¡Imagínate la bronca! Mauricio Hoyos Padilla, el biólogo marino que tuvo un encontronazo feísimo con un tiburón allá en la Isla del Coco, parece que le agarró poquito a la vida. Después del susto que nos dio a todos los ticos –¡qué sal!
Según fuentes cercanas a la For the Oceans Foundation, el mae está echándole ganas para salir adelante y ni se inmuta mucho. Claro, recibió unas buenas mordidas allá aguas abajo, pero ahora anda preparándose pa’ irse a México con su familia. Su espíritu es impresionante, ¿eh?
Para los que no estén enterados, Hoyos es pieza clave del programa científico que la fundación está sacando adelante aquí en Costa Rica. No cualquier vaga, este man es el director científico, así que su ausencia se siente bastante, pero dicen que en México va a tomar un respiro y a recuperarse bien.
Ahora, la movida del traslado es medio brete. Según Jorge Serendero, el Director Ejecutivo de la fundación, tienen que esperar a que los doctores den luz verde. Aunque vaya en avión y hasta en primera clase con una enfermera cuidándolo, igual es un proceso delicado, diay. Pero Mauricio, con toda su actitud, quiere acelerar el asunto, buscando volver a sus tareas lo antes posible.
Lo más admirable de todo es cómo Mauricio ha manejado la situación. En lugar de lamentarse, le está dando las gracias a Dios, a Costa Rica y a todas las personas que lo han apoyado durante estos días tan difíciles. Un mensaje sincero y lleno de agradecimiento, pa’ demostrar que este mae tiene corazón grande.
Y no es pa’ menos, porque el apoyo ha sido masivo. Desde políticos hasta gente común, todos enviando mensajes de cariño y deseándole pronta recuperación. Eso sí demuestra el amor que le tenemos a nuestros científicos y a la defensa de nuestro patrimonio natural, especialmente el mar Caribe. ¡Qué orgullo tenerlos trabajando por nosostros!
En cuanto al tiempo que estará en México, aún no hay fecha definida. Dicen que podría ser unas cuantas semanas, tiempo suficiente para reponer fuerzas y reencontrarse con su familia. Luego, ¿adivinen qué? ¡Volverá a Costa Rica, listo para seguir explorando nuestras costas y protegiendo nuestra biodiversidad! Porque este mae no se rinde fácil, ni siquiera después de un encuentro así con un tiburón.
Bueno, pues ya saben, muchachos… Con toda esta historia de Mauricio, me pregunto: ¿crees que deberíamos invertir más en investigación marina y programas de protección de especies marinas, o será que tenemos otras prioridades más urgentes en el país?
Según fuentes cercanas a la For the Oceans Foundation, el mae está echándole ganas para salir adelante y ni se inmuta mucho. Claro, recibió unas buenas mordidas allá aguas abajo, pero ahora anda preparándose pa’ irse a México con su familia. Su espíritu es impresionante, ¿eh?
Para los que no estén enterados, Hoyos es pieza clave del programa científico que la fundación está sacando adelante aquí en Costa Rica. No cualquier vaga, este man es el director científico, así que su ausencia se siente bastante, pero dicen que en México va a tomar un respiro y a recuperarse bien.
Ahora, la movida del traslado es medio brete. Según Jorge Serendero, el Director Ejecutivo de la fundación, tienen que esperar a que los doctores den luz verde. Aunque vaya en avión y hasta en primera clase con una enfermera cuidándolo, igual es un proceso delicado, diay. Pero Mauricio, con toda su actitud, quiere acelerar el asunto, buscando volver a sus tareas lo antes posible.
Lo más admirable de todo es cómo Mauricio ha manejado la situación. En lugar de lamentarse, le está dando las gracias a Dios, a Costa Rica y a todas las personas que lo han apoyado durante estos días tan difíciles. Un mensaje sincero y lleno de agradecimiento, pa’ demostrar que este mae tiene corazón grande.
Y no es pa’ menos, porque el apoyo ha sido masivo. Desde políticos hasta gente común, todos enviando mensajes de cariño y deseándole pronta recuperación. Eso sí demuestra el amor que le tenemos a nuestros científicos y a la defensa de nuestro patrimonio natural, especialmente el mar Caribe. ¡Qué orgullo tenerlos trabajando por nosostros!
En cuanto al tiempo que estará en México, aún no hay fecha definida. Dicen que podría ser unas cuantas semanas, tiempo suficiente para reponer fuerzas y reencontrarse con su familia. Luego, ¿adivinen qué? ¡Volverá a Costa Rica, listo para seguir explorando nuestras costas y protegiendo nuestra biodiversidad! Porque este mae no se rinde fácil, ni siquiera después de un encuentro así con un tiburón.
Bueno, pues ya saben, muchachos… Con toda esta historia de Mauricio, me pregunto: ¿crees que deberíamos invertir más en investigación marina y programas de protección de especies marinas, o será que tenemos otras prioridades más urgentes en el país?