Mae, apenas estamos a mitad del 2024 y la carrera presidencial ya está que arde. Mientras la mayoría de nosotros anda viendo cómo llega a fin de mes, en los partidos políticos la cosa es a otro nivel. Y este fin de semana, el que movió el tablero fue Álvaro Ramos con su Partido Liberación Nacional. Anunció con bombos y platillos la fórmula presidencial PLN 2026, el equipo con el que pretende convencer a un país que, seamos honestos, ve a los verdiblancos con más recelo que nunca. La vara es, ¿el remedio será mejor que la enfermedad?
Vamos por partes, como diría un carnicero. La primera vicepresidencia se la dieron a Karen Segura Fernández. A ella la vimos hace poco en un foro de seguridad con el mismo Ramos, y parece que ahí hubo química. La presentan como la gran experta, doctora en Gobierno y Políticas Públicas, una especialista en crimen organizado y temas de drogas. Suena bien, ¿verdad? El detalle que a muchos les hizo ruido es que doña Karen fue candidata a alcaldesa por La Unión, pero no con el PLN, sino con Alianza Demócrata Cristiana. Cuando le preguntaron por esa vuelta, dijo que siempre ha sido liberacionista de corazón y que solo le estaba haciendo "un favor" a don Mario Redondo. Diay, un favorcito que la puso en una papeleta de otro color. Ramos insiste que no es para jalar el voto cristiano, sino porque tiene "el corazón en el lugar correcto". Una frase bonita, pero en política, uno aprende a dudar de las frases bonitas.
Para la segunda vicepresidencia, la apuesta fue más tradicional, más "sello PLN". Se trata de Xinia Chaves Quirós, una figura muy respetada en el sector cafetalero y exviceministra de Agricultura en el gobierno de Laura Chinchilla. Aquí no hay tanto brinco ni favores a otros partidos; doña Xinia es una ficha que, hay que decirlo, es un carga en lo suyo. Tiene un currículum intachable en su campo, habiendo roto techos de cristal en las cooperativas y en el ICAFE. Este nombramiento se siente como el ancla de la fórmula, el guiño al liberacionismo de toda la vida, a la estructura, al que le gusta el orden y la experiencia comprobada. Es la pieza que busca calmar a los que ven en Segura una improvisación o un experimento riesgoso.
Pero el plato fuerte, el que generó más habladas en los pasillos de la Asamblea Nacional verdiblanca, fue el nombramiento del candidato a diputado nacional. Por estatutos, el candidato presidencial puede poner a una persona "a dedo" en la lista legislativa. ¿Y a quién escogió Ramos? A su jefe de campaña, Álvaro Ramírez. Un economista con una maestría en Londres y un montón de brete en organismos internacionales. Hasta ahí, todo suena a cachete. Pero aquí viene el giro de telenovela: este mismo Álvaro Ramírez fue el candidato a la segunda vicepresidencia de ¡José María Figueres en las elecciones del 2022! Sí, mae, como lo oye. El que hace dos años era parte del equipo del archirrival de Ramos dentro del partido, ahora tiene un campo asegurado en Cuesta de Moras gracias a él. Esto demuestra que en política no hay lealtades eternas, solo intereses que se alinean.
Entonces, ¿qué rompecabezas nos deja Álvaro Ramos sobre la mesa? Por un lado, una experta en seguridad con un pasado político un tanto flexible. Por otro, una veterana del sector agrícola con pedigree liberacionista de la vieja escuela. Y para rematar, un diputado "elegido" que hasta ayer nomás jugaba en el equipo contrario. La estrategia parece ser la de intentar abarcar todo: la novedad, la tradición y hasta la reconciliación interna (o el pragmatismo puro y duro). La pregunta del millón es si este coctel va a saber bien o si al final va a ser un despiche de sabores que no combinan.
Ahora les paso la bola a ustedes, maes. ¿Qué opinan de esta jugada? ¿Es esta la fórmula que va a sacar al PLN del hueco y devolverlo a Zapote, o es más de lo mismo con un par de stickers nuevos? ¿Les convence este trabuco?
Vamos por partes, como diría un carnicero. La primera vicepresidencia se la dieron a Karen Segura Fernández. A ella la vimos hace poco en un foro de seguridad con el mismo Ramos, y parece que ahí hubo química. La presentan como la gran experta, doctora en Gobierno y Políticas Públicas, una especialista en crimen organizado y temas de drogas. Suena bien, ¿verdad? El detalle que a muchos les hizo ruido es que doña Karen fue candidata a alcaldesa por La Unión, pero no con el PLN, sino con Alianza Demócrata Cristiana. Cuando le preguntaron por esa vuelta, dijo que siempre ha sido liberacionista de corazón y que solo le estaba haciendo "un favor" a don Mario Redondo. Diay, un favorcito que la puso en una papeleta de otro color. Ramos insiste que no es para jalar el voto cristiano, sino porque tiene "el corazón en el lugar correcto". Una frase bonita, pero en política, uno aprende a dudar de las frases bonitas.
Para la segunda vicepresidencia, la apuesta fue más tradicional, más "sello PLN". Se trata de Xinia Chaves Quirós, una figura muy respetada en el sector cafetalero y exviceministra de Agricultura en el gobierno de Laura Chinchilla. Aquí no hay tanto brinco ni favores a otros partidos; doña Xinia es una ficha que, hay que decirlo, es un carga en lo suyo. Tiene un currículum intachable en su campo, habiendo roto techos de cristal en las cooperativas y en el ICAFE. Este nombramiento se siente como el ancla de la fórmula, el guiño al liberacionismo de toda la vida, a la estructura, al que le gusta el orden y la experiencia comprobada. Es la pieza que busca calmar a los que ven en Segura una improvisación o un experimento riesgoso.
Pero el plato fuerte, el que generó más habladas en los pasillos de la Asamblea Nacional verdiblanca, fue el nombramiento del candidato a diputado nacional. Por estatutos, el candidato presidencial puede poner a una persona "a dedo" en la lista legislativa. ¿Y a quién escogió Ramos? A su jefe de campaña, Álvaro Ramírez. Un economista con una maestría en Londres y un montón de brete en organismos internacionales. Hasta ahí, todo suena a cachete. Pero aquí viene el giro de telenovela: este mismo Álvaro Ramírez fue el candidato a la segunda vicepresidencia de ¡José María Figueres en las elecciones del 2022! Sí, mae, como lo oye. El que hace dos años era parte del equipo del archirrival de Ramos dentro del partido, ahora tiene un campo asegurado en Cuesta de Moras gracias a él. Esto demuestra que en política no hay lealtades eternas, solo intereses que se alinean.
Entonces, ¿qué rompecabezas nos deja Álvaro Ramos sobre la mesa? Por un lado, una experta en seguridad con un pasado político un tanto flexible. Por otro, una veterana del sector agrícola con pedigree liberacionista de la vieja escuela. Y para rematar, un diputado "elegido" que hasta ayer nomás jugaba en el equipo contrario. La estrategia parece ser la de intentar abarcar todo: la novedad, la tradición y hasta la reconciliación interna (o el pragmatismo puro y duro). La pregunta del millón es si este coctel va a saber bien o si al final va a ser un despiche de sabores que no combinan.
Ahora les paso la bola a ustedes, maes. ¿Qué opinan de esta jugada? ¿Es esta la fórmula que va a sacar al PLN del hueco y devolverlo a Zapote, o es más de lo mismo con un par de stickers nuevos? ¿Les convence este trabuco?