¡Ay, pata negra! Resulta que el Aeropuerto Juan Santamaría, nuestro orgullo nacional, se llevó un premio gordo internacional. No hablamos de echarle billetes a los caballos, sino de un reconocimiento serio, el Green Airport Recognition 2025, por su programa “Amigos de las Abejas”. Imagínatelo, señores, ¡hasta los aviadores andan cuidando de las abejitas!
La verdad es que esto del cuidado ambiental en el aeropuerto no es novedad reciente. AERIS, la empresa que maneja el lugar, siempre ha tenido un brete pendiente con temas de sostenibilidad. Pero este programa específico, presentado este año, parece que les dio en el clavo, uniéndole seguridad aérea con la protección de la biodiversidad, que ya saben, es cosa seria en estas tierras.
Antes, cuando una abeja decidía hacer una visita sorpresa a la pista, ¡era qué sal! Tenían que llamar a expertos, echar químicos... un verdadero dolor de cabeza. Ahora, gracias a este programa innovador, las cosas cambiaron radicalmente. Capacitan al personal, tienen protocolos para rescatar a las colmenas sin peligro y hasta crearon un apiario temporal, como si fuera un hotel cinco estrellas para las abejas mientras buscan un nuevo hogar.
“El entorno del aeropuerto, con esos jardines y terrenos abiertos, es como un buffet libre para las abejas,” nos explica Adriana Bejarano, la jefa de Seguridad y Medio Ambiente de AERIS. “Contar con un protocolo especializado ha sido clave. Proteger a estos polinizadores no solo es bueno para el planeta, también refuerza la seguridad porque evitamos incidentes con aeronaves.” ¡Quién lo diría! Las abejas y los aviones trabajando juntos por un futuro más verde.
La verdad es que esto del cuidado ambiental en el aeropuerto no es novedad reciente. AERIS, la empresa que maneja el lugar, siempre ha tenido un brete pendiente con temas de sostenibilidad. Pero este programa específico, presentado este año, parece que les dio en el clavo, uniéndole seguridad aérea con la protección de la biodiversidad, que ya saben, es cosa seria en estas tierras.
Antes, cuando una abeja decidía hacer una visita sorpresa a la pista, ¡era qué sal! Tenían que llamar a expertos, echar químicos... un verdadero dolor de cabeza. Ahora, gracias a este programa innovador, las cosas cambiaron radicalmente. Capacitan al personal, tienen protocolos para rescatar a las colmenas sin peligro y hasta crearon un apiario temporal, como si fuera un hotel cinco estrellas para las abejas mientras buscan un nuevo hogar.
“El entorno del aeropuerto, con esos jardines y terrenos abiertos, es como un buffet libre para las abejas,” nos explica Adriana Bejarano, la jefa de Seguridad y Medio Ambiente de AERIS. “Contar con un protocolo especializado ha sido clave. Proteger a estos polinizadores no solo es bueno para el planeta, también refuerza la seguridad porque evitamos incidentes con aeronaves.” ¡Quién lo diría! Las abejas y los aviones trabajando juntos por un futuro más verde.