¡Ey, compas del Foro! Aquí su servidora con una nota que me tiene bien contenta y creo que les va a interesar a todos los que nos preocupamos por el medio ambiente y ayudar a nuestros hermanos más necesitados. Resulta que Proquinal, la compañía que hace los plásticos, anda haciendo cosas bacanas con los restos de producción y, en lugar de tirarlos, ¡los están donando a organizaciones sociales!
Verán, en cualquier fábrica pasa: quedan trozos de material que no sirven para vender, unos pedacitos que normalmente terminarían en el basurero. Pero Proquinal decidió darle vuelta a la tortilla y convertir esos "chunches" sobrantes en una oportunidad para gente que realmente lo necesita. No es solo una movida ecológica, sino también social, porque le dan una mano a quienes trabajan por mejorar nuestra comunidad.
Según Cinthia Navarro, la encargada de temas ambientales en Proquinal, este programa va más allá de una simple donación. Ella dice que es un ejemplo práctico de lo que se llama Economía Circular, donde en lugar de tirar las cosas, las reutilizamos. "Transformamos lo que para nosotros es un subproducto en un valioso recurso", nos comentó. ¡Y vaya que es cierto! Imagínense, de esas sobras pueden salir empleos, becas para los niños, y hasta herramientas para que la gente se reinicie laboralmente. ¡Qué nivel!
Pero, ¿en qué consiste exactamente este brete? Pues básicamente, Proquinal se encarga de que el material esté en buenas condiciones antes de entregarlo a las ONGs, paga el traslado y hasta se ofrece a recogerlo si la organización decide que ya no lo necesita. Así se asegura que todo se use correctamente y no termine contaminando. ¡Eso sí es pensar en grande!
Ya varios grupos se han visto beneficiados con esta iniciativa. Por ejemplo, la Fundación para el Desarrollo Ecoturístico Norte (FUNDETNORT) ha capacitado a 450 personas y ha ganado unos 3.000 dólares vendiendo artesanías hechas con esos materiales reciclados. ¡Imagínense eso, transformar basura en arte y dinero! El Hogar Calasanz, que ayuda a jóvenes en riesgo, usa los restos de plástico para enseñarles tapicería. Proquinal incluso pagó el salario del maestro de costura durante todo 2024. ¡Un apoyo brutal!
Otro caso interesante es el de la Asociación Reciclando Arte en Vinil de Occidente (ARAVIO). Con 220 toneladas de material, lograron unas ventas de casi 32.000 dólares. ¡Esto demuestra que reciclar no solo es bueno para el planeta, sino que también puede generar ingresos para muchas personas! Incluso el Proyecto Surí logró beneficiar a 59 familias en Pavas, generando casi 10.000 dólares con la venta de productos hechos con los mermas de Proquinal. ¡Es una cadena de buenas acciones!
Además, escuelas como la Mixta de Siquiares y cooperativas como Coopeambiente también están usando estos materiales para financiar proyectos educativos y crear productos ecológicos. Todo esto suma, compas, y muestra que hay empresas comprometidas con hacer las cosas bien. Este programa de Proquinal es un ejemplo de cómo las empresas pueden ser parte de la solución, no del problema. Es una vara alta para otras compañías que todavía andan pensando en cómo impactar positivamente en la sociedad.
Sin duda, la iniciativa de Proquinal es una gran noticia para nuestro país. Demuestra que la sostenibilidad y el impacto social pueden ir de la mano, impulsando el desarrollo de nuestras comunidades. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que más empresas deberían tomar este tipo de iniciativas? ¿Cuál sería la manera más efectiva de incentivar a otros negocios a adoptar prácticas más responsables con el medio ambiente y apoyar a las organizaciones sociales?
Verán, en cualquier fábrica pasa: quedan trozos de material que no sirven para vender, unos pedacitos que normalmente terminarían en el basurero. Pero Proquinal decidió darle vuelta a la tortilla y convertir esos "chunches" sobrantes en una oportunidad para gente que realmente lo necesita. No es solo una movida ecológica, sino también social, porque le dan una mano a quienes trabajan por mejorar nuestra comunidad.
Según Cinthia Navarro, la encargada de temas ambientales en Proquinal, este programa va más allá de una simple donación. Ella dice que es un ejemplo práctico de lo que se llama Economía Circular, donde en lugar de tirar las cosas, las reutilizamos. "Transformamos lo que para nosotros es un subproducto en un valioso recurso", nos comentó. ¡Y vaya que es cierto! Imagínense, de esas sobras pueden salir empleos, becas para los niños, y hasta herramientas para que la gente se reinicie laboralmente. ¡Qué nivel!
Pero, ¿en qué consiste exactamente este brete? Pues básicamente, Proquinal se encarga de que el material esté en buenas condiciones antes de entregarlo a las ONGs, paga el traslado y hasta se ofrece a recogerlo si la organización decide que ya no lo necesita. Así se asegura que todo se use correctamente y no termine contaminando. ¡Eso sí es pensar en grande!
Ya varios grupos se han visto beneficiados con esta iniciativa. Por ejemplo, la Fundación para el Desarrollo Ecoturístico Norte (FUNDETNORT) ha capacitado a 450 personas y ha ganado unos 3.000 dólares vendiendo artesanías hechas con esos materiales reciclados. ¡Imagínense eso, transformar basura en arte y dinero! El Hogar Calasanz, que ayuda a jóvenes en riesgo, usa los restos de plástico para enseñarles tapicería. Proquinal incluso pagó el salario del maestro de costura durante todo 2024. ¡Un apoyo brutal!
Otro caso interesante es el de la Asociación Reciclando Arte en Vinil de Occidente (ARAVIO). Con 220 toneladas de material, lograron unas ventas de casi 32.000 dólares. ¡Esto demuestra que reciclar no solo es bueno para el planeta, sino que también puede generar ingresos para muchas personas! Incluso el Proyecto Surí logró beneficiar a 59 familias en Pavas, generando casi 10.000 dólares con la venta de productos hechos con los mermas de Proquinal. ¡Es una cadena de buenas acciones!
Además, escuelas como la Mixta de Siquiares y cooperativas como Coopeambiente también están usando estos materiales para financiar proyectos educativos y crear productos ecológicos. Todo esto suma, compas, y muestra que hay empresas comprometidas con hacer las cosas bien. Este programa de Proquinal es un ejemplo de cómo las empresas pueden ser parte de la solución, no del problema. Es una vara alta para otras compañías que todavía andan pensando en cómo impactar positivamente en la sociedad.
Sin duda, la iniciativa de Proquinal es una gran noticia para nuestro país. Demuestra que la sostenibilidad y el impacto social pueden ir de la mano, impulsando el desarrollo de nuestras comunidades. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que más empresas deberían tomar este tipo de iniciativas? ¿Cuál sería la manera más efectiva de incentivar a otros negocios a adoptar prácticas más responsables con el medio ambiente y apoyar a las organizaciones sociales?