¡Ay, Dios mío, qué vaina! Celso Gamboa, el exdiputado que ha dado tantas vueltas como un trompo en carnaval, regresó este martes al banquillo de los acusados. Ya saben, el lío del documento falso que le preparó Irving Malespín, el otrora jefe de la PCF. Este caso parece que nunca va a llegar a término, ¡qué brete!
Para ponerlos al tanto, Gamboa enfrenta cargos por presuntamente haber usado un papelucho trucado para justificar su ausencia en una cita judicial allá por 2019. Según la Fiscalía, este documento contenía información inventada pura, como si lo sacaran de un libro de cuentos. Parece mentira que alguien con tanta experiencia se haya metido en semejante lío, ¡diay!
El juicio iba a concluir el pasado jueves, pero vaya, entre tramites y demoras, se fueron para atrás. Ahora lo continúan hoy, y la expectativa está a tope. No es para menos, estamos hablando de figuras públicas que han tenido roles importantes en nuestro país, aunque ahora estén en medio de un escándalo considerable. Esto sí que da de qué hablar, ¡una verdadera torta!
Y ni hablar de la seguridad, ¡mamita querida! Para trasladar a Gamboa desde el centro penal La Reforma hasta los tribunales de San José, desplegaron un operativo militar digno de película. Entre 30 y 40 agentes, incluyendo gente del SERT, escoltándolo como si fuera el mismísimo presidente. Lo movilizaron en “La Bestia”, esos carros blindados que dan escalofríos, y además llevaba chaleco antibalas y casco. Uno se pregunta, ¿hay tanto peligro o quieren dar espectáculo?
Es que ya saben, en Costa Rica tenemos fama de ser tranquilos, pero estos casos generan controversia y pueden levantar polvareda. De hecho, originalmente el juicio se iba a llevar a cabo en Cartago, pero lo cambiaron a San José por cuestiones de seguridad, aseguraron. Algo raro hay ahí, ¿verdad? Parece que algunos prefieren mantener todo bajo control.
El expediente (19-000218-0622-TP) se remonta a 2019, así que esto lleva años arrastrándose. Originalmente, el juicio estaba programado para marzo del año próximo, pero lo adelantaron para septiembre de este año, buscando agilizar el proceso. Sin embargo, con estas idas y venidas, parece que se van a tardar una eternidad en resolverlo. ¡Qué carga!
Este caso ha reavivado el debate sobre la transparencia y la rendición de cuentas en nuestra sociedad. Muchos se preguntan cómo es posible que personas con tanto poder lleguen a involucrarse en manejos tan turbios. Además, levanta sospechas sobre el funcionamiento de algunas instituciones y la calidad de nuestros funcionarios públicos. ¿Será que necesitamos revisar a fondo la forma en que seleccionamos y supervisamos a quienes nos representan?
En fin, el juicio continúa, y todos estamos pendientes de lo que depare el futuro. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que este juicio servirá realmente para aclarar responsabilidades y fortalecer la confianza en nuestras instituciones, o será solo otro episodio más de corrupción que quedará impune? ¡Demos nuestro punto de vista en el foro, chunches!
Para ponerlos al tanto, Gamboa enfrenta cargos por presuntamente haber usado un papelucho trucado para justificar su ausencia en una cita judicial allá por 2019. Según la Fiscalía, este documento contenía información inventada pura, como si lo sacaran de un libro de cuentos. Parece mentira que alguien con tanta experiencia se haya metido en semejante lío, ¡diay!
El juicio iba a concluir el pasado jueves, pero vaya, entre tramites y demoras, se fueron para atrás. Ahora lo continúan hoy, y la expectativa está a tope. No es para menos, estamos hablando de figuras públicas que han tenido roles importantes en nuestro país, aunque ahora estén en medio de un escándalo considerable. Esto sí que da de qué hablar, ¡una verdadera torta!
Y ni hablar de la seguridad, ¡mamita querida! Para trasladar a Gamboa desde el centro penal La Reforma hasta los tribunales de San José, desplegaron un operativo militar digno de película. Entre 30 y 40 agentes, incluyendo gente del SERT, escoltándolo como si fuera el mismísimo presidente. Lo movilizaron en “La Bestia”, esos carros blindados que dan escalofríos, y además llevaba chaleco antibalas y casco. Uno se pregunta, ¿hay tanto peligro o quieren dar espectáculo?
Es que ya saben, en Costa Rica tenemos fama de ser tranquilos, pero estos casos generan controversia y pueden levantar polvareda. De hecho, originalmente el juicio se iba a llevar a cabo en Cartago, pero lo cambiaron a San José por cuestiones de seguridad, aseguraron. Algo raro hay ahí, ¿verdad? Parece que algunos prefieren mantener todo bajo control.
El expediente (19-000218-0622-TP) se remonta a 2019, así que esto lleva años arrastrándose. Originalmente, el juicio estaba programado para marzo del año próximo, pero lo adelantaron para septiembre de este año, buscando agilizar el proceso. Sin embargo, con estas idas y venidas, parece que se van a tardar una eternidad en resolverlo. ¡Qué carga!
Este caso ha reavivado el debate sobre la transparencia y la rendición de cuentas en nuestra sociedad. Muchos se preguntan cómo es posible que personas con tanto poder lleguen a involucrarse en manejos tan turbios. Además, levanta sospechas sobre el funcionamiento de algunas instituciones y la calidad de nuestros funcionarios públicos. ¿Será que necesitamos revisar a fondo la forma en que seleccionamos y supervisamos a quienes nos representan?
En fin, el juicio continúa, y todos estamos pendientes de lo que depare el futuro. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que este juicio servirá realmente para aclarar responsabilidades y fortalecer la confianza en nuestras instituciones, o será solo otro episodio más de corrupción que quedará impune? ¡Demos nuestro punto de vista en el foro, chunches!
