¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que la Fiscalía Adjunta, después de tanto trajín y moviditas, le dio el aval definitivo al banquero Leonel Baruch en el tristemente célebre ‘megacaso’ de evasión fiscal. Parece mentira, ¿verdad?, porque todo este rollo comenzó con mucho bombo y circunstancias… Pero bueno, así es esto, ¡a veces la tortilla cambia de lado!
Para los que no estén al tanto, la jugada inició en enero del 2023 cuando el exministro Nogui Acosta sacó a relucir un supuesto esquema millonario de evasión, adjudicándole 11 mil millones de colones a Baruch, quien recordemos, anda metido en varios bretes: es dueño de Beta Matrix, accionista del Banco BCT y hasta manda cuentas en CRHoy. La cosa venía con pinta de novela de Selvatica, digámoslo así.
Acosta, acompañado por Mario Ramos, el director de Tributación, llegó incluso a afirmar que tenían pruebas sólidas, casi como si estuvieran mostrando un tesoro escondido. Aseguraban que la administración tributaria había destapado una operación irregular muy elaborada. ¡Pero vaya que se les vino encima la pana!
Lo curioso es que, poco después, la historia empezó a desmoronarse más rápido que un pastel de tres leches en un día de calor. En medio de cuestionamientos en la Asamblea Legislativa, Acosta tuvo que reconocer, a regañadientes, que la denuncia original no surgió de ninguna investigación técnica seria. ¡Imagínate!, sino de un simple video que circulaba en TikTok. ¡Un TikTok, diay! ¿En serio?
Y eso no es todo, amigos míos. Se descubrió que desde octubre del 2022, ¡más de tres meses antes del escándalo público!, ya existía un informe interno del Ministerio de Hacienda que prácticamente decía: 'Eh, paremos aquí, esto no va a ningún lado'. El informe concluía que las operaciones estaban dentro de la ley y que debían archivar el caso. ¡Pero se guardaron el informe bajo llave! ¡Una verdadera torta!
Luego vinieron las renuncias, las denuncias cruzadas, y un ambiente de incertidumbre que dejó a muchos rascándose la cabeza. Baruch, furioso, presentó demandas contra Acosta y Ramos, acusándolos de difamación. Definitivamente, el asunto se convirtió en un verdadero chunche de problemas, una maraña de intereses y acusaciones que parecían no tener fin.
Ahora bien, con este sobreseimiento definitivo, la Fiscalía cierra el capítulo. Aunque, claro, la Procuraduría General de la República todavía puede meterle mano al caso, decidir si presenta una acusación particular. Ya recibieron la notificación y están revisando lo que toca. Veremos si deciden echar más leña al fuego o dejar ir la vaina.
Después de tanto lío, tanta controversia y tantas idas y vueltas, ¿creen ustedes que con este sobreseimiento se cierra realmente el telón en el ‘megacaso’? ¿O creen que todavía hay cartas bajo la manga, que alguien está buscando vengarse o sacar provecho de esta situación? ¡Compartan sus opiniones, mándale un mensaje al foro! ¿Qué van a hacer los abogados del Estado ahora?
Para los que no estén al tanto, la jugada inició en enero del 2023 cuando el exministro Nogui Acosta sacó a relucir un supuesto esquema millonario de evasión, adjudicándole 11 mil millones de colones a Baruch, quien recordemos, anda metido en varios bretes: es dueño de Beta Matrix, accionista del Banco BCT y hasta manda cuentas en CRHoy. La cosa venía con pinta de novela de Selvatica, digámoslo así.
Acosta, acompañado por Mario Ramos, el director de Tributación, llegó incluso a afirmar que tenían pruebas sólidas, casi como si estuvieran mostrando un tesoro escondido. Aseguraban que la administración tributaria había destapado una operación irregular muy elaborada. ¡Pero vaya que se les vino encima la pana!
Lo curioso es que, poco después, la historia empezó a desmoronarse más rápido que un pastel de tres leches en un día de calor. En medio de cuestionamientos en la Asamblea Legislativa, Acosta tuvo que reconocer, a regañadientes, que la denuncia original no surgió de ninguna investigación técnica seria. ¡Imagínate!, sino de un simple video que circulaba en TikTok. ¡Un TikTok, diay! ¿En serio?
Y eso no es todo, amigos míos. Se descubrió que desde octubre del 2022, ¡más de tres meses antes del escándalo público!, ya existía un informe interno del Ministerio de Hacienda que prácticamente decía: 'Eh, paremos aquí, esto no va a ningún lado'. El informe concluía que las operaciones estaban dentro de la ley y que debían archivar el caso. ¡Pero se guardaron el informe bajo llave! ¡Una verdadera torta!
Luego vinieron las renuncias, las denuncias cruzadas, y un ambiente de incertidumbre que dejó a muchos rascándose la cabeza. Baruch, furioso, presentó demandas contra Acosta y Ramos, acusándolos de difamación. Definitivamente, el asunto se convirtió en un verdadero chunche de problemas, una maraña de intereses y acusaciones que parecían no tener fin.
Ahora bien, con este sobreseimiento definitivo, la Fiscalía cierra el capítulo. Aunque, claro, la Procuraduría General de la República todavía puede meterle mano al caso, decidir si presenta una acusación particular. Ya recibieron la notificación y están revisando lo que toca. Veremos si deciden echar más leña al fuego o dejar ir la vaina.
Después de tanto lío, tanta controversia y tantas idas y vueltas, ¿creen ustedes que con este sobreseimiento se cierra realmente el telón en el ‘megacaso’? ¿O creen que todavía hay cartas bajo la manga, que alguien está buscando vengarse o sacar provecho de esta situación? ¡Compartan sus opiniones, mándale un mensaje al foro! ¿Qué van a hacer los abogados del Estado ahora?