¡Ay, Dios mío, qué vaina! La Fiscalía de Género metió mano al celular de Randall Zúñiga, el big boss del OIJ. Resulta que el señor anda en aprietos con tres denuncias bien gordas por parte de damas que aseguran haber sido víctimas de sus abusos. Esto se puso más caliente que gallina pochada en freidora, díganle a quien le digan.
Todo empezó el viernes pasado, cuando la primera denuncia llegó volando. Al toque, ya mandaron a decomisar el celular del jerarca. Como si fuera poco, esta semana aparecieron dos denuncias más, una de ellas presentada en Goicoechea, donde lo acusan directamente de violación y hasta de darle una “regalito” venéreo a alguien. ¡Imagínate el zafacón!
Y ni hablar de las capturas de pantalla que circulan por WhatsApp. Fotos de mensajes que Don Randall le enviaba a varias señoras... ¡Qué cosas! Parece que el hombre tenía unas estrategias de conquista muy particulares, aunque ahora esas mismas estrategias lo tienen metido en un brete bastante complicado. Claramente, no todas las vacas dan leche igual, ¿eh?
Don Randall, tratando de restarle importancia, soltó un videíto diciendo que está a entera disposición de las autoridades y que él no va a meter baza en la investigación. Pero entre nos, todos sabemos que cuando uno está en camisa de once, cualquier excusa suena a cuento chino. La verdad es que la cosa pinta fea para él; parece que se jaló una torta bien grande.
Las otras noticias tampoco ayudan. Tenemos al peluquero del Presidente Chaves tras las rejas por un asesinato espeluznante de una pareja europea, y el OIJ de Quepos anda haciendo allanamientos buscando a unos sospechosos relacionados con el mismo caso. Uno dice, '¡Qué sal!' porque estas noticias pintan mal para el país; todo mundo preocupado y con razón. Lo del OIJ encima, le da otra capa de drama a la cosa.
Este caso ha levantado polvareda en toda la esfera pública. Se habla de cómo el OIJ, encargado precisamente de investigar estos delitos, ahora tiene a su propio director en el ojo del huracán. Da que pensar, ¿verdad? ¿Cómo confiar en las investigaciones si el líder de la institución está señalado de cometer los mismos actos que supuestamente combaten?
Algunos analistas políticos dicen que esto podría tener consecuencias graves para el gobierno, pues afecta la imagen del Estado de derecho y la confianza ciudadana. Otros, más optimistas, sostienen que la pronta actuación de la Fiscalía demuestra que nadie está por encima de la ley. Pero bueno, eso ya lo dirá el tiempo. Por mientras, el caso sigue abierto y generando ríos de comentarios y especulaciones en redes sociales y en los asaderos de ranas.
La verdad es que esto es un auténtico chocolate amargo. Un líder importante acusado de delitos tan graves... ¡Uy, qué rollo! ¿Ustedes creen que la Fiscalía actuará con la debida diligencia y transparencia para esclarecer este caso, o habrá influencias políticas que intenten encubrir al señor Zúñiga? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡qué les parece esta vara!
Todo empezó el viernes pasado, cuando la primera denuncia llegó volando. Al toque, ya mandaron a decomisar el celular del jerarca. Como si fuera poco, esta semana aparecieron dos denuncias más, una de ellas presentada en Goicoechea, donde lo acusan directamente de violación y hasta de darle una “regalito” venéreo a alguien. ¡Imagínate el zafacón!
Y ni hablar de las capturas de pantalla que circulan por WhatsApp. Fotos de mensajes que Don Randall le enviaba a varias señoras... ¡Qué cosas! Parece que el hombre tenía unas estrategias de conquista muy particulares, aunque ahora esas mismas estrategias lo tienen metido en un brete bastante complicado. Claramente, no todas las vacas dan leche igual, ¿eh?
Don Randall, tratando de restarle importancia, soltó un videíto diciendo que está a entera disposición de las autoridades y que él no va a meter baza en la investigación. Pero entre nos, todos sabemos que cuando uno está en camisa de once, cualquier excusa suena a cuento chino. La verdad es que la cosa pinta fea para él; parece que se jaló una torta bien grande.
Las otras noticias tampoco ayudan. Tenemos al peluquero del Presidente Chaves tras las rejas por un asesinato espeluznante de una pareja europea, y el OIJ de Quepos anda haciendo allanamientos buscando a unos sospechosos relacionados con el mismo caso. Uno dice, '¡Qué sal!' porque estas noticias pintan mal para el país; todo mundo preocupado y con razón. Lo del OIJ encima, le da otra capa de drama a la cosa.
Este caso ha levantado polvareda en toda la esfera pública. Se habla de cómo el OIJ, encargado precisamente de investigar estos delitos, ahora tiene a su propio director en el ojo del huracán. Da que pensar, ¿verdad? ¿Cómo confiar en las investigaciones si el líder de la institución está señalado de cometer los mismos actos que supuestamente combaten?
Algunos analistas políticos dicen que esto podría tener consecuencias graves para el gobierno, pues afecta la imagen del Estado de derecho y la confianza ciudadana. Otros, más optimistas, sostienen que la pronta actuación de la Fiscalía demuestra que nadie está por encima de la ley. Pero bueno, eso ya lo dirá el tiempo. Por mientras, el caso sigue abierto y generando ríos de comentarios y especulaciones en redes sociales y en los asaderos de ranas.
La verdad es que esto es un auténtico chocolate amargo. Un líder importante acusado de delitos tan graves... ¡Uy, qué rollo! ¿Ustedes creen que la Fiscalía actuará con la debida diligencia y transparencia para esclarecer este caso, o habrá influencias políticas que intenten encubrir al señor Zúñiga? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡qué les parece esta vara!
