¡Aguante! Así se puso la cosa hoy en el PLN. Después de tanto tira y afloja, Álvaro Ramos, el candidato verdiblanco, confirmó que sí van a mandar a levantarle la inmunidad al Presidente Rodrigo Chaves. Esto, señores míos, es un giro inesperado en la novela política nacional, y parece que vamos a tener bastante que hablar en los próximos días.
Como ya saben, la cosa viene de atrás. Desde hace semanas, el Tribunal Electoral (TSE) anda tramitando unos 15 alegatos por presunta beligerancia política en contra de Chaves, acusándolo de usar los recursos de la Presidencia para promocionar su campaña, ¡qué cosa!
Ahora, para ponerlos al día, esto no quiere decir que ya lo declararon culpable, claro que no. Según Ramos, solamente quieren darle oportunidad a las autoridades de investigar el caso a fondo. "La rendición de cuentas no significa declarar a la gente culpable, pero sí implica participar en el proceso correspondiente", dijo el líder verdiblanco, intentando apaciguar las aguas. Pero vaya que esto es pura pólvora.
Y ojo, porque la votación va a ser crucial. El 16 de diciembre, los diputados tienen que decidir si le quitan o no el fuero al Presidente, y necesitan 38 votos para aprobar la medida. Ahí entran en juego el PUSC y Nueva República, esos partidos que a veces actúan como aguafiestas y frenan cualquier intento de hacerle cosquillas al poder ejecutivo.
Si bien la comisión especial del Congreso ya había recomendado retirar la inmunidad, ahora la presión está puesta en el Plenario. Imagínense la escena: el país entero pegado al televisor, viendo cómo los diputados deciden el futuro político de Chaves... ¡Qué tremenda expectativa!
Recordemos también que este no es el primer problema judicial que enfrenta Chaves. Hace poco, hubo otra solicitud para retirarle la inmunidad por un caso de concusión, pero no logró reunir los votos necesarios. Esta vez, parece que la cosa es diferente, pero aún así hay que tomarla con pinzas. El ambiente está tenso, los ánimos caldeados, y cualquier cosa puede pasar.
Muchos analistas políticos ven esto como un punto de inflexión en la administración Chaves. Si finalmente le levantan la inmunidad y lo someten a juicio, podría debilitar significativamente su imagen pública y afectar sus posibilidades de reelección, aunque él siga negando todas las acusaciones y diciendo que todo es persecución política. Ya saben, la jugada habitual.
En fin, parece que esta vara va a seguir dando de qué hablar por mucho tiempo. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que este proceso judicial afectará realmente la popularidad del Presidente o simplemente se tratará de una cruzada política para golpearlo antes de las elecciones del próximo año?
Como ya saben, la cosa viene de atrás. Desde hace semanas, el Tribunal Electoral (TSE) anda tramitando unos 15 alegatos por presunta beligerancia política en contra de Chaves, acusándolo de usar los recursos de la Presidencia para promocionar su campaña, ¡qué cosa!
Ahora, para ponerlos al día, esto no quiere decir que ya lo declararon culpable, claro que no. Según Ramos, solamente quieren darle oportunidad a las autoridades de investigar el caso a fondo. "La rendición de cuentas no significa declarar a la gente culpable, pero sí implica participar en el proceso correspondiente", dijo el líder verdiblanco, intentando apaciguar las aguas. Pero vaya que esto es pura pólvora.
Y ojo, porque la votación va a ser crucial. El 16 de diciembre, los diputados tienen que decidir si le quitan o no el fuero al Presidente, y necesitan 38 votos para aprobar la medida. Ahí entran en juego el PUSC y Nueva República, esos partidos que a veces actúan como aguafiestas y frenan cualquier intento de hacerle cosquillas al poder ejecutivo.
Si bien la comisión especial del Congreso ya había recomendado retirar la inmunidad, ahora la presión está puesta en el Plenario. Imagínense la escena: el país entero pegado al televisor, viendo cómo los diputados deciden el futuro político de Chaves... ¡Qué tremenda expectativa!
Recordemos también que este no es el primer problema judicial que enfrenta Chaves. Hace poco, hubo otra solicitud para retirarle la inmunidad por un caso de concusión, pero no logró reunir los votos necesarios. Esta vez, parece que la cosa es diferente, pero aún así hay que tomarla con pinzas. El ambiente está tenso, los ánimos caldeados, y cualquier cosa puede pasar.
Muchos analistas políticos ven esto como un punto de inflexión en la administración Chaves. Si finalmente le levantan la inmunidad y lo someten a juicio, podría debilitar significativamente su imagen pública y afectar sus posibilidades de reelección, aunque él siga negando todas las acusaciones y diciendo que todo es persecución política. Ya saben, la jugada habitual.
En fin, parece que esta vara va a seguir dando de qué hablar por mucho tiempo. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que este proceso judicial afectará realmente la popularidad del Presidente o simplemente se tratará de una cruzada política para golpearlo antes de las elecciones del próximo año?
