Respetuosamente creo que nuestra impotencia hacia ciertas situaciones es lo que da cabida a determinadas manifestaciones de irracionalidad, y la pregunta que hace feab es una de ellas, es decir, cuando estamos ante un abismo insalvable no nos queda de otra más que pensar en una salida mágica a esas situaciones, y es ahí donde entra Dios. De igual modo cuando logramos sortear fortuitamente o con mucho esfuerzo alguna de esas situaciones nuestros prejuicios y cadenas mentales pueden dar crédito a la deidad en la que tanto creemos. Es como un círculo vicioso que empieza con la aceptación ciega de la deidad en cuestión cuando nuestros padres o cualquier figura de autoridad nos la inculcaron.
Por ejemplo, cuando algo bueno pasa es perfectamente explicable a partir de relaciones de causalidad entre los individuos que interactúan en el mundo material, ya sea que nos hayamos esforzado mucho en la consecusión de un fin o que de pura chiripa algo inesperado nos sucedió y nos resolvió de la misma forma una serie de problemas que veíamos como poco probables de solventarse en ese momento.
Alguien podrá decir que Dios planeó las situaciones para que esto se diera y se apela a esta acepción debido a que la alta improbabilidad de un determinado evento nos sugiere una "mano rectora" de estos procesos en nuestro afán por buscar respuestas, y también el misticismo puede disfrazarse de racionalidad al sugerir que estos eventos tienen una relación de causalidad entre oraciones y súplicas nuestras; sin embargo, si nos ponemos a analizar tanto la materialización de un acontecimiento extraordinario como la de uno ordinario trae consigo relaciones de probabilidad igualmente bajas, esto último obviando además la infinidad de veces que nuestras oraciones no surten efecto.
Ahora está la cuestión igualmente entendible de apelar a la deidad cuando estamos en problemas o situaciones muy difíciles de enfrentar, pero me atrevería a asegurar que por muy creyente que sea alguien siempre tendrá una certeza muy alta de que sus súplicas nunca surten efecto, y en esto podría quizás decirse que la gente no cree realmente en DIos ni tienen fe de la forma que aseguran tenerla debido a que esto los llevaría a prácticamente a actitudes suicidas, o también pueden darse casos de "prejuicios cognitivos" donde nuestra fe tiende a torcer la realidad para atribuír a dios ciertos eventos a pesar de que los mismos distaban mucho de lo que habíamos pedido inicialmenteuna vez que sucedieron.
Por tanto creo yo que la deidad sólo sirve de algo en los casos en que se dan una serie de "efectos placebo" por así decirlo y el hecho de tener algún sustento espiritual en el convencimiento de que Dios nunca los abandonará puede darle cierto tipo de estabilidad psicológica a las personas que tienen fe. Sin embargo la fe ciega creo que puesta en una balanza frente a la racionalidad sale muy mal parada, ya que muchas de las calamidades que ha sufrido la humanidad tienen algún ligámen con esa forma de pensar.