¡Ay, Dios mío, qué vaina! Los resultados del Examen de Conocimientos Médicos (ECOM-CR) de este año dieron de qué hablar, y no precisamente para bien. Parece que la brecha entre la Universidad de Costa Rica (UCR) y las otras facultades de medicina del país es más grande que el Parque Nacional Guayabo. La UCIMED quedó rezagada, pero bueno, al menos intentaron, ¿no?
Como nos platicaron desde el Colegio de Médicos y Cirujanos, del total de 546 doctores que se bancaron la prueba, apenas 201 (un 36,8%) lograron pasarla. ¡Imagínate la torta! Esto significa que casi dos tercios de los aspirantes no cumplieron con el requisito pa’ ejercer la medicina acá en nuestro suelo tico. Pura sal, porque así cómo está la cosa, seguro habrá hospitales con gente improvisada atendiendo.
Pero ahí viene la verdadera sorpresa: la UCR, mis panas, la UCR mandó a casa a sus estudiantes con un 88,46% de aprobación. ¡Un fleco! Eso sí que es nivel, chava. Contrasta tanto con el promedio nacional y con el desempeño de las demás universidades que da ganas de llorar de envidia... o de orgullo si fueras estudiante de la UCR. Imagínate el jolgorio en Ciudad Universitari@.
Mirá, vamos viendo la tabla completa: UCIMED llegó al 48,04%, mientras que los doctores que homologaron sus títulos del extranjero no anduvieron muy lejos, con un 41,67%. Pero luego, llegamos a las universidades que se fueron al traste, con algunos ni siquiera alcanzando el 30% de aprobación. ¡Qué pesar! Cinco de ellas, pa' ser exactos, tuvieron números más bajos que mi nota en matemáticas en la secundaria.
Las áreas donde los futuros médicos se jalaron la torta fueron hematología, obstetricia, infectología y dermatología. Parece que esos temas les causaron más que un dolor de cabeza. Por otro lado, mostraron bastante maña en geriatría, ginecología e investigación. Ahí sí, parece que ya saben dónde enfocarse para darles al cliente lo que necesita. Uno esperaría que la medicina moderna estuviera impregnada de conocimientos recientes, pero parece que todavía hay mucho por mejorar.
Desde que implementaron el ECOM-CR en 2023, más de mil trescientos médicos ya lo han superado. Dicen que esta prueba sirve pa’ asegurar un cierto estándar de calidad y seguridad en la atención médica, y eso, mis panas, es importante. Porque nadie quiere que le pongan unas manos torpes cuando esté delicado, ¿verdad? Esperemos que esto ayude a elevar el nivel general.
Ahora, pensando en el futuro, ¿qué podemos esperar de estas diferencias tan marcadas entre las universidades? ¿Se tomarán medidas para ayudar a las que van peor o seguirá siendo un ciclo vicioso? ¿Será que la inversión en educación médica necesita una revisión profunda, como la que le hicieron al lejano occidental?
Y hablando de todo esto, me pregunto: ¿cree usted que el sistema educativo actual está preparando adecuadamente a nuestros futuros médicos para enfrentar los desafíos del siglo XXI, o deberíamos replantearnos la forma en que enseñamos medicina en Costa Rica?
Como nos platicaron desde el Colegio de Médicos y Cirujanos, del total de 546 doctores que se bancaron la prueba, apenas 201 (un 36,8%) lograron pasarla. ¡Imagínate la torta! Esto significa que casi dos tercios de los aspirantes no cumplieron con el requisito pa’ ejercer la medicina acá en nuestro suelo tico. Pura sal, porque así cómo está la cosa, seguro habrá hospitales con gente improvisada atendiendo.
Pero ahí viene la verdadera sorpresa: la UCR, mis panas, la UCR mandó a casa a sus estudiantes con un 88,46% de aprobación. ¡Un fleco! Eso sí que es nivel, chava. Contrasta tanto con el promedio nacional y con el desempeño de las demás universidades que da ganas de llorar de envidia... o de orgullo si fueras estudiante de la UCR. Imagínate el jolgorio en Ciudad Universitari@.
Mirá, vamos viendo la tabla completa: UCIMED llegó al 48,04%, mientras que los doctores que homologaron sus títulos del extranjero no anduvieron muy lejos, con un 41,67%. Pero luego, llegamos a las universidades que se fueron al traste, con algunos ni siquiera alcanzando el 30% de aprobación. ¡Qué pesar! Cinco de ellas, pa' ser exactos, tuvieron números más bajos que mi nota en matemáticas en la secundaria.
Las áreas donde los futuros médicos se jalaron la torta fueron hematología, obstetricia, infectología y dermatología. Parece que esos temas les causaron más que un dolor de cabeza. Por otro lado, mostraron bastante maña en geriatría, ginecología e investigación. Ahí sí, parece que ya saben dónde enfocarse para darles al cliente lo que necesita. Uno esperaría que la medicina moderna estuviera impregnada de conocimientos recientes, pero parece que todavía hay mucho por mejorar.
Desde que implementaron el ECOM-CR en 2023, más de mil trescientos médicos ya lo han superado. Dicen que esta prueba sirve pa’ asegurar un cierto estándar de calidad y seguridad en la atención médica, y eso, mis panas, es importante. Porque nadie quiere que le pongan unas manos torpes cuando esté delicado, ¿verdad? Esperemos que esto ayude a elevar el nivel general.
Ahora, pensando en el futuro, ¿qué podemos esperar de estas diferencias tan marcadas entre las universidades? ¿Se tomarán medidas para ayudar a las que van peor o seguirá siendo un ciclo vicioso? ¿Será que la inversión en educación médica necesita una revisión profunda, como la que le hicieron al lejano occidental?
Y hablando de todo esto, me pregunto: ¿cree usted que el sistema educativo actual está preparando adecuadamente a nuestros futuros médicos para enfrentar los desafíos del siglo XXI, o deberíamos replantearnos la forma en que enseñamos medicina en Costa Rica?