Pues bueno, jefes hijueputas todos hemos tenido, pero como la que voy a describir se lleva los premios y aplausos:
En mi ultimo trabajo, en una tienda de muebles y artículos para el hogar en Avenida Escazú, la gerente de tienda es de esos típicos jefes que quieren tener todo bajo su control y dominio, que creen que su palabra es lo ultimo y es ley, y tener a gente en demás jefaturas que simpaticen con ella para así asegurar el control; feminista a muerte, detesta a los hombres por su matrimonio fallido y le pasa negando las oportunidades de crecimiento a la gente por criterio propio, no por falta de capacidades de los demás. Se inventó puestos para poner a las que le chupan las medias y tuvo la osadía de montarle una cama a mi jefe inmediato, acusándolo de acoso sexual junto con dos lamebotas única y exclusivamente para poner en ese lugar a alguien de su confianza... Malparida, ojala no se le olvide y tenga presente que todo cae bajo su propio peso y en la vida todo se paga!
Ya en el tema en sí, me acuerdo que cuando tenia 19 años andaba tan desesperado de tener trabajo y empezar a ganar mi propio dinero que terminé aceptando un brete en la pulpería del barrio: del todo no era malo, un salario acorde a lo que hacia y tres horas de almuerzo, lo malo era que hasta de niñero tenia que hacer con el hijo de los dueños, un mocoso malcriado y repugnante.... Como no tenían patente de licores vendían birra al callado, y una noche antes de cerrar llegó una roca buscando cerveza y yo de sapo le dije que teníamos pero la vendíamos disimuladamente, que no podía decir nada, la doñita se fue encantada con sus dos six pack y a la mañana siguiente que llegué a bretear el dueño me dijo que lo que hice la noche anterior no me lo podía dejar pasar, me mandó para la casa de una jajajajaja