¡Brendi, brendi! Octubre llegó cargadito de buenas noticias pa’ los amantes del pollo frito y pa’ la economía tica. KFC Costa Rica acaba de anunciar la apertura de tres nuevos restaurantes este mes, marcando un récord que ni ellos esperaban. ¡Vamos a destapar esto juntos!
Parece mentira, pero la cadena de pollo frito, que ya es casi un ícono nacional, está invirtiendo seriamente en nuestro país. Con unos $4 millones en inversión total, abrieron las puertas en Santa Ana, San Carlos y Desamparados. Esto significa que ahora hay más lugares para ir a comerse unas ‘wings’ tranquilamente, ¡y eso siempre es bueno!
Ahora, si nos ponemos serios por un momento, esto va más allá de tener dónde comprar pollo. Hablamos de unos 25 empleos directos por restaurante, ¡eso son 75 nuevos trabajos para hermanos nuestros! Además, considera todos esos empleos indirectos que se generan con los proveedores, desde los que traen los cartones hasta los que llevan las papitas fritas. ¡Un brete de oportunidades!
Cada uno de estos nuevos KFCs viene con su propio toque especial. En Santa Ana, puedes encontrarlo en el Santa Ana Trade Center, perfecto para esas compras rápidas y antojos repentinos. En San Carlos, mudaron el restaurante existente de Ciudad Quesada, llevándolo a un lugar más accesible, justo al lado de la Escuela Juan Bautista – ¡ideal para los almuerzos escolares! Y en Desamparados, lo pusieron cerca de la Clínica Marcial Fallas, para levantarle el ánimo a los pacientes.
Y ni hablar de la onda moderna que le están dando a estos lugares. Ya no es el típico KFC de antes. Ahora tienen salones amplios para comer con toda la familia, kioscos digitales para hacer tu pedido rápido y un sistema de ‘autoservicio’ que te ahorra tiempo. ¡Además, puedes pedir por la app o por delivery, porque sabemos que a veces uno está más flojo que un perro mojado para salir de casa!
Pero lo que realmente me impresionó es lo que están haciendo por el medio ambiente. Parece que KFC se puso las pilas con la sostenibilidad. Iluminación LED, freidoras de bajo consumo, sanitarios eficientes… ¡y hasta usan empaques y cubertería compostable! Así que mientras te comes tu bucket, sabes que estás contribuyendo a cuidar nuestro planeta, ¡qué buena vara!
Por cierto, para celebrar estas aperturas, KFC ha organizado actividades gratuitas y acciones solidarias en cada comunidad. En Santa Ana, le dieron 35 combos mensuales a la fundación Pollitos de Hierro, que apoya a niños con cáncer y sus familias. En San Carlos, están reafirmando su compromiso con la comunidad, y en Desamparados van a donar combos a la Asociación Cristiana Benéfica Caleb, que ayuda a personas en situaciones difíciles. ¡Se rifan!
Así que, con estas tres nuevas aperturas, KFC llega a los 66 restaurantes en todo el país, camino a alcanzar su meta de 67 para fin de año. Y considerando que este año cumplen 55 años en Costa Rica y una década bajo la administración de Intelectiva, parece que la cosa marcha a todo dar. Pero dime, ¿crees que KFC debería enfocarse en abrir más restaurantes en zonas rurales o priorizar expandirse a otras ciudades?
Parece mentira, pero la cadena de pollo frito, que ya es casi un ícono nacional, está invirtiendo seriamente en nuestro país. Con unos $4 millones en inversión total, abrieron las puertas en Santa Ana, San Carlos y Desamparados. Esto significa que ahora hay más lugares para ir a comerse unas ‘wings’ tranquilamente, ¡y eso siempre es bueno!
Ahora, si nos ponemos serios por un momento, esto va más allá de tener dónde comprar pollo. Hablamos de unos 25 empleos directos por restaurante, ¡eso son 75 nuevos trabajos para hermanos nuestros! Además, considera todos esos empleos indirectos que se generan con los proveedores, desde los que traen los cartones hasta los que llevan las papitas fritas. ¡Un brete de oportunidades!
Cada uno de estos nuevos KFCs viene con su propio toque especial. En Santa Ana, puedes encontrarlo en el Santa Ana Trade Center, perfecto para esas compras rápidas y antojos repentinos. En San Carlos, mudaron el restaurante existente de Ciudad Quesada, llevándolo a un lugar más accesible, justo al lado de la Escuela Juan Bautista – ¡ideal para los almuerzos escolares! Y en Desamparados, lo pusieron cerca de la Clínica Marcial Fallas, para levantarle el ánimo a los pacientes.
Y ni hablar de la onda moderna que le están dando a estos lugares. Ya no es el típico KFC de antes. Ahora tienen salones amplios para comer con toda la familia, kioscos digitales para hacer tu pedido rápido y un sistema de ‘autoservicio’ que te ahorra tiempo. ¡Además, puedes pedir por la app o por delivery, porque sabemos que a veces uno está más flojo que un perro mojado para salir de casa!
Pero lo que realmente me impresionó es lo que están haciendo por el medio ambiente. Parece que KFC se puso las pilas con la sostenibilidad. Iluminación LED, freidoras de bajo consumo, sanitarios eficientes… ¡y hasta usan empaques y cubertería compostable! Así que mientras te comes tu bucket, sabes que estás contribuyendo a cuidar nuestro planeta, ¡qué buena vara!
Por cierto, para celebrar estas aperturas, KFC ha organizado actividades gratuitas y acciones solidarias en cada comunidad. En Santa Ana, le dieron 35 combos mensuales a la fundación Pollitos de Hierro, que apoya a niños con cáncer y sus familias. En San Carlos, están reafirmando su compromiso con la comunidad, y en Desamparados van a donar combos a la Asociación Cristiana Benéfica Caleb, que ayuda a personas en situaciones difíciles. ¡Se rifan!
Así que, con estas tres nuevas aperturas, KFC llega a los 66 restaurantes en todo el país, camino a alcanzar su meta de 67 para fin de año. Y considerando que este año cumplen 55 años en Costa Rica y una década bajo la administración de Intelectiva, parece que la cosa marcha a todo dar. Pero dime, ¿crees que KFC debería enfocarse en abrir más restaurantes en zonas rurales o priorizar expandirse a otras ciudades?