¡Ay, Dios mío, pura vida! Quién lo diría, el director del OIJ, Randall Zúñiga, suspendido preventivamente por quince días. Parece que las cosas se le pusieron bien turbias al señor, con varias denuncias de delitos sexuales cayendo encima. Uno piensa, '¿El jefe de la policía en estos líos?', ¡qué sal!
La jugada salió con todo este martes, después de que el Ministerio Público confirmó tener varios expedientes abiertos en contra de Zúñiga. Tres, para ser exactos, manejando diferentes casos que van desde violaciones hasta la transmisión de enfermedades venéreas. ¡Una bronca tremenda!, y todo esto pasando justo en medio de la campaña electoral, con toda la tensión que eso implica. Se rumora que hasta la Defensoría de los Derechos Humanos está echando ojo.
Zúñiga, fiel a su estilo, dice que él está tranquilo, que confía en la justicia y que eventualmente va a salir “chapuzón”. Insiste en que todavía ni siquiera ha visto el expediente completo, y que tiene pruebas que demuestran su inocencia. Dice que todo esto es una ‘seguidilla’ orquestada políticamente, como diciendo que alguien lo quiere tumbar. Bueno, Randall, a defenderte porque la cosa pinta dura, diay.
Pero, ¿de dónde salieron todas estas denuncias? Según fuentes internas, todo empezó el lunes pasado con unos rumores que corrían como reguero de pólvora. Entonces la Fiscalía empezó a recibir formalmente las denuncias y, ¡pum!, tres expedientes confirmados. Uno en Corredores por una supuesta violación ocurrida en enero de este año, otro en Cartago por violación y contagio venéreo, y un tercero en Goicoechea que incluye conductas sexuales abusivas, ofensas a la dignidad y, nuevamente, el tema del contagio venéreo. ¡Qué vara!
Lo curioso es que, incluso mientras enfrenta estas acusaciones, Zúñiga se muestra respetuoso con las víctimas, asegura que siempre ha sido defensor de los derechos de las mujeres. Pero, vamos, Randall, que te quede claro que decir que tienes fe en el sistema no hace desaparecer las denuncias, ¿eh? De hecho, el Poder Judicial ya ordenó una investigación administrativa interna para aclarar todo este brete, y parece que esto no va a terminar pronto.
Y hablando de investigaciones, el OIJ ha activado sus propios protocolos internos. Han conformado equipos especializados en violencia de género para colaborar con la Fiscalía, valorando riesgos para las víctimas y brindándoles atención integral. Es importante recordar que, independientemente de lo que pase con Zúñiga, estas mujeres necesitan apoyo y protección, y que la justicia debe actuar con celeridad y transparencia.
Mientras tanto, el OIJ seguirá funcionando, aunque sin su director. La Corte Suprema de Justicia asegura que la institución continuará operando normalmente, comprometiéndose a mantener la lucha contra la delincuencia. Pero, sinceramente, uno se queda pensando… ¿quién puede liderar una institución encargada de investigar crímenes con semejante nube sobre su cabeza? Es como ponerle un parche a una llanta ponchada, pura vida.
Con todo este revuelo, uno se pregunta: ¿cree usted que las acusaciones contra Randall Zúñiga son producto de una conspiración política o reflejan una conducta inapropiada que debía haber salido a la luz antes? Comparta su opinión en los comentarios – ¡esta vaina necesita un buen debate en el foro!
La jugada salió con todo este martes, después de que el Ministerio Público confirmó tener varios expedientes abiertos en contra de Zúñiga. Tres, para ser exactos, manejando diferentes casos que van desde violaciones hasta la transmisión de enfermedades venéreas. ¡Una bronca tremenda!, y todo esto pasando justo en medio de la campaña electoral, con toda la tensión que eso implica. Se rumora que hasta la Defensoría de los Derechos Humanos está echando ojo.
Zúñiga, fiel a su estilo, dice que él está tranquilo, que confía en la justicia y que eventualmente va a salir “chapuzón”. Insiste en que todavía ni siquiera ha visto el expediente completo, y que tiene pruebas que demuestran su inocencia. Dice que todo esto es una ‘seguidilla’ orquestada políticamente, como diciendo que alguien lo quiere tumbar. Bueno, Randall, a defenderte porque la cosa pinta dura, diay.
Pero, ¿de dónde salieron todas estas denuncias? Según fuentes internas, todo empezó el lunes pasado con unos rumores que corrían como reguero de pólvora. Entonces la Fiscalía empezó a recibir formalmente las denuncias y, ¡pum!, tres expedientes confirmados. Uno en Corredores por una supuesta violación ocurrida en enero de este año, otro en Cartago por violación y contagio venéreo, y un tercero en Goicoechea que incluye conductas sexuales abusivas, ofensas a la dignidad y, nuevamente, el tema del contagio venéreo. ¡Qué vara!
Lo curioso es que, incluso mientras enfrenta estas acusaciones, Zúñiga se muestra respetuoso con las víctimas, asegura que siempre ha sido defensor de los derechos de las mujeres. Pero, vamos, Randall, que te quede claro que decir que tienes fe en el sistema no hace desaparecer las denuncias, ¿eh? De hecho, el Poder Judicial ya ordenó una investigación administrativa interna para aclarar todo este brete, y parece que esto no va a terminar pronto.
Y hablando de investigaciones, el OIJ ha activado sus propios protocolos internos. Han conformado equipos especializados en violencia de género para colaborar con la Fiscalía, valorando riesgos para las víctimas y brindándoles atención integral. Es importante recordar que, independientemente de lo que pase con Zúñiga, estas mujeres necesitan apoyo y protección, y que la justicia debe actuar con celeridad y transparencia.
Mientras tanto, el OIJ seguirá funcionando, aunque sin su director. La Corte Suprema de Justicia asegura que la institución continuará operando normalmente, comprometiéndose a mantener la lucha contra la delincuencia. Pero, sinceramente, uno se queda pensando… ¿quién puede liderar una institución encargada de investigar crímenes con semejante nube sobre su cabeza? Es como ponerle un parche a una llanta ponchada, pura vida.
Con todo este revuelo, uno se pregunta: ¿cree usted que las acusaciones contra Randall Zúñiga son producto de una conspiración política o reflejan una conducta inapropiada que debía haber salido a la luz antes? Comparta su opinión en los comentarios – ¡esta vaina necesita un buen debate en el foro!
