¡Aguante! El Partido Liberación Nacional (PLN) le puso el freno de mano a toda la movida que armaba la Unidad Social Cristiana (PUSC) para meterle una vía exprés a un nuevo proyecto de jornadas laborales de 12 horas, también conocidas como 4x3. Parece que los verdiblancos no van con el rollo de acelerar las cosas y mandarle a volar al texto sustitutivo que ya había sido aprobado hace unos meses. ¡Imagínate la bronca!
Todo este circo viene porque la PUSC quería activar un artículo del reglamento del Congreso, el 234 bis, que básicamente les permitiría saltarse todos los trámites normales y meterle un turbo al trámite legislativo. Querían dejar sin efecto la consulta que estaba echando humo y directamente pasar a crear una comisión especial encargada de discutir un nuevo proyecto de jornadas. Digamos que querían evitarse un buen mar de mociones y debates.
Pero el jefe de fracción del PLN, Óscar Izquierdo, salió a decir que no va a haber vía rápida. Según él, el nuevo proyecto que propone la PUSC no incluye cositas importantes que ya habían acordado los diputados el 9 de setiembre, cuando aprobaron ese texto sustitutivo que ahora está en pausa. Claramente, el PLN quiere mantener su postura inicial y seguir adelante con las jornadas 4x3 tal como estaban encaminadas, aunque haya que lidiar con montones de mociones y revisiones.
Y vaya que hay mociones. El expediente 24.290 acumula ya 1.993 mociones de fondo y 2.564 mociones de revisión. ¡Una verdadera torta! Algunos legisladores ya han dicho que esto está generando una especie de obstrucción parlamentaria, donde cada quien mete sus palitos para frenar el avance del proyecto. Un verdadero brete para todos.
El chavismo, ojo avizor, parece estar apoyando la iniciativa de la PUSC, así que la batalla está echada en el Plenario. Se espera un debate encendido y mucha tensión, ya que ambos bandos tienen posturas muy definidas sobre cómo debería funcionar el mercado laboral en Costa Rica. Algunos argumentan que las jornadas 4x3 son necesarias para reactivar la economía, mientras que otros creen que podrían afectar negativamente a los trabajadores y a las empresas.
Recordemos que el texto sustitutivo aprobado por el PLN el pasado mes de setiembre buscaba establecer ciertas condiciones para la implementación de estas jornadas especiales, como límites en el número de horas extras y garantías para los empleados. Ahora, con la intención de la PUSC de modificar ese texto, se abre un nuevo capítulo en esta controversia que lleva meses agitando las aguas del Congreso.
Desde hoy, los diputados volverán a sesionar a doble jornada, tanto por la mañana como por la tarde, durante varios días. Esto indica la importancia que se le está dando a este tema y la urgencia con la que quieren llegar a una conclusión. Pero con tanta moción y tantos intereses contrapuestos, el camino hacia el acuerdo se antoja largo y lleno de obstáculos. Además, la reciente polémica alrededor de Kevin Kirby añade un poco más de picante a la situación política general del país, distrayendo un poco la atención del tema laboral – qué carga.
En fin, la discusión sobre las jornadas laborales sigue prendida y el PLN ha decidido no facilitarles las cosas a la PUSC. Ante este panorama, la pregunta que queda en el aire es: ¿Logrará alguna de las bancadas imponer su visión sobre el futuro del trabajo en Costa Rica, o seguiremos atascados en este embrollo legislativo por mucho tiempo más? ¿Creen que el PLN hizo bien en no apoyar la vía rápida, o se perderá la oportunidad de modernizar la legislación laboral?
Todo este circo viene porque la PUSC quería activar un artículo del reglamento del Congreso, el 234 bis, que básicamente les permitiría saltarse todos los trámites normales y meterle un turbo al trámite legislativo. Querían dejar sin efecto la consulta que estaba echando humo y directamente pasar a crear una comisión especial encargada de discutir un nuevo proyecto de jornadas. Digamos que querían evitarse un buen mar de mociones y debates.
Pero el jefe de fracción del PLN, Óscar Izquierdo, salió a decir que no va a haber vía rápida. Según él, el nuevo proyecto que propone la PUSC no incluye cositas importantes que ya habían acordado los diputados el 9 de setiembre, cuando aprobaron ese texto sustitutivo que ahora está en pausa. Claramente, el PLN quiere mantener su postura inicial y seguir adelante con las jornadas 4x3 tal como estaban encaminadas, aunque haya que lidiar con montones de mociones y revisiones.
Y vaya que hay mociones. El expediente 24.290 acumula ya 1.993 mociones de fondo y 2.564 mociones de revisión. ¡Una verdadera torta! Algunos legisladores ya han dicho que esto está generando una especie de obstrucción parlamentaria, donde cada quien mete sus palitos para frenar el avance del proyecto. Un verdadero brete para todos.
El chavismo, ojo avizor, parece estar apoyando la iniciativa de la PUSC, así que la batalla está echada en el Plenario. Se espera un debate encendido y mucha tensión, ya que ambos bandos tienen posturas muy definidas sobre cómo debería funcionar el mercado laboral en Costa Rica. Algunos argumentan que las jornadas 4x3 son necesarias para reactivar la economía, mientras que otros creen que podrían afectar negativamente a los trabajadores y a las empresas.
Recordemos que el texto sustitutivo aprobado por el PLN el pasado mes de setiembre buscaba establecer ciertas condiciones para la implementación de estas jornadas especiales, como límites en el número de horas extras y garantías para los empleados. Ahora, con la intención de la PUSC de modificar ese texto, se abre un nuevo capítulo en esta controversia que lleva meses agitando las aguas del Congreso.
Desde hoy, los diputados volverán a sesionar a doble jornada, tanto por la mañana como por la tarde, durante varios días. Esto indica la importancia que se le está dando a este tema y la urgencia con la que quieren llegar a una conclusión. Pero con tanta moción y tantos intereses contrapuestos, el camino hacia el acuerdo se antoja largo y lleno de obstáculos. Además, la reciente polémica alrededor de Kevin Kirby añade un poco más de picante a la situación política general del país, distrayendo un poco la atención del tema laboral – qué carga.
En fin, la discusión sobre las jornadas laborales sigue prendida y el PLN ha decidido no facilitarles las cosas a la PUSC. Ante este panorama, la pregunta que queda en el aire es: ¿Logrará alguna de las bancadas imponer su visión sobre el futuro del trabajo en Costa Rica, o seguiremos atascados en este embrollo legislativo por mucho tiempo más? ¿Creen que el PLN hizo bien en no apoyar la vía rápida, o se perderá la oportunidad de modernizar la legislación laboral?