Un Rey que no creía en la bondad de Dios, tenía un siervo que en todas las situaciones decía: Mi Rey, no se desanime por lo que pasa, Dios no se equivoca todo lo que Él hace es perfecto.
Un día fueron a cazar, una fiera atacó al rey. Su siervo apenas pudo matar al animal, más no pudo evitar que el Rey perdiese un dedo de la mano. Furioso y sin mostrar gratitud por haber sido salvado de animal que lo atacó, el rey dijo… ¿Dios es bueno? Si Él fuese bueno, yo no habría sido atacado y perdido mi dedo. A lo que el siervo respondió: Mi Rey, yo sólo se que Dios es bueno y Él sabe el por qué de todas las cosas… Lo que Él hace es perfecto… Él nunca se equivoca… El Rey indignado con la respuesta de su siervo lo mandó a apresar. Tiempos después, el Rey volvió a salir de cacería y fue capturado por salvajes que hacían sacrificios humanos.
En el altar todo estaba listo para sacrificar al Rey, pero los salvajes notaron que la victima no tenía uno de sus dedos, y lo soltaron diciendo que él no era digno de ser ofrecido a sus dioses.
Al volver al palacio, mandó a soltar a su siervo y lo recibió muy afectuosamente, Mi siervo dijo, Dios fue realmente bueno conmigo! Escapé de ser sacrificado por salvajes, justamente por no tener un dedo ¡!!!, Más tengo una duda, si Dios es tan bueno, por qué permitió que tu tanto que lo defiendes fueses preso? A lo que el siervo le respondió: Mi Rey si you hubiese ido con usted de cacería ese día, habría sido sacrificado en su lugar, pues a mi no me falta ningún dedo… Por eso recuerde Todo lo que Dios hace es perfecto… por eso hay que tener en cuenta a Dios tanto en las buenas como en las malas, porque nada que nos acontece pasa por “casualidad”.
