¡Ay, pata! Se armó bochinche tremendo en el Congreso ayer, pura polémica por las declaraciones del Presidente Chaves contra Eugenia Zamora y el TSE. Parecía que iba a haber un movimiento pa’ ponerle un alto al mae, pero al final, ¡qué torta!, el oficialismo le dio el espaldazo completo.
Todo empezó con una moción presentada por el diputado liberacionista Óscar Izquierdo, buscando condenar públicamente las acciones y dichos del Presidente. El ambiente estaba tenso, se notaba que la vara era delicada, ya que involucraba cuestionamientos directos sobre el respeto hacia el Poder Judicial y el proceso electoral que tenemos por delante. Muchos esperaban que los legisladores mostrarán un poquito de sentido común, pero parece que no fue así.
Los ocho diputados del partido oficialista – Pilar Cisneros, Daniel Vargas, Ada Acuña, Paola Nájera, Manuel Morales, Alexander Barrantes, Jorge Rojas y Waldo Agüero – votaron en contra de la moción. Un bloque sólido que dejó claro su respaldo al Presidente, aunque algunos analistas dicen que esto podría salirles caro a futuro, especialmente si las cosas siguen escalando entre el Poder Ejecutivo y el TSE. ¡Imagínate la bronca!
Según explicó Daniel Vargas, el voto en contra tenía que ver con que la propia moción exponía las agresiones y la violencia política que ha estado ejerciendo Chaves contra Zamora. Vamos, que se lavaron las manos diciendo que ellos tampoco aprueban cómo el Presidente se ha comportado, pero que votar a favor de la moción sería peor, pues implicaría condenar indirectamente también al Presidente mismo. ¡Un lío, diay!
Durante el debate reglado, el Plenario Legislativo se convirtió en un ring de boxeo verbal. Diputados de la oposición, encabezados por el PLN, PUSC, Frente Amplio, Nueva República e incluso Luz Mary Alpízar del PPSD, atacaron duramente al oficialismo por su postura. Atacaron duro, acusándolos de estar ciegos ante la amenaza que representa, según ellos, el comportamiento de Chaves para la estabilidad democrática del país. ¡Se dijeron verdades, vamos!
La presidenta del TSE, Eugenia Zamora, había advertido previamente que las constantes amenazas y ataques del Presidente ponían en peligro la paz y la estabilidad nacional. Sus palabras resonaron en todo el país, generando preocupación y llamando a la reflexión. La situación se tornó aún más compleja considerando las quince denuncias por beligerancia política que pesan sobre el mandatario, esperando ser analizadas por la Corte Suprema de Justicia.
Este episodio alimenta la creciente polarización política que vive el país. Ya no se trata solo de diferencias ideológicas, sino de cuestionamientos fundamentales sobre el respeto a las instituciones y el cumplimiento del Estado de Derecho. Muchos ciudadanos se preguntan qué tan lejos estamos de una crisis mayor, y si los líderes políticos tienen la madurez necesaria para resolver estos conflictos de manera pacífica y constructiva. El tema está candela, sin duda alguna. Y ahora, como diríamos por acá, ¡se puso bueno este brete!
Considerando el panorama actual, y la férrea defensa del oficialismo hacia las acciones del Presidente, ¿cree usted que la relación entre el Poder Ejecutivo y el TSE puede mejorar en el corto plazo, o estamos encaminados a una confrontación aún mayor que afecte la confianza de los ciudadanos en nuestras instituciones? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
	
		
			
		
		
	
				
			Todo empezó con una moción presentada por el diputado liberacionista Óscar Izquierdo, buscando condenar públicamente las acciones y dichos del Presidente. El ambiente estaba tenso, se notaba que la vara era delicada, ya que involucraba cuestionamientos directos sobre el respeto hacia el Poder Judicial y el proceso electoral que tenemos por delante. Muchos esperaban que los legisladores mostrarán un poquito de sentido común, pero parece que no fue así.
Los ocho diputados del partido oficialista – Pilar Cisneros, Daniel Vargas, Ada Acuña, Paola Nájera, Manuel Morales, Alexander Barrantes, Jorge Rojas y Waldo Agüero – votaron en contra de la moción. Un bloque sólido que dejó claro su respaldo al Presidente, aunque algunos analistas dicen que esto podría salirles caro a futuro, especialmente si las cosas siguen escalando entre el Poder Ejecutivo y el TSE. ¡Imagínate la bronca!
Según explicó Daniel Vargas, el voto en contra tenía que ver con que la propia moción exponía las agresiones y la violencia política que ha estado ejerciendo Chaves contra Zamora. Vamos, que se lavaron las manos diciendo que ellos tampoco aprueban cómo el Presidente se ha comportado, pero que votar a favor de la moción sería peor, pues implicaría condenar indirectamente también al Presidente mismo. ¡Un lío, diay!
Durante el debate reglado, el Plenario Legislativo se convirtió en un ring de boxeo verbal. Diputados de la oposición, encabezados por el PLN, PUSC, Frente Amplio, Nueva República e incluso Luz Mary Alpízar del PPSD, atacaron duramente al oficialismo por su postura. Atacaron duro, acusándolos de estar ciegos ante la amenaza que representa, según ellos, el comportamiento de Chaves para la estabilidad democrática del país. ¡Se dijeron verdades, vamos!
La presidenta del TSE, Eugenia Zamora, había advertido previamente que las constantes amenazas y ataques del Presidente ponían en peligro la paz y la estabilidad nacional. Sus palabras resonaron en todo el país, generando preocupación y llamando a la reflexión. La situación se tornó aún más compleja considerando las quince denuncias por beligerancia política que pesan sobre el mandatario, esperando ser analizadas por la Corte Suprema de Justicia.
Este episodio alimenta la creciente polarización política que vive el país. Ya no se trata solo de diferencias ideológicas, sino de cuestionamientos fundamentales sobre el respeto a las instituciones y el cumplimiento del Estado de Derecho. Muchos ciudadanos se preguntan qué tan lejos estamos de una crisis mayor, y si los líderes políticos tienen la madurez necesaria para resolver estos conflictos de manera pacífica y constructiva. El tema está candela, sin duda alguna. Y ahora, como diríamos por acá, ¡se puso bueno este brete!
Considerando el panorama actual, y la férrea defensa del oficialismo hacia las acciones del Presidente, ¿cree usted que la relación entre el Poder Ejecutivo y el TSE puede mejorar en el corto plazo, o estamos encaminados a una confrontación aún mayor que afecte la confianza de los ciudadanos en nuestras instituciones? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		