¡Ay, Dios mío! Imagínate la cara de estos moches cuando entraron al laboratorio de la U. No es broma, treinta y nueve estudiantes del Centro Educativo Tuetal Sur, allá en Alajuela, vivieron una experiencia que les cambió el panorama. De repente, de estar encerrados en su escuela, se encontraron rodeados de tubos de ensayo, matraces y químicos que parecían sacados de una película de espías. ¡Pero qué túanis!
Todo esto gracias a “Átomos Brillantes”, una iniciativa de EDUQUIM-UNA que le está echando empeño a llevar la ciencia a esos rincones del país donde, pues, no siempre tienen acceso a estas cosas. Este programa, que ya va con bríos, está buscando despertar la curiosidad de los puros, mostrarles que la ciencia no es solo para los capitalinos, sino para todos, diay.
Ligia Solís Torres, la coordinadora de EDUQUIM-UNA, nos contó que la idea es simple pero poderosa: acercar la ciencia a las comunidades rurales y de atención prioritaria. Y vaya que lo están logrando. Desde charlas vocacionales hasta shows de química en vivo, pasando por experimentos reales que dejaron boquiabiertos a los pequeños, los organizadores se rifan para hacer que aprender sea divertido y significativo. Se nota que le están poniendo toda la carne al asador.
Lo más impresionante es cómo esta visita marcó un antes y un después para algunos de estos niños y niñas. Muchos de ellos, contaron, jamás habían salido de su propia comunidad, ¡y estaban a pocos kilómetros de la universidad! Imagínate el impacto cultural y personal que eso representa. Es como abrirles un mundo nuevo lleno de posibilidades, un futuro distinto al que quizás habían imaginado.
Eduquim-Una no se queda ahí; el proyecto ha impactado a más de mil quinientos estudiantes desde su creación. Han convertido las aulas en laboratorios abiertos por un día, brindándoles a estos jóvenes la oportunidad única de interactuar con académicos universitarios y conocer de cerca el ambiente académico. Que viva la educación accesible, señores!
Y hablando de impacto, hay que reconocer que este tipo de iniciativas no solo beneficia a los estudiantes, sino también a los voluntarios de la UNA, quienes fortalecen sus habilidades mientras ayudan a construir un país más educado y equitativo. Es un círculo virtuoso, una colaboración mutua que vale oro. Además, así se ven motivados los estudiantes universitarios a seguir adelante con sus estudios.
Algunos expertos resaltan la importancia de comenzar a exponer a los niños a estímulos externos a temprana edad. Según Solís, “cuando una persona está muy pequeña es cuando más recibe algún impulso externo para poder tener metas”. Esta frase nos hace reflexionar sobre el papel fundamental que juegan las experiencias formativas en el desarrollo de las futuras generaciones. Que neta, importante tener esos primeros impulsos.
Así que, imagínate, ¿qué te parece a ti esta iniciativa? ¿Crees que es importante llevar la ciencia a zonas rurales como parte de una estrategia nacional para promover la igualdad de oportunidades y fomentar el interés por carreras STEM en los jóvenes? ¿Será que 'Átomos Brillantes' podría inspirar a la próxima generación de científicos costarricenses?
Todo esto gracias a “Átomos Brillantes”, una iniciativa de EDUQUIM-UNA que le está echando empeño a llevar la ciencia a esos rincones del país donde, pues, no siempre tienen acceso a estas cosas. Este programa, que ya va con bríos, está buscando despertar la curiosidad de los puros, mostrarles que la ciencia no es solo para los capitalinos, sino para todos, diay.
Ligia Solís Torres, la coordinadora de EDUQUIM-UNA, nos contó que la idea es simple pero poderosa: acercar la ciencia a las comunidades rurales y de atención prioritaria. Y vaya que lo están logrando. Desde charlas vocacionales hasta shows de química en vivo, pasando por experimentos reales que dejaron boquiabiertos a los pequeños, los organizadores se rifan para hacer que aprender sea divertido y significativo. Se nota que le están poniendo toda la carne al asador.
Lo más impresionante es cómo esta visita marcó un antes y un después para algunos de estos niños y niñas. Muchos de ellos, contaron, jamás habían salido de su propia comunidad, ¡y estaban a pocos kilómetros de la universidad! Imagínate el impacto cultural y personal que eso representa. Es como abrirles un mundo nuevo lleno de posibilidades, un futuro distinto al que quizás habían imaginado.
Eduquim-Una no se queda ahí; el proyecto ha impactado a más de mil quinientos estudiantes desde su creación. Han convertido las aulas en laboratorios abiertos por un día, brindándoles a estos jóvenes la oportunidad única de interactuar con académicos universitarios y conocer de cerca el ambiente académico. Que viva la educación accesible, señores!
Y hablando de impacto, hay que reconocer que este tipo de iniciativas no solo beneficia a los estudiantes, sino también a los voluntarios de la UNA, quienes fortalecen sus habilidades mientras ayudan a construir un país más educado y equitativo. Es un círculo virtuoso, una colaboración mutua que vale oro. Además, así se ven motivados los estudiantes universitarios a seguir adelante con sus estudios.
Algunos expertos resaltan la importancia de comenzar a exponer a los niños a estímulos externos a temprana edad. Según Solís, “cuando una persona está muy pequeña es cuando más recibe algún impulso externo para poder tener metas”. Esta frase nos hace reflexionar sobre el papel fundamental que juegan las experiencias formativas en el desarrollo de las futuras generaciones. Que neta, importante tener esos primeros impulsos.
Así que, imagínate, ¿qué te parece a ti esta iniciativa? ¿Crees que es importante llevar la ciencia a zonas rurales como parte de una estrategia nacional para promover la igualdad de oportunidades y fomentar el interés por carreras STEM en los jóvenes? ¿Será que 'Átomos Brillantes' podría inspirar a la próxima generación de científicos costarricenses?