¡Ay, Dios mío! Parece que el vecino de Panama le pegó un buen golpe a nuestra imagen en cuanto a prosperidad. El Índice de Prosperidad HelloSafe 2025 dejó claro que, aunque seguimos siendo un país modelo en varios aspectos, Panamá se llevó la corona de más próspero de Centroamérica este año. ¡Qué chinada!
Para ponerle contexto a la cosa, este índice, hecho por unos gringos de HelloSafe, evalúa cómo viven bien las personas en diferentes lugares del mundo. No solo miran cuánto dinero tenemos, sino también si tenemos acceso a buena educación, salud, seguridad, y si la riqueza se reparte más o menos parejo entre todos. Ellos combinan cosas como el PIB per cápita, cuánta renta tenemos, el famoso IDH (que mide desarrollo humano) y hasta cómo de desiguales somos.
Este año, Panamá llegó a 40,36 puntos, quedando tercero en América Latina, ¡lo que demuestra que les está yendo bastante chido! Nosotros, con 36,39 puntos, quedamos segundos en Centroamérica, pero sextos a nivel latinoamericano. Digamos que todavía tenemos buen nombre, pero ya no somos líderes regionales, eso duele un poquito, ¿verdad?
Si analizamos los números, vemos que Panamá se beneficia mucho de su sector financiero y logístico, que realmente impulsa su economía. Nosotros, en cambio, seguimos fuertes en educación, democracia y cuidar nuestro ambiente – lo cual es crucial y debemos seguir apostando por ello. Pero parece que estos factores, por sí solos, no han sido suficientes para mantenernos en la cima.
A ver, hablemos claro: otros países de la región no andan tan bien. El Salvador, Nicaragua y Belice quedan bastante rezagados, y Guatemala y Honduras tienen aún más dificultades para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Esto nos recuerda que, aunque tengamos nuestros problemas, somos privilegiados y debemos valorar lo que hemos logrado como país.
Es importante recordar que este índice no es la Biblia ni nada parecido. Es una herramienta útil para comparar, pero hay muchas otras cosas que considerar. Por ejemplo, nosotros podemos tener un menor coeficiente de Gini (que mide la desigualdad) que Panamá, lo que significa que la riqueza se distribuye de forma más justa entre la población. O que nuestra democracia es más estable, lo que permite planificar a largo plazo.
Pero tampoco nos hagamos ilusiones, necesitamos trabajar duro para recuperar terreno. Tenemos que impulsar la inversión, crear empleos decentes, mejorar la infraestructura y fortalecer nuestras instituciones. También es fundamental innovar y buscar nuevas oportunidades de crecimiento económico, especialmente en sectores como tecnología y energías renovables. ¡Vamos, que tenemos brete por delante!
En fin, esta noticia nos invita a reflexionar sobre dónde estamos parados como país y hacia dónde queremos ir. ¿Estamos dispuestos a hacer los cambios necesarios para volver a ser los número uno en prosperidad en Centroamérica? ¿O nos conformaremos con mantener la segunda posición mientras Panamá sigue avanzando a toda marcha? ¡Compas, déjenme saber qué piensan ustedes sobre esto en los comentarios!
Para ponerle contexto a la cosa, este índice, hecho por unos gringos de HelloSafe, evalúa cómo viven bien las personas en diferentes lugares del mundo. No solo miran cuánto dinero tenemos, sino también si tenemos acceso a buena educación, salud, seguridad, y si la riqueza se reparte más o menos parejo entre todos. Ellos combinan cosas como el PIB per cápita, cuánta renta tenemos, el famoso IDH (que mide desarrollo humano) y hasta cómo de desiguales somos.
Este año, Panamá llegó a 40,36 puntos, quedando tercero en América Latina, ¡lo que demuestra que les está yendo bastante chido! Nosotros, con 36,39 puntos, quedamos segundos en Centroamérica, pero sextos a nivel latinoamericano. Digamos que todavía tenemos buen nombre, pero ya no somos líderes regionales, eso duele un poquito, ¿verdad?
Si analizamos los números, vemos que Panamá se beneficia mucho de su sector financiero y logístico, que realmente impulsa su economía. Nosotros, en cambio, seguimos fuertes en educación, democracia y cuidar nuestro ambiente – lo cual es crucial y debemos seguir apostando por ello. Pero parece que estos factores, por sí solos, no han sido suficientes para mantenernos en la cima.
A ver, hablemos claro: otros países de la región no andan tan bien. El Salvador, Nicaragua y Belice quedan bastante rezagados, y Guatemala y Honduras tienen aún más dificultades para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Esto nos recuerda que, aunque tengamos nuestros problemas, somos privilegiados y debemos valorar lo que hemos logrado como país.
Es importante recordar que este índice no es la Biblia ni nada parecido. Es una herramienta útil para comparar, pero hay muchas otras cosas que considerar. Por ejemplo, nosotros podemos tener un menor coeficiente de Gini (que mide la desigualdad) que Panamá, lo que significa que la riqueza se distribuye de forma más justa entre la población. O que nuestra democracia es más estable, lo que permite planificar a largo plazo.
Pero tampoco nos hagamos ilusiones, necesitamos trabajar duro para recuperar terreno. Tenemos que impulsar la inversión, crear empleos decentes, mejorar la infraestructura y fortalecer nuestras instituciones. También es fundamental innovar y buscar nuevas oportunidades de crecimiento económico, especialmente en sectores como tecnología y energías renovables. ¡Vamos, que tenemos brete por delante!
En fin, esta noticia nos invita a reflexionar sobre dónde estamos parados como país y hacia dónde queremos ir. ¿Estamos dispuestos a hacer los cambios necesarios para volver a ser los número uno en prosperidad en Centroamérica? ¿O nos conformaremos con mantener la segunda posición mientras Panamá sigue avanzando a toda marcha? ¡Compas, déjenme saber qué piensan ustedes sobre esto en los comentarios!
