¡Ay, Dios mío! La bronca con el Parque Empresarial del Pacífico sigue sacando espuma. Resulta que la Fiscalía Adjunta, luego de meses picoteando, decidió entrarle con todo a saco a 16 lugares, incluyendo la mismísima oficina de la SAFI del BCR. Parece que el asunto de los 70 millones que se invirtieron en este brete, y que ahora valen casi la mitad, no va tan regalado como querían hacernos creer.
Para refrescarles la memoria, allá por el 2020, la SAFI – esa que maneja el dinero de nuestros ahorros en fondos inmobiliarios – se fajó con la compra del Parque Empresarial. Pagaron unos 70 billones, pensando que iban a sacar buen provecho. Pero resulta que, según los avalúos posteriores, la onda del parque no pasaba de los 34,7 millones. ¡Un pincho pa’ los inversionistas!
Y eso no es todo, mi gente. Documentos que anduvieron escondidos como chancho en barranca, revelaron que las obras estaban inconclusas cuando la SAFI se hizo acreedora. Lo más grave es que, al parecer, ¡docenas de jefes del BCR ya sabían la jugada! Doce altos funcionarios eran conscientes de que se estaban metiendo en un lío mayúsculo, y aun así dieron luz verde a la operación. ¡Qué torta!
Pero la cosa se pone aún más turbia. Según investigaciones previas del BCR mismo, la SAFI tiene un patrón de comprar propiedades a precios inflados. Se trata de otras ocho compras que ahora están bajo la lupa de la Fiscalía. Así que esto del PACÍFICO podría ser solo la punta del iceberg. Ya ven, ¡qué sal!
Volviendo al Parque, parece que ni siquiera está funcionando bien. Al principio, la idea era atraer empresas y generar ingresos. Pero, según fuentes internas, para principios de este año, solo quedaba un inquilino, y él tampoco estaba cumpliendo con los pagos. ¡Solo un 1% de ocupación! Eso sí que es irse al traste, diay.
La Superintendencia General de Valores (Sugeval), hace tiempo, ya les dijo a los señores del BCR que tenían que poner las cosas en orden y devolverle a los inversionistas esos 70 millones. Pero ellos, en vez de obedecer, intentaron evadir la orden a través de trucos legales y administrativos. ¡Se quisieron pasar de listos!, pero hasta ahora la justicia no les ha dado la razón. Y la probabilidad de que tengan que soltar la pasta de las arcas del banco va creciendo a pasos agigantados.
Ahora, con estos allanamientos, la Fiscalía busca pruebas contundentes para determinar si hubo delitos de sobreprecio e influencia en la contratación. Las penas podrían alcanzar los diez años de cárcel. Es decir, estamos hablando de un asunto serio, que involucra a gente poderosa y puede tener consecuencias muy graves. Un verdadero despache en el corazón del sistema financiero nacional, vamos.
Con todo este panorama, uno no puede evitar preguntarse: ¿Cómo es posible que se hayan cometido estas irregularidades y se haya utilizado el dinero de los ahorristas de manera tan descuidada? ¿Será que la corrupción se ha convertido en un problema endémico en nuestras instituciones, o simplemente se trata de algunos individuos buscando enriquecerse a costa de los demás? ¿Ustedes qué opinan, colegas del Foro?
Para refrescarles la memoria, allá por el 2020, la SAFI – esa que maneja el dinero de nuestros ahorros en fondos inmobiliarios – se fajó con la compra del Parque Empresarial. Pagaron unos 70 billones, pensando que iban a sacar buen provecho. Pero resulta que, según los avalúos posteriores, la onda del parque no pasaba de los 34,7 millones. ¡Un pincho pa’ los inversionistas!
Y eso no es todo, mi gente. Documentos que anduvieron escondidos como chancho en barranca, revelaron que las obras estaban inconclusas cuando la SAFI se hizo acreedora. Lo más grave es que, al parecer, ¡docenas de jefes del BCR ya sabían la jugada! Doce altos funcionarios eran conscientes de que se estaban metiendo en un lío mayúsculo, y aun así dieron luz verde a la operación. ¡Qué torta!
Pero la cosa se pone aún más turbia. Según investigaciones previas del BCR mismo, la SAFI tiene un patrón de comprar propiedades a precios inflados. Se trata de otras ocho compras que ahora están bajo la lupa de la Fiscalía. Así que esto del PACÍFICO podría ser solo la punta del iceberg. Ya ven, ¡qué sal!
Volviendo al Parque, parece que ni siquiera está funcionando bien. Al principio, la idea era atraer empresas y generar ingresos. Pero, según fuentes internas, para principios de este año, solo quedaba un inquilino, y él tampoco estaba cumpliendo con los pagos. ¡Solo un 1% de ocupación! Eso sí que es irse al traste, diay.
La Superintendencia General de Valores (Sugeval), hace tiempo, ya les dijo a los señores del BCR que tenían que poner las cosas en orden y devolverle a los inversionistas esos 70 millones. Pero ellos, en vez de obedecer, intentaron evadir la orden a través de trucos legales y administrativos. ¡Se quisieron pasar de listos!, pero hasta ahora la justicia no les ha dado la razón. Y la probabilidad de que tengan que soltar la pasta de las arcas del banco va creciendo a pasos agigantados.
Ahora, con estos allanamientos, la Fiscalía busca pruebas contundentes para determinar si hubo delitos de sobreprecio e influencia en la contratación. Las penas podrían alcanzar los diez años de cárcel. Es decir, estamos hablando de un asunto serio, que involucra a gente poderosa y puede tener consecuencias muy graves. Un verdadero despache en el corazón del sistema financiero nacional, vamos.
Con todo este panorama, uno no puede evitar preguntarse: ¿Cómo es posible que se hayan cometido estas irregularidades y se haya utilizado el dinero de los ahorristas de manera tan descuidada? ¿Será que la corrupción se ha convertido en un problema endémico en nuestras instituciones, o simplemente se trata de algunos individuos buscando enriquecerse a costa de los demás? ¿Ustedes qué opinan, colegas del Foro?