¡Ay, Dios mío, qué rollo! La polémica sigue hirviendo en Naranjo con el condominio La Esperanza. Resulta que las diputadas Montserrat Ruiz y Priscilla Vindas, representando al PLN y al FA respectivamente, han soltado la bomba acusando al Gobierno de estar jugando sucio con este tema. Dicen que están inventando cosas y metiendo pata hasta el fondo.
Todo esto viene porque hace poquito, el Gobierno, con la ayuda de la Fuerza Pública y el AyA, fue a conectar el agua en el condominio, causando revuelo entre los vecinos y, aparentemente, algunos problemas con la infraestructura municipal. Las diputadas aseguran que esto es parte de una estrategia política para lavarle la cara a un proyecto que, según ellas, tiene más agujeros que colador.
Y ojo, señores, que no andan jugando. Afirman que la conexión del agua fue una jugada totalmente arbitraria, violando la autonomía del cantón y poniendo en riesgo el suministro de agua para unas 12 mil personas. Además, dicen que el gobierno local ha reportado daños a las calles y otros servicios públicos durante el operativo. ¡Parece novela!
Pero eso no es todo, diay. Las diputadas también sacaron a relucir que el Gobierno dice que solo faltaba la conexión de agua para avanzar con el proyecto, ¡pero vaya mentira! Inspecciones hechas en marzo pasado, con participación del Ministerio de Salud y la propia constructora, revelaron que todavía había problemas graves: falta de señales de emergencia, puertas que no cierran bien, ¡ni siquiera certificado de resistencia al fuego! Y encima, los planos no cuadran con lo construido, y no hay conexión eléctrica. ¡Un verdadero brete!
Ante tanta falla, las diputadas han exigido al Poder Ejecutivo que les dé una explicación clara y que actualice las inspecciones. Advierten que si no hacen caso, en lugar de ayudar a la gente, podrían estar poniendo en peligro la seguridad de las familias que van a vivir ahí. ¡Imagínate meterte en un lugar donde te puedes quemar vivo y nadie te avisa!
Y como si fuera poco, las diputadas también criticaron al BANHVI, diciendo que no le están dando bola a otras familias necesitadas que viven en condiciones precarias, mientras que el proyecto La Esperanza se lleva todos los reflectores. ¡Claramente hay una vara doble en esta historia, chunches!
Para darle más fuerza a sus reclamos, las diputadas ya presentaron mociones para convocar a funcionarios públicos a comparecer ante la Comisión de Alajuela en la Asamblea Legislativa. Quieren saber qué pasó, quién es el responsable, y cómo piensan solucionar este problema. Aseguran que seguirán investigando a fondo las acciones del Gobierno, la Municipalidad y quienes hayan tenido responsabilidades en el asunto. ¡Esto promete tener morbo a montón!
En fin, parece que la vaina está más caliente que gallina pochada. ¿Ustedes creen que el Gobierno está usando el proyecto La Esperanza para hacer campaña política, o realmente está preocupado por resolver la problemática de vivienda en Naranjo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensa la gente!
Todo esto viene porque hace poquito, el Gobierno, con la ayuda de la Fuerza Pública y el AyA, fue a conectar el agua en el condominio, causando revuelo entre los vecinos y, aparentemente, algunos problemas con la infraestructura municipal. Las diputadas aseguran que esto es parte de una estrategia política para lavarle la cara a un proyecto que, según ellas, tiene más agujeros que colador.
Y ojo, señores, que no andan jugando. Afirman que la conexión del agua fue una jugada totalmente arbitraria, violando la autonomía del cantón y poniendo en riesgo el suministro de agua para unas 12 mil personas. Además, dicen que el gobierno local ha reportado daños a las calles y otros servicios públicos durante el operativo. ¡Parece novela!
Pero eso no es todo, diay. Las diputadas también sacaron a relucir que el Gobierno dice que solo faltaba la conexión de agua para avanzar con el proyecto, ¡pero vaya mentira! Inspecciones hechas en marzo pasado, con participación del Ministerio de Salud y la propia constructora, revelaron que todavía había problemas graves: falta de señales de emergencia, puertas que no cierran bien, ¡ni siquiera certificado de resistencia al fuego! Y encima, los planos no cuadran con lo construido, y no hay conexión eléctrica. ¡Un verdadero brete!
Ante tanta falla, las diputadas han exigido al Poder Ejecutivo que les dé una explicación clara y que actualice las inspecciones. Advierten que si no hacen caso, en lugar de ayudar a la gente, podrían estar poniendo en peligro la seguridad de las familias que van a vivir ahí. ¡Imagínate meterte en un lugar donde te puedes quemar vivo y nadie te avisa!
Y como si fuera poco, las diputadas también criticaron al BANHVI, diciendo que no le están dando bola a otras familias necesitadas que viven en condiciones precarias, mientras que el proyecto La Esperanza se lleva todos los reflectores. ¡Claramente hay una vara doble en esta historia, chunches!
Para darle más fuerza a sus reclamos, las diputadas ya presentaron mociones para convocar a funcionarios públicos a comparecer ante la Comisión de Alajuela en la Asamblea Legislativa. Quieren saber qué pasó, quién es el responsable, y cómo piensan solucionar este problema. Aseguran que seguirán investigando a fondo las acciones del Gobierno, la Municipalidad y quienes hayan tenido responsabilidades en el asunto. ¡Esto promete tener morbo a montón!
En fin, parece que la vaina está más caliente que gallina pochada. ¿Ustedes creen que el Gobierno está usando el proyecto La Esperanza para hacer campaña política, o realmente está preocupado por resolver la problemática de vivienda en Naranjo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensa la gente!