¡Ay, Dios mío, qué buena nota para el país! La Universidad de Costa Rica (UCR) acaba de aprobar un presupuesto recordatorio de ¢373.595 millones para el 2026, y pa' ustedes que no andan metidos en esas cosas, eso significa un buen empujón para estudiantes y para las facultades. Se le pusoleca al asunto y decidieron darle prioridad a las becas y a arreglar algunas cositas que ya estaban medio chafas.
Para entender bien la jugada, hay que recordar que la UCR siempre ha sido un pilar fundamental de nuestra educación superior, pero también anda batallando con recursos. Desde hace rato, se escuchaban quejas sobre la falta de plata para apoyar a los estudiantes más necesitados y que las instalaciones estaban pidiendo a gritos una manito de gato. Entonces, este presupuesto llega como un respiro, demostrando que la administración actual sí le importa el futuro del estudiantado y de la propia universidad.
Y hablando de números, la cosa va así: aparte del presupuesto general, van a meterle unos ¢41.389 millones extra a las becas, ¡eso es un aumento del 6%! Imagínense, más mulas en la UCR pudiendo estudiar sin andar preocupándose por cómo juntar el mango. Además, se destinarán ¢7.744 millones a proyectos de infraestructura, porque vamos, algunos laboratorios parecían sacados de otra época. Una verdadera torta de inversión para mejorar la calidad de la educación en nuestro país.
Ahora, si nos ponemos a ver dónde va a caer la mayor parte de la lana, pues la Sede del Pacífico es la ganadora indiscutible, recibiendo ¢2.681 millones para ponerleleca a las instalaciones deportivas, construir más aulas y laboratorios. Parece que quieren convertirla en un campusazo a todo dar. Luego, la Escuela de Artes Plásticas también se lleva un buen pedazo, con ¢2.000 millones para renovar su edificio. Con razón, esos artistas andaban medio frustrados, necesitaba un espacio digno para crear.
Pero no todo es para las sedes regionales, el INIFAR (Instituto de Investigaciones Farmacéuticas) también se queda con ¢1.100 millones para terminar unas obras que llevan arrastradas como una novela de Televisa. Y la Sede del Caribe no se queda atrás, recibirá ¢830 millones para construir nuevas aulas y hasta una planta de tratamiento de aguas residuales. ¡Eso sí es pensar en grande! Y finalmente, el CICIMA (Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales) se apunta con ¢296 millones para la ala B de su edificio.
Según el rector Carlos Araya, este movimiento es una señal clara de que el gobierno realmente quiere apoyar a los estudiantes, especialmente a aquellos que vienen de familias humildes. Dijo textualmente: “Nos interesa su futuro y el de sus familias, por eso dedicaremos más dinero a becas; los queremos ver concluyendo su educación superior y aportando al desarrollo del país”. ¡Qué bueno escuchar eso, eh! Ya era hora de que alguien pusiera el foco en la educación y en las oportunidades para nuestros jóvenes.
La pregunta ahora es: ¿Será suficiente este presupuesto para solucionar todos los problemas de la UCR? Muchos dicen que es un paso importante, pero que todavía falta mucho por hacer. Otros señalan que sería bueno enfocarse más en la calidad de la enseñanza y en la actualización de los planes de estudio. Pero lo cierto es que esta inyección de capital es un espaldarazo importante para la universidad y para toda la comunidad estudiantil, y eso no se puede negar. Por supuesto, habrá quienes digan que el dinero podría haberse usado para otras cosas, pero a veces hay que celebrar las pequeñas victorias.
Así que, mis queridos lectores, díganme: ¿creen que este aumento en el presupuesto de la UCR marcará una diferencia real en la vida de los estudiantes? ¿Qué otros cambios creen que deberían implementarse para fortalecer la universidad pública en Costa Rica? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan!
Para entender bien la jugada, hay que recordar que la UCR siempre ha sido un pilar fundamental de nuestra educación superior, pero también anda batallando con recursos. Desde hace rato, se escuchaban quejas sobre la falta de plata para apoyar a los estudiantes más necesitados y que las instalaciones estaban pidiendo a gritos una manito de gato. Entonces, este presupuesto llega como un respiro, demostrando que la administración actual sí le importa el futuro del estudiantado y de la propia universidad.
Y hablando de números, la cosa va así: aparte del presupuesto general, van a meterle unos ¢41.389 millones extra a las becas, ¡eso es un aumento del 6%! Imagínense, más mulas en la UCR pudiendo estudiar sin andar preocupándose por cómo juntar el mango. Además, se destinarán ¢7.744 millones a proyectos de infraestructura, porque vamos, algunos laboratorios parecían sacados de otra época. Una verdadera torta de inversión para mejorar la calidad de la educación en nuestro país.
Ahora, si nos ponemos a ver dónde va a caer la mayor parte de la lana, pues la Sede del Pacífico es la ganadora indiscutible, recibiendo ¢2.681 millones para ponerleleca a las instalaciones deportivas, construir más aulas y laboratorios. Parece que quieren convertirla en un campusazo a todo dar. Luego, la Escuela de Artes Plásticas también se lleva un buen pedazo, con ¢2.000 millones para renovar su edificio. Con razón, esos artistas andaban medio frustrados, necesitaba un espacio digno para crear.
Pero no todo es para las sedes regionales, el INIFAR (Instituto de Investigaciones Farmacéuticas) también se queda con ¢1.100 millones para terminar unas obras que llevan arrastradas como una novela de Televisa. Y la Sede del Caribe no se queda atrás, recibirá ¢830 millones para construir nuevas aulas y hasta una planta de tratamiento de aguas residuales. ¡Eso sí es pensar en grande! Y finalmente, el CICIMA (Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales) se apunta con ¢296 millones para la ala B de su edificio.
Según el rector Carlos Araya, este movimiento es una señal clara de que el gobierno realmente quiere apoyar a los estudiantes, especialmente a aquellos que vienen de familias humildes. Dijo textualmente: “Nos interesa su futuro y el de sus familias, por eso dedicaremos más dinero a becas; los queremos ver concluyendo su educación superior y aportando al desarrollo del país”. ¡Qué bueno escuchar eso, eh! Ya era hora de que alguien pusiera el foco en la educación y en las oportunidades para nuestros jóvenes.
La pregunta ahora es: ¿Será suficiente este presupuesto para solucionar todos los problemas de la UCR? Muchos dicen que es un paso importante, pero que todavía falta mucho por hacer. Otros señalan que sería bueno enfocarse más en la calidad de la enseñanza y en la actualización de los planes de estudio. Pero lo cierto es que esta inyección de capital es un espaldarazo importante para la universidad y para toda la comunidad estudiantil, y eso no se puede negar. Por supuesto, habrá quienes digan que el dinero podría haberse usado para otras cosas, pero a veces hay que celebrar las pequeñas victorias.
Así que, mis queridos lectores, díganme: ¿creen que este aumento en el presupuesto de la UCR marcará una diferencia real en la vida de los estudiantes? ¿Qué otros cambios creen que deberían implementarse para fortalecer la universidad pública en Costa Rica? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan!