todo esto requiere de un esfuerzo mundial, porque ni siquiera los yanquis tienen todas las cartas en la manga. Necesitan la ayuda de otros países, compartir conocimientos y recursos. Porque, díganlo en voz alta, la exploración espacial es una cosa cara y complicada, y si queremos llegar lejos, tenemos que trabajar juntos. Además, la colaboración internacional abre puertas a nuevas tecnologías y descubrimientos que nos pueden beneficiar a todos.
Mientras tanto, allá en China no se quedan cruzados de brazos. Ellos también tienen un programa espacial bastante avanzado, y planean mandar sus propios astronautas a la luna antes del 2030. Eso pone a la NASA contra la pared, porque no solo quieren llegar primero, sino también demostrar que pueden hacerlo de manera eficiente y sostenible. Como dicen por ahí, ‘el que no se mueve, no ocupa el lugar’.
Por acá en Costa Rica, mientras tanto, seguimos mirando pa' arriba con admiración. Claro, nuestro aporte a la exploración espacial puede que no sea tan grande como el de otras potencias, pero siempre hemos apoyado iniciativas científicas que promueven el conocimiento y la innovación. Y aunque nos falten los billetes pa' irnos de vacaciones a la luna, sí podemos disfrutar de la belleza del cielo nocturno y soñar con futuras aventuras espaciales. Igual, vale la pena recordar que el programa Apolo fue una demostración de lo que la humanidad puede lograr cuando se propone un objetivo ambicioso. Un hito histórico, ¡qué carga!
Así que dime, ¿crees que deberíamos invertir más en programas espaciales, aunque eso signifique recortar gastos en otras áreas? O, ¿deberíamos enfocarnos en solucionar los problemas que tenemos aquí en la Tierra antes de pensar en colonizar la luna o Marte? ¡Déjanos tus comentarios y a ver qué piensa la gente del Foro!
