¡Ay, Dios mío, qué barbaridad! Acá en Costa Rica siempre hemos tenido claro que el parto es un momento delicado, y más aún si te aventuras a dejarlo en manos de quien no tenga la preparación adecuada. Una influencer australiana, Stacey Warnecke, dejó este mundo precisamente por eso, y el caso está dando vuelta al globo, generando un debate tremendo sobre estos llamados 'partos libres'. Parece sacado de película, pero es la cruda realidad.
La señora, de 30 años, falleció el 29 de septiembre pasado, víctima de una hemorragia postparto severa que nunca llegó a ser tratada a tiempo. La historia completa salió a la luz gracias a un tribunal que confirmó lo sucedido, dejando en evidencia la peligrosidad de optar por prácticas sin supervisión médica profesional. El pobre hombre, su esposo, tuvo que anunciar la terrible noticia en redes sociales... Imaginen el dolor, ¡qué pesar!
Warnecke era ferviente defensora del llamado 'parto libre', una movida que va en contra de toda lógica y seguridad médica. Rechazaba la idea de tener médicos o parteras certificadas presentes durante el nacimiento, confiando aparentemente en conocimientos propios o en algún chamán moderno. Según informes de medios australianos, el parto se llevó a cabo en su propia casa, cerca de Melbourne, y aunque el bebé, Axel, pudo sobrevivir, la mamá lamentablemente no tuvo tanta suerte. ¿Se imaginan la angustia?
Y acá viene lo que me pone los pelos de punta: Emily Lal, conocida como The Authentic Birthkeeper en redes, estaba presente durante el parto. Esta señora, que parece ser líder de este movimiento de 'partos libres', ahora está bajo investigación por las autoridades de Victoria, quienes sospechan que podría estar facilitando prácticas peligrosas para madres y bebés. Peor aún, se dice que limpió la habitación antes de que llegaran los servicios de emergencia… ¡Eso sí que es agarrarle con pinzas, mae!
Según fuentes del Herald Sun, la decisión de Warnecke de optar por un parto en casa venía alimentada por una profunda desconfianza hacia el sistema de salud. Al parecer, este sentimiento se intensificó en 2021, con la implementación de las vacunas contra el COVID-19. Entiendo que hay gente escéptica, pero cuando se trata de la vida y la de tu bebé, mejor confiar en los profesionales, ¿no creen? Es como andar en bicicleta sin casco, pura imprudencia.
El desenlace fue escalofriante: el parto ocurrió alrededor de las tres de la mañana, todo parecía ir bien hasta que, minutos después de expulsar la placenta, empezó la hemorragia. Inicialmente, la influencer se negó a pedir ayuda, pero finalmente cedió y llamó a una ambulancia. Cuando los paramédicos llegaron, la encontraron en el suelo, luchando por respirar. Fue trasladada al Hospital de Frankston, pero ya era demasiado tarde; sufrió múltiples paros cardíacos y falleció poco después. Un final trágico, totalmente evitable, diría yo.
Este caso ha encendido todas las alarmas en Australia y nos sirve como recordatorio de la importancia de buscar atención médica profesional durante el embarazo y el parto. No se vale arriesgar la vida de la madre y la del bebé por ideologías extremas o desconfianzas infundadas. Especialistas han alertado sobre el creciente número de personas que se animan a practicar estos 'partos libres' sin la debida preparación, poniendo en grave peligro sus vidas y las de sus hijos. Recuerden, brete importante es cuidar de la salud.
Después de escuchar esta historia, me pregunto: ¿Consideran que la responsabilidad recae únicamente en la fallecida influencer y la 'Birthkeeper', o también existe cierta culpabilidad social por promover estas prácticas peligrosas en redes sociales? ¿Creen que deberíamos implementar medidas más estrictas para regular estas tendencias, incluso si esto implica limitar la libertad individual? ¡Compártanme sus opiniones!
La señora, de 30 años, falleció el 29 de septiembre pasado, víctima de una hemorragia postparto severa que nunca llegó a ser tratada a tiempo. La historia completa salió a la luz gracias a un tribunal que confirmó lo sucedido, dejando en evidencia la peligrosidad de optar por prácticas sin supervisión médica profesional. El pobre hombre, su esposo, tuvo que anunciar la terrible noticia en redes sociales... Imaginen el dolor, ¡qué pesar!
Warnecke era ferviente defensora del llamado 'parto libre', una movida que va en contra de toda lógica y seguridad médica. Rechazaba la idea de tener médicos o parteras certificadas presentes durante el nacimiento, confiando aparentemente en conocimientos propios o en algún chamán moderno. Según informes de medios australianos, el parto se llevó a cabo en su propia casa, cerca de Melbourne, y aunque el bebé, Axel, pudo sobrevivir, la mamá lamentablemente no tuvo tanta suerte. ¿Se imaginan la angustia?
Y acá viene lo que me pone los pelos de punta: Emily Lal, conocida como The Authentic Birthkeeper en redes, estaba presente durante el parto. Esta señora, que parece ser líder de este movimiento de 'partos libres', ahora está bajo investigación por las autoridades de Victoria, quienes sospechan que podría estar facilitando prácticas peligrosas para madres y bebés. Peor aún, se dice que limpió la habitación antes de que llegaran los servicios de emergencia… ¡Eso sí que es agarrarle con pinzas, mae!
Según fuentes del Herald Sun, la decisión de Warnecke de optar por un parto en casa venía alimentada por una profunda desconfianza hacia el sistema de salud. Al parecer, este sentimiento se intensificó en 2021, con la implementación de las vacunas contra el COVID-19. Entiendo que hay gente escéptica, pero cuando se trata de la vida y la de tu bebé, mejor confiar en los profesionales, ¿no creen? Es como andar en bicicleta sin casco, pura imprudencia.
El desenlace fue escalofriante: el parto ocurrió alrededor de las tres de la mañana, todo parecía ir bien hasta que, minutos después de expulsar la placenta, empezó la hemorragia. Inicialmente, la influencer se negó a pedir ayuda, pero finalmente cedió y llamó a una ambulancia. Cuando los paramédicos llegaron, la encontraron en el suelo, luchando por respirar. Fue trasladada al Hospital de Frankston, pero ya era demasiado tarde; sufrió múltiples paros cardíacos y falleció poco después. Un final trágico, totalmente evitable, diría yo.
Este caso ha encendido todas las alarmas en Australia y nos sirve como recordatorio de la importancia de buscar atención médica profesional durante el embarazo y el parto. No se vale arriesgar la vida de la madre y la del bebé por ideologías extremas o desconfianzas infundadas. Especialistas han alertado sobre el creciente número de personas que se animan a practicar estos 'partos libres' sin la debida preparación, poniendo en grave peligro sus vidas y las de sus hijos. Recuerden, brete importante es cuidar de la salud.
Después de escuchar esta historia, me pregunto: ¿Consideran que la responsabilidad recae únicamente en la fallecida influencer y la 'Birthkeeper', o también existe cierta culpabilidad social por promover estas prácticas peligrosas en redes sociales? ¿Creen que deberíamos implementar medidas más estrictas para regular estas tendencias, incluso si esto implica limitar la libertad individual? ¡Compártanme sus opiniones!
