¡Ay, Dios mío! Quién se imaginaba esto. El PLN le metió cerrajón al intento del gobierno de Chaves de meterle mano al aguinaldo y al ingreso escolar. Parece que hasta los gallitos de Liberación Nacional se pusieron de acuerdo para defender estos dos “tesoros” para las familias.
Todo empezó con unas declaraciones del ministro interino de Hacienda, Luis Antonio Molina, que soltó la bomba en una comisión legislativa. Dijo que esos ingresos exonerados eran “plata que ya estaba ahí”. Como si fuera fácil pa’l bolsillo mandar eso así así, mi pana. Porque claro, entre inflación y todo, uno sí que anda buscando cómo llegar a fin de mes.
Miguel Guillén, el secretario general del PLN, salió al frente con toda la artillería pesada, diciendo que no iban a apoyar ni con un palito ninguna iniciativa que afectara estos beneficios. Claramente, vieron venir el bronca que se armaba porque eso afecta directamente al poder adquisitivo de la gente, especialmente ahora que la cosa está dura.
Guillén, con esa labia que tienen los políticos, fue pintando la jugada como una cuestión de principios históricos. Rememoró que el aguinaldo se estableció en 1954, durante el gobierno de Don Figueres Ferrer, para ayudar a las gentes a pasar las fiestas decentemente. ¡Imagínate tener que andar regañándole a la esposa por gastar en regalos!
Y luego vino el salario escolar, nacido en 1994, gracias a otro Figueres, José María, para darle tranquilidad a las familias en enero, cuando las cuentas empiezan a apretar. Dijeron que era una decisión de Estado, una conquista liberacionista, no una limosna pasajera. Y tiene razón, eh; esas cosas son importantes para mantener la calma en el país.
La reacción no se hizo esperar. Las redes sociales explotaron, y la gente empezó a comentar qué tan absurdo sería tocar esos ingresos. Se escuchaban críticas a la gestión de Chaves y se resaltaba la importancia de proteger los derechos laborales básicos. Hay que reconocer que el PLN pescó ojo, porque le dio voz al sentir colectivo.
Ahora queda ver qué hará el gobierno ante esta oposición frontal del PLN. Seguramente buscarán otras formas de aumentar los ingresos fiscales, pero tendrán que hacerlo con cuidado para no seguir golpeando el bolsillo del pueblo. Esto demuestra, una vez más, que la política en Costa Rica es un juego de ajedrez donde cada movimiento puede significar la victoria o la derrota, y este round lo ganó el PLN, al menos por ahora. ¿Será que Chaves va a ceder o seguirá buscando atajos?
En fin, parece que por ahora el aguinaldo y el salario escolar están seguros. Pero, dígame usted, ¿cree que el gobierno encontrará otra forma de aumentar los impuestos? ¿Debería priorizarse la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento en lugar de afectar los ingresos de las familias?
Todo empezó con unas declaraciones del ministro interino de Hacienda, Luis Antonio Molina, que soltó la bomba en una comisión legislativa. Dijo que esos ingresos exonerados eran “plata que ya estaba ahí”. Como si fuera fácil pa’l bolsillo mandar eso así así, mi pana. Porque claro, entre inflación y todo, uno sí que anda buscando cómo llegar a fin de mes.
Miguel Guillén, el secretario general del PLN, salió al frente con toda la artillería pesada, diciendo que no iban a apoyar ni con un palito ninguna iniciativa que afectara estos beneficios. Claramente, vieron venir el bronca que se armaba porque eso afecta directamente al poder adquisitivo de la gente, especialmente ahora que la cosa está dura.
Guillén, con esa labia que tienen los políticos, fue pintando la jugada como una cuestión de principios históricos. Rememoró que el aguinaldo se estableció en 1954, durante el gobierno de Don Figueres Ferrer, para ayudar a las gentes a pasar las fiestas decentemente. ¡Imagínate tener que andar regañándole a la esposa por gastar en regalos!
Y luego vino el salario escolar, nacido en 1994, gracias a otro Figueres, José María, para darle tranquilidad a las familias en enero, cuando las cuentas empiezan a apretar. Dijeron que era una decisión de Estado, una conquista liberacionista, no una limosna pasajera. Y tiene razón, eh; esas cosas son importantes para mantener la calma en el país.
La reacción no se hizo esperar. Las redes sociales explotaron, y la gente empezó a comentar qué tan absurdo sería tocar esos ingresos. Se escuchaban críticas a la gestión de Chaves y se resaltaba la importancia de proteger los derechos laborales básicos. Hay que reconocer que el PLN pescó ojo, porque le dio voz al sentir colectivo.
Ahora queda ver qué hará el gobierno ante esta oposición frontal del PLN. Seguramente buscarán otras formas de aumentar los ingresos fiscales, pero tendrán que hacerlo con cuidado para no seguir golpeando el bolsillo del pueblo. Esto demuestra, una vez más, que la política en Costa Rica es un juego de ajedrez donde cada movimiento puede significar la victoria o la derrota, y este round lo ganó el PLN, al menos por ahora. ¿Será que Chaves va a ceder o seguirá buscando atajos?
En fin, parece que por ahora el aguinaldo y el salario escolar están seguros. Pero, dígame usted, ¿cree que el gobierno encontrará otra forma de aumentar los impuestos? ¿Debería priorizarse la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento en lugar de afectar los ingresos de las familias?
