¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que gran parte del dinero que estamos guardando para el retiro, ese chuche que tanto esperamos, está metido prácticamente dentro del Ministerio de Hacienda. Sí, así como lo escucharon. De los fondos de pensión del régimen básico, el Magisterio, Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y hasta el Poder Judicial, ¡casi dos tercios están ahí!
Según los números, alrededor del 64% de las inversiones que hacen las operadoras de pensiones terminan en manos del gobierno, específicamente en bonos del Estado. Pa' ponerlo en perspectiva, el Banco Central le aporta un mísero 4%, parece que no les sobra mucho el lana. Esto, señores, ya lleva rato así, y aunque algunas operadoras han tratado de buscarle la vuelta, echar pa'lante, las restricciones nos tienen atados de manos.
Roger Porras, quien anda siendo el jefe de la Asociación Costarricense de Operadoras de Pensiones y además trabaja en Popular Pensiones, nos explica que el problema es que nuestro mercado de capitales es más bien chiquito, aguacatito. Prácticamente todo lo que se emite, casi el 90%, lo hace el Banco Central y el Ministerio de Hacienda. Nosotros, como operadores, tratamos de meterle pata adelante, de invertir en otros lados, pero las regulaciones... ¡ufff!, son un brete.
Y ni hablar de los fondos del Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP). Ahí sí hay un poquito más de equilibrio, con el 56% invertido fuera del sector público y un 37% aventurándose en mercados internacionales. Pero, atención, Hacienda sigue siendo el principal destinatario de nuestros ahorros, llevándose medio pastel, diay.
Ahora, no todo está perdido, ¡para nada! Hay gestores como BlackRock, que van buscando opciones allá afuera, echándole ojo a sectores tecnológicos, mercados desarrollados y emergentes. Incluso replican el Standard & Poor’s 500, que mide cómo le va a las 500 empresas más grandes de Wall Street. Total, dicen, necesitamos diversificar, no andar poniendo todos los huevos en la misma canasta.
Pero aquí viene la pregunta clave: tenemos un tope del 50% para invertir en el extranjero. Eso nos limita muchísimo, nos impide obtener mejores rendimientos. Porras propone subir ese porcentaje a 70% o incluso 80%. Tendríamos que irnos a la Asamblea Legislativa para cambiar la ley, claro, pero la idea está en la mesa, y las operadoras están dispuestas a pelearla.
Otra opción que están considerando es permitir que los fondos de pensiones financien proyectos de obras públicas. Podríamos ayudar a construir carreteras, hospitales, escuelas… ¡y ganar plata haciéndolo! Lo importante, dice Porras, es definir bien qué proyectos son prioritarios y asegurar que sean viables económicamente. Imagínense, ¡construyendo el futuro mientras nos preparamos para el retiro! Vaya vara.
En promedio, el ROP ha logrado rendimientos del 8,59% en los últimos 10 años. Un número decente, sí, pero podríamos hacerlo mejor si tuviéramos más flexibilidad para invertir. Entonces, mi pregunta para ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿Creen que es buena idea permitir que los fondos de pensiones inviertan en proyectos de infraestructura? ¿O deberíamos seguir apostando principalmente por la seguridad del Estado, aunque eso signifique rendimientos más bajos?
Según los números, alrededor del 64% de las inversiones que hacen las operadoras de pensiones terminan en manos del gobierno, específicamente en bonos del Estado. Pa' ponerlo en perspectiva, el Banco Central le aporta un mísero 4%, parece que no les sobra mucho el lana. Esto, señores, ya lleva rato así, y aunque algunas operadoras han tratado de buscarle la vuelta, echar pa'lante, las restricciones nos tienen atados de manos.
Roger Porras, quien anda siendo el jefe de la Asociación Costarricense de Operadoras de Pensiones y además trabaja en Popular Pensiones, nos explica que el problema es que nuestro mercado de capitales es más bien chiquito, aguacatito. Prácticamente todo lo que se emite, casi el 90%, lo hace el Banco Central y el Ministerio de Hacienda. Nosotros, como operadores, tratamos de meterle pata adelante, de invertir en otros lados, pero las regulaciones... ¡ufff!, son un brete.
Y ni hablar de los fondos del Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP). Ahí sí hay un poquito más de equilibrio, con el 56% invertido fuera del sector público y un 37% aventurándose en mercados internacionales. Pero, atención, Hacienda sigue siendo el principal destinatario de nuestros ahorros, llevándose medio pastel, diay.
Ahora, no todo está perdido, ¡para nada! Hay gestores como BlackRock, que van buscando opciones allá afuera, echándole ojo a sectores tecnológicos, mercados desarrollados y emergentes. Incluso replican el Standard & Poor’s 500, que mide cómo le va a las 500 empresas más grandes de Wall Street. Total, dicen, necesitamos diversificar, no andar poniendo todos los huevos en la misma canasta.
Pero aquí viene la pregunta clave: tenemos un tope del 50% para invertir en el extranjero. Eso nos limita muchísimo, nos impide obtener mejores rendimientos. Porras propone subir ese porcentaje a 70% o incluso 80%. Tendríamos que irnos a la Asamblea Legislativa para cambiar la ley, claro, pero la idea está en la mesa, y las operadoras están dispuestas a pelearla.
Otra opción que están considerando es permitir que los fondos de pensiones financien proyectos de obras públicas. Podríamos ayudar a construir carreteras, hospitales, escuelas… ¡y ganar plata haciéndolo! Lo importante, dice Porras, es definir bien qué proyectos son prioritarios y asegurar que sean viables económicamente. Imagínense, ¡construyendo el futuro mientras nos preparamos para el retiro! Vaya vara.
En promedio, el ROP ha logrado rendimientos del 8,59% en los últimos 10 años. Un número decente, sí, pero podríamos hacerlo mejor si tuviéramos más flexibilidad para invertir. Entonces, mi pregunta para ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿Creen que es buena idea permitir que los fondos de pensiones inviertan en proyectos de infraestructura? ¿O deberíamos seguir apostando principalmente por la seguridad del Estado, aunque eso signifique rendimientos más bajos?