¡Ay, Dios mío, qué vara nos cayó encima! Resulta que la Universidad Nacional (UNA) tuvo que suspender clases y mandar a todos a casa porque alguien andaba de bronca enviando amenazas de ataque armado. Imagínate el susto que se agarraron los estudiantes y profesores, ¡un quilombo tremendo!
Todo empezó ayer a la tarde, cuando la UNA recibió la amenaza, lo cual coincidió tristemente con la reciente alerta similar recibida por la Universidad de Costa Rica (UCR). Parece que hay alguien anda paseándose por internet echando humo, sembrando miedo y poniendo a temblar a toda la comunidad universitaria. Apenas unas horas después de que la UCR confirmara que también estaba siendo amenazada, la UNA tenía que tomar medidas drásticas.
La rectoría no se anduvo con rodeos y mandó un comunicado súper claro: evacuación inmediata a partir de la 1:00 p.m. de hoy. No admitieron excepciones, ni siquiera para el pobre administrativo que estaba terminando de llenar unos papeles. Dijeron que el personal administrativo se va al teletrabajo y las clases que sí se podían dar online, pues a ver si se puede, pero hasta nuevo aviso, todo presencial quedó suspendido. Esto se extiende hasta el miércoles, así que prepárense para meterle duro al Zoom.
Y eso no es todo, amigos. Las giras que estaban programadas para estos días también quedaron canceladas. ¡Imagínate la frustración de los estudiantes que ya tenían todo listo para ir a algún viaje académico! Pero bueno, ante estas cosas, lo primero es la seguridad, ¿verdad? Aunque a nadie le gusta quedarse sin irse de paseo.
Lo que más me preocupa es que esto esté pasando en dos universidades tan importantes como la UCR y la UNA. Ya estamos pensando en qué estará pasando por la cabeza de quien está haciendo estas amenazas. ¿Será un bromista de manual, un ex estudiante resentido o algo mucho peor? Las autoridades ya están investigando, esperemos que den pronto con el responsable y lo metan donde él pueda hacer daño a nadie más.
Ahora, hablando de la evacuación, parece que todo salió bastante bien, aunque con el estrés de rigor. Vimos videos en redes sociales de estudiantes bajando corriendo escaleras, algunos cargando sus libros y otros simplemente tratando de alejarse lo más rápido posible del campus. Todos comentaban que la seguridad hizo un buen trabajo guiando a la gente y asegurándose de que nadie se quedara atrás. Lo importante es que no hubo heridos ni incidentes mayores, gracias a Dios.
Este episodio nos recuerda lo frágil que es la tranquilidad y cómo cualquier cosa puede pasar. Además, plantea preguntas muy serias sobre la seguridad en nuestras instituciones educativas y la necesidad de fortalecer los protocolos de prevención. ¿Cómo podemos evitar que esto vuelva a suceder? ¿Realmente estamos preparados para enfrentar amenazas de esta magnitud? Necesitamos que las autoridades inviertan en sistemas de seguridad más efectivos y capaciten a todo el personal para actuar rápidamente en caso de emergencia.
En fin, esta vara ha dejado a muchos pensando y preocupados. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que las universidades deberían tener detectores de metales y guardias armados para garantizar la seguridad de los estudiantes y el personal, o creen que eso crearía un ambiente demasiado hostil y represivo? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensan al respecto!
Todo empezó ayer a la tarde, cuando la UNA recibió la amenaza, lo cual coincidió tristemente con la reciente alerta similar recibida por la Universidad de Costa Rica (UCR). Parece que hay alguien anda paseándose por internet echando humo, sembrando miedo y poniendo a temblar a toda la comunidad universitaria. Apenas unas horas después de que la UCR confirmara que también estaba siendo amenazada, la UNA tenía que tomar medidas drásticas.
La rectoría no se anduvo con rodeos y mandó un comunicado súper claro: evacuación inmediata a partir de la 1:00 p.m. de hoy. No admitieron excepciones, ni siquiera para el pobre administrativo que estaba terminando de llenar unos papeles. Dijeron que el personal administrativo se va al teletrabajo y las clases que sí se podían dar online, pues a ver si se puede, pero hasta nuevo aviso, todo presencial quedó suspendido. Esto se extiende hasta el miércoles, así que prepárense para meterle duro al Zoom.
Y eso no es todo, amigos. Las giras que estaban programadas para estos días también quedaron canceladas. ¡Imagínate la frustración de los estudiantes que ya tenían todo listo para ir a algún viaje académico! Pero bueno, ante estas cosas, lo primero es la seguridad, ¿verdad? Aunque a nadie le gusta quedarse sin irse de paseo.
Lo que más me preocupa es que esto esté pasando en dos universidades tan importantes como la UCR y la UNA. Ya estamos pensando en qué estará pasando por la cabeza de quien está haciendo estas amenazas. ¿Será un bromista de manual, un ex estudiante resentido o algo mucho peor? Las autoridades ya están investigando, esperemos que den pronto con el responsable y lo metan donde él pueda hacer daño a nadie más.
Ahora, hablando de la evacuación, parece que todo salió bastante bien, aunque con el estrés de rigor. Vimos videos en redes sociales de estudiantes bajando corriendo escaleras, algunos cargando sus libros y otros simplemente tratando de alejarse lo más rápido posible del campus. Todos comentaban que la seguridad hizo un buen trabajo guiando a la gente y asegurándose de que nadie se quedara atrás. Lo importante es que no hubo heridos ni incidentes mayores, gracias a Dios.
Este episodio nos recuerda lo frágil que es la tranquilidad y cómo cualquier cosa puede pasar. Además, plantea preguntas muy serias sobre la seguridad en nuestras instituciones educativas y la necesidad de fortalecer los protocolos de prevención. ¿Cómo podemos evitar que esto vuelva a suceder? ¿Realmente estamos preparados para enfrentar amenazas de esta magnitud? Necesitamos que las autoridades inviertan en sistemas de seguridad más efectivos y capaciten a todo el personal para actuar rápidamente en caso de emergencia.
En fin, esta vara ha dejado a muchos pensando y preocupados. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que las universidades deberían tener detectores de metales y guardias armados para garantizar la seguridad de los estudiantes y el personal, o creen que eso crearía un ambiente demasiado hostil y represivo? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensan al respecto!