¡Ay, Dios mío! Esto sí que cayó pelao. El director del OIJ, Randall Zúñiga, suspendido por quince días. Un cimbronazo pa’ el Poder Judicial, vamos. La Corte Magistral decidió darle un respiro al pobre hombre (o quizás no tan pobre, según algunos), mientras se siguen revisando las denuncias que lo tienen hasta las cachas.
Todo comenzó hace unas semanas, cuando empezaron a sonar alarmas en Corredores y Cartago. Tres denuncias graves, acusándolo de cositas que nadie quiere escuchar, digamos. Cosas que le pueden meter bala a cualquiera, ¡qué sal!
Y ni hablar del Presidente Chaves metiéndose en el brete. El tipo ha soltado verdades bien fuertes, poniendo en duda la imparcialidad de la Fiscalía y diciendo que las denunciantes están recibiendo amenazas. ¡Pucha, qué bronca! Parece que esto se le está yendo al pandemonio.
La Fiscalía Adjunta de Género anda trabajando a toda máquina, decomisándole hasta el celular al señor Zúñiga, analizando mensajes y entrevistando gente. El Fiscal General, Carlo Díaz, tuvo que salir a defender a su equipo, diciendo que la investigación va adelante con toda la objetividad del mundo. Pero bueno, entre nos, ¿cómo esperar otra cosa con el presidente ladrándole desde afuera?
El Tribunal de Inspección Judicial ya abrió un expediente disciplinario, y el Colegio de Abogados también está investigando. De hecho, hubo una denuncia filtrada a los medios, ¡eso sí que es picante! Aunque el Colegio todavía no se pronuncia oficialment', el ambiente está que arde.
Esto, claro, ha sacudido la política nacional. Diputados de todos los colores han pedido su renuncia inmediata. Rocío Alfaro, jefa de la fracción del Frente Amplio, fue una de las que habló más claro: o se aparta, o se va. No le andan dando vuelta a la maraña, ¡qué directos!
Y Zúñiga, defendiéndose como puede, niega todo rotundamente. Dice que es víctima de un ataque político, que las fotos que circulan son montajes, y que tiene más de 25 años sirviendo al país. El mae tiene experiencia, eso sí, pero ahora parece que está atrapado en un brete bastante complicado.
Con tantas vueltas, acusaciones e investigaciones, ¿cree usted que el director del OIJ podrá limpiar su nombre y volver a asumir funciones, o este escándalo marcará el final de su carrera? Cuéntenos qué piensa en el foro, ¡esto está pa' armar un buen debate!
Todo comenzó hace unas semanas, cuando empezaron a sonar alarmas en Corredores y Cartago. Tres denuncias graves, acusándolo de cositas que nadie quiere escuchar, digamos. Cosas que le pueden meter bala a cualquiera, ¡qué sal!
Y ni hablar del Presidente Chaves metiéndose en el brete. El tipo ha soltado verdades bien fuertes, poniendo en duda la imparcialidad de la Fiscalía y diciendo que las denunciantes están recibiendo amenazas. ¡Pucha, qué bronca! Parece que esto se le está yendo al pandemonio.
La Fiscalía Adjunta de Género anda trabajando a toda máquina, decomisándole hasta el celular al señor Zúñiga, analizando mensajes y entrevistando gente. El Fiscal General, Carlo Díaz, tuvo que salir a defender a su equipo, diciendo que la investigación va adelante con toda la objetividad del mundo. Pero bueno, entre nos, ¿cómo esperar otra cosa con el presidente ladrándole desde afuera?
El Tribunal de Inspección Judicial ya abrió un expediente disciplinario, y el Colegio de Abogados también está investigando. De hecho, hubo una denuncia filtrada a los medios, ¡eso sí que es picante! Aunque el Colegio todavía no se pronuncia oficialment', el ambiente está que arde.
Esto, claro, ha sacudido la política nacional. Diputados de todos los colores han pedido su renuncia inmediata. Rocío Alfaro, jefa de la fracción del Frente Amplio, fue una de las que habló más claro: o se aparta, o se va. No le andan dando vuelta a la maraña, ¡qué directos!
Y Zúñiga, defendiéndose como puede, niega todo rotundamente. Dice que es víctima de un ataque político, que las fotos que circulan son montajes, y que tiene más de 25 años sirviendo al país. El mae tiene experiencia, eso sí, pero ahora parece que está atrapado en un brete bastante complicado.
Con tantas vueltas, acusaciones e investigaciones, ¿cree usted que el director del OIJ podrá limpiar su nombre y volver a asumir funciones, o este escándalo marcará el final de su carrera? Cuéntenos qué piensa en el foro, ¡esto está pa' armar un buen debate!